31/01/2019 DIARIO DEL PUERTO

Históricamente Vicálvaro y el triángulo ferroviario han sido siempre el futuro natural para el traslado de Madrid-Abroñigal y la expansión del tráfico intermodal en la zona Centro. No obstante, a mediados de la primera década del siglo XXI, el Plan de Infraestructuras Logísticas de la Comunidad de Madrid intentó rediseñar esta estrategia y apostó por un nuevo referente, una gran plataforma logística en Arganda con el objetivo de aglutinar la actividad de Abroñigal y los tráficos intermodales más representativos de la zona Centro.

En el marco de un gran complejo logístico proyectado con 1.350 hectáreas de superficie y 1.500 millones de euros de inversión, la “Plataforma Intermodal de Madrid” suponía desarrollar en Arganda una terminal de unas 180 hectáreas, apoyada en un by pass ferroviario, que permitiera coordinar todos los tráficos sin necesidad de entrar a la capital y sufrir la congestión generada por los tráficos de pasajeros, y con una orientación también muy notable hacia el corredor con el Puerto de Valencia.

Este proyecto, que estuvo a tan sólo un trámite administrativo de licitarse, murió con la crisis, lo mismo que otra propuesta estratégica más a largo plazo como era la terminal ferroviaria de Arroyoculebro (Getafe), orientada a los tráficos del sur de la región y que en su caso no pasó de ser un proyecto en fase de embrión.