14/03/2024 EL MERCANTIL
El Parlamento Europeo ha fijado posición sobre la reforma del Código Aduanero de la Unión Europea (UE). En concreto, aporta un nuevo enfoque sobre el comercio electrónico, en tanto que el consumo se enfoca cada vez más en el encargo online de productos que provienen de terceros países ajenos a la Unión. Estas mercancías, según sostiene el Parlamento Europeo, “no cumplen necesariamente las normas de seguridad o medioambientales y las normas legales de la UE”. Según los cálculos de la Eurocámara, el 65% de los paquetes que entran en el terreno de los Veintisiete “se infravaloran deliberadamente, lo que supone una importante pérdida de ingresos“. Por ello, el nuevo reglamento impone una mayor responsabilidad a las plataformas web, que estarán obligadas a presentar a las autoridades aduaneras de la UE en el plazo de un día información sobre las mercancías con destino cualquier país miembro.
Las nuevas herramientas ayudarán a centrar los controles en operadores que puedan incumplir la normativa
De esta forma, asegura la institución comunitaria, “se tendrá una mejor visión de conjunto de los envíos entrantes y las autoridades aduaneras podrán centrar sus controles en las mercancías y los operadores que puedan incumplir las normas de la UE”. Los organismos europeos han detectado la necesidad de la renovación del sistema de aduanas, precisamente, por el crecimiento exponencial del comercio electrónico, además de por las numerosas normas, prohibiciones, obligaciones y sanciones que la UE ha establecido en los últimos años en relación con los nuevos productos. De esta forma, estas nuevas herramientas y la simplificación de procesos están enfocadas a centralizar esfuerzos y a optimizar operaciones de vigilancia centrándolas en los operadores con mayor riesgo de cometer algún tipo de fraude.
La reforma establece una nueva plataforma informática denominada EU DataHub como principal herramienta de trabajo para todas las autoridades aduaneras europeas para facilitar la comunicación de las empresas con las autoridades a la hora de presentarles información. Las autoridades aduaneras podrán analizar los datos con mayor precisión, incluso con ayuda de la inteligencia artificial, para ayudarles a comprobar incoherencias sospechosas, posibles fraudes fiscales y riesgos relacionados con determinadas empresas o mercancías, por ejemplo. Este centro de datos aduaneros propuesto “es un paso adelante vital, pero su rápida aplicación, junto con otras reformas clave, es esencial para hacer frente a los crecientes desafíos”, ha asegurado Clune.
