Teniendo en cuenta que el mayor número de las mercancías se mueven en las bodegas de los aviones de pasajeros, el sector aéreo ha sido el más afectado durante la pandemia por las restricciones de movilidad. Sin embargo, la pandemia ha traído consigo un cambio de paradigma para el sector de la carga aérea, de tal forma que ahora esta área de negocio ha cobrado mayor peso y relevancia dentro de las estrategias de las compañías aéreas, al haber sido el transporte de material sanitario lo que ha permitido su supervivencia durante los meses más duros de la pandemia.

A pesar de haber mostrado su resiliencia, la industria de la carga aérea ahora se enfrenta a nuevas problemáticas de carácter global que todavía no le permiten alzar el vuelo por completo.

Hablamos de la invasión de Rusia en Ucrania, que ha derivado en restricciones de espacio aéreo en la zona de conflicto, lo que, a su vez, ha afectado duramente al Aeropuerto de Zaragoza, uno de los enclaves que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años, ya que el grupo Inditex concentraba tráficos con Rusia.

Pero también hablamos de la inflación y de la situación económica global actual, poco halagüeña. Este contexto afecta directamente al consumo, que se ha visto resentido de manera más acentuada en los últimos meses de 2022.

Así, tal y como detalla el presidente de Foro MADCargo, Jesús Cuéllar, la oferta de capacidad a nivel mundial creció un 4% en términos anuales según datos de enero de 2023, mientras que, en contraposición, la demanda global disminuyó cerca del 15%.

Este escenario supone el establecimiento de un nuevo panorama, que puede afectar a los precios del sector. “El aumento de capacidad y el frenazo en los volúmenes nos aboca a un ajuste tarifario que está por ver si se producirá de forma suave o abrupta”, señala el Country Manager de Gen-Air en España, y vicepresidente de Foro MADCargo, Ignacio Ruiz.

De todo esto, se concluye que la completa recuperación del sector aéreo depende, en gran medida, de factores externos y genéricos del mercado económico global más que de sus propios retos internos.

Sin embargo, con la lección aprendida durante la pandemia, el sector es consciente de la importancia de seguir avanzando y trabajando por alcanzar la excelencia. Por ello, tanto por parte de la Administración como por parte de las compañías aéreas y de handling, ya se está trabajando en las estrategias que permitirán alcanzar los objetivos en materia de digitalización y descarbonización, así como en la mejora de los servicios y las infraestructuras.

La reducción y eliminación de las emisiones de carbono es uno de los principales retos que marca la agenda de la industria aérea.

Tanto es así que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) firmó, en 2022, su compromiso de alcanzar las cero emisiones en 2050, con el objetivo de cumplir con los nuevos objetivos de descarbonización impuestos desde Europa como el “ReFuelEU aviation”, dentro del paquete de medidas “Fit for 55”, o el Plan de Compensación y Reducción del Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA), impulsado por la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI). En este sentido, las compañías aéreas están trabajando para encontrar un modelo que se rija por el equilibrio entre la sostenibilidad y la rentabilidad económica. Por ello, todo el sector está volcado en encontrar la forma de generalizar el uso de los combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés) ya que se erigen como la opción más realista en el corto plazo para avanzar en el camino de la transición energética, al no emitir nuevo CO2 a la atmósfera.

En cambio, conscientes de que esta no es la solución definitiva, las compañías aéreas centran sus esfuerzos y sus inversiones en la consecución de nuevos combustibles completamente verdes que permitan alcanzar las cero emisiones en 2050, donde el hidrógeno verde va ganando la carrera.

La problemática principal, señalan los expertos, reside en que estos nuevos combustibles pueden perjudicar la democratización del sector con un encarecimiento de las tarifas.

A pesar de que las aerolíneas están al día con los deberes en materia de digitalización, el sector sigue a la espera de contar con una plataforma que englobe a todos los agentes que intervienen en la cadena logística, ya que esto permitiría agilizar los procesos, reducir los tiempos de espera y, por ende, mejorar la calidad de los servicios, otorgando así una mayor competitividad al sector aéreo. En este sentido, destaca el Cargo Community System impulsado por Aena y desarrollado por Protec, Vellore.

A pesar de dar respuesta a las históricas reivindicaciones del sector, su uso todavía no está generalizado, en primer lugar por su reciente creación y, en segundo, porque las propias compañías ya cuentan con sus propias plataformas de gestión.

Por otro lado, los corredores digitales están cogiendo cada vez más peso y ya se han realizado varios pilotos de la mano de Usyncro con aeropuertos en Latinoamérica que demuestran su efectividad.