El nuevo equilibrio de fuerzas en la estiba desemboca en la primera huelga en 11 años

06/06/2017 DIARIO DEL PUERTO

Once años después, los puertos españoles volvieron a vivir ayer una jornada de huelga en la estiba, derivada en esta ocasión del nuevo equilibrio de fuerzas en la negociación colectiva emanado de la reforma legislativa impuesta por la Comisión Europea.

Tras 50 jornadas de huelga convocadas desde 2006 y sucesivamente desconvocadas tras alcanzar los sindicatos su propósito, ayer finalmente no hubo cabida para la desconvocatoria y la práctica totalidad de los estibadores españoles secundaron una jornada de huelga que se ejecutó en horas alternas.

“Nos sentimos refrendados en nuestra labor dado el respaldo que todos los estibadores han dado al paro”, dijo en rueda de prensa desde Tenerife el coordinador general del sindicato Coordinadora, Antolín Goya, quien cargó duramente contra al Gobierno, responsabilizándolo del nuevo equilibrio de fuerzas generado en el sector de la estiba y de sus consecuencias.

“El culpable de esta situación es el Gobierno, que es el que ha hecho posible que las empresas hayan adquirido ahora una posición de privilegio y estén boicoteando la posibilidad de un acuerdo”, declaró Goya, quien insistió en que “las empresas se sienten ahora en una posición de predominio y fortaleza y por eso se están planteando no garantizar el empleo”.

“Ya avisamos al Gobierno de que colocar a las empresas en una posición de poder podía suponer un conflicto importante”, recordó Goya, quien justificó la convocatoria y ejecución de la huelga por ser “la única forma que tenemos de mostrar nuestro rechazo” a la actitud de la patronal y a la nueva realidad creada con la reforma.

Libremente
Esta nueva realidad, según distintas fuentes empresariales consultadas por este Diario, sitúa a las empresas estibadoras ante la capacidad efectiva de poder organizar libremente, como cualquier empresa de cualquier otro sector, sus recursos productivos sin tener que someterse a la “situación de poder y de privilegio” que, a su juicio, han venido ejerciendo hasta ahora los sindicatos de estiba.

Esta posición de poder es la que han ejercido durante décadas los sindicatos, según estas fuentes, y la que quieren seguir ejerciendo y van a terminar ejerciendo puesto que, de acuerdo con fuentes de la Administración a las que ha tenido acceso este Diario, no está claro que las empresas puedan aguantar la presión de las huelgas y finalmente podrían verse forzadas a aceptar gran parte de las exigencias sindicales, debido a la escasa capacidad de aguantar unos paros que tienen un impacto directo y permanente en tráficos tan volátiles como el transbordo.

Estas exigencias contienen un punto primordial que es la garantía del 100% del trabajo de todos los trabajadores que actualmente conforman las plantillas de las sociedades de estiba. Las empresas han pedido tiempo para analizar alternativas y ver hasta qué nivel este empleo se puede garantizar, pero los sindicatos no quieren dilatar el proceso negociador, quieren forzar un acuerdo de forma inmediata, de ahí la huelga ejecutada ayer en horas alternas y la nueva convocatoria para mañana y para el viernes, así como las 48 horas consecutivas preavisadas para los días 14 y 15 de este mes y las otras tres huelgas de horas alternas para los días 19, 21 y 23 de junio.

“Si no alcanzamos un acuerdo lo normal es que convoquemos nuevas movilizaciones y el nivel de intensidad vaya en aumento”, advirtió ayer Antolín Goya, quien aclaró que las vías de diálogo con la patronal seguían cortadas.

Al cierre de esta edición no había canales de comunicación abiertos ni ninguna reunión prevista para intentar alcanzar un acuerdo.

Negociar de verdad
“Estamos dispuestos a sentarnos a negociar, pero queremos negociar de verdad. Ahora mismo no hay una mesa de negociación abierta, pero estamos en disposición de abrirla, siempre y cuando haya una intención clara de garantizar los puestos de trabajo y no meras divagaciones”, aseguró ayer Antolín Goya.

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