13/09/2022 UPPLY
Las tarifas de flete marítimo FAK entre Asia y Europa continuaron cayendo en agosto, a pesar de la renovada tensión entre China y Estados Unidos por la cuestión de Taiwán.
Las tensiones entre China y Taiwán no son nuevas. Este es un factor que se debe vigilar de cerca, ya que la situación que está latente bajo la superficie puede poner, en caso de que se intensifique, en grave peligro el comercio masivo de contenedores entre Asia y Occidente.
En agosto, la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., seguida de una delegación de miembros del Congreso estadounidense, reavivó las tensiones. China ha tomado represalias a través de maniobras militares, pero la escalada se ha detenido ahí… por ahora.
Si bien las tarifas de flete marítimo de Asia y Europa han experimentado cierta erosión desde el comienzo del verano, esta nueva tensión en las relaciones entre China y los Estados Unidos ha hecho que los cargadores teman un nuevo repunte. Pero este contexto geopolítico no ha sido suficiente para compensar los efectos de la caída de la demanda. Como resultado, la calma en los fletes continuó durante todo agosto.
La espinosa cuestión de la seguridad de los buques
Sin embargo, esta situación geopolítica puede cambiar en un futuro próximo la situación de las rutas marítimas de uso común. Las compañías navieras podrían verse tentadas de evitar la zona «caliente» del Estrecho Taiwán-China, aunque solo sea debido a la presión de las aseguradoras, incluso si por el momento permanecen relativamente despreocupadas por este tema. Esto significaría tiempos de tránsito más largos. En el corto plazo, esta renovada incertidumbre no fomenta la tan necesaria normalización de las cadenas de suministro globales.
Otra novedad es la seguridad de los buques mercantes y su capacidad de defensa, más allá de la «típica» piratería. Este problema ha sido claramente identificado. “El conflicto en Ucrania es principalmente terrestre, pero ha revelado el efecto directo de la competencia sobre los flujos de nuestras economías. El bloqueo impuesto a Ucrania ha obligado a una importante reconfiguración de los flujos de exportación del país y, a la larga, ha puesto su futuro en serio riesgo, como lo ilustran recientemente las discusiones en torno a la exportación de trigo ucraniano. La dependencia de Europa de los flujos marítimos también es considerable para los bienes de consumo y, más recientemente, para la energía. (…) Nuestra armada y las marinas aliadas son los actores necesarios para asegurar estos flujos», según recordó recientemente el Almirante Pierre Vandier, Jefe del Estado Mayor Naval francés durante una audiencia en la Asamblea Nacional.
¿Los buques mercantes, además de esta presencia militar tradicional, tendrán que considerar otras medidas de protección, como lo han hecho frente a la piratería? Hoy en día, se dispone de nuevas tecnologías ligeras, y no es inconcebible ni particularmente complicado alojar a bordo de buques mercantes personal militar que tripule dichos equipos. Sin embargo, si las flotas comerciales del mundo se movieran en esta dirección, tendría un impacto profundo.