Fret SNCF se dividirá en dos empresas a finales de 2024

23/02/2024 REVISTA VÍA LIBRE

A finales de 2024, Fret SNCF, la compañía responsable de los tráficos de mercancías en Francia, se dividirá en dos empresas, y se reorganizará tras ser acusada por la Comisión Europea de financiación irregular por parte del Estado francés.

El 18 de enero de 2023, la Comisión Europea inició un procedimiento contra el Estado francés por subvenciones ilegales, por valor de 5.300 millones de euros, abonadas entre 2007 y 2019. La ilegalidad constatada por la Comisión se debe, en particular, a una contribución directa a Fret SNCF en lugar de una ayuda global, para transporte ferroviario.

En la primera fase, la Comisión solicitó el reembolso íntegro del importe pagado. Esto provocó la quiebra total de la sociedad Fret SNCF y, por tanto, su desaparición. Una situación inaceptable para el gobierno y la SNCF que lograron convencer a la Comisión de que había una solución que era viable, dado además los resultados que Fret SNCF estaba cosechando.

En los años 2021 y 2022 se ha restablecido el equilibrio de Rail Logistics Europe, de la que forma parte Fret SNCF. La cuota del ferrocarril aumentó un 1,5 por ciento hasta alcanzar el 10,7 por ciento en Francia. Rail Logistics Europe es el número uno en Francia y el número dos en Europa, detrás de DB.

Punto de equilibrio con la Comisión Europea

En 2023, la situación se deterioró con la huelga que penaliza el acceso a la red  y el aumento del coste de la energía, lo que implicó una caída del 20 por ciento en el volumen de transporte. En la actualidad, se ha encontrado un punto de equilibrio con la Comisión Europea para evitar el reembolso de 5.300 millones de euros, siempre que se cumplan otras tres condiciones: no privatización, no despidos, no cambio modal inverso. El fin de Fret SNCF podría suponer un millón de camiones más en las carreteras francesas, lo que evidentemente no se corresponde con las tendencias políticas actuales en la lucha contra cambio climático.

Fret SNCF, por ejemplo, proporciona tracción eléctrica al 90 por ciento de su tráfico. Por cada tonelada que se transporta por ferrocarril, la energía que se gasta es seis veces menor que por carretera, independientemente del motor del camión. Y, en los próximos años, no se prevé contar con toda una flota de camiones de cero emisiones, incluso si se producen avances hacia la electricidad o el hidrógeno.