17/01/2022 LA VANGUARDIA
Habrá huelga de amarres en el Port de Barcelona. Lo que parecía un principio de acuerdo entre los negociadores, fue tumbado por la asamblea de trabajadores. El paro indefinido comienza mañana lunes 17 de enero y afecta a unos 104 trabajadores «que son claves para el suministro y servicios del puerto y de la ciudad de Barcelona». Los amarradores reclaman una mejora en la seguridad, un aumento en la contratación «que garantice unos mínimos de personal para realizar los trabajos de amarre», la equiparación salarial y el pago de servicios auxiliares y polivalencia.
Los trabajadores de ‘Amarres de Barcelona’ y la empresa llegaron el viernes a un principio de acuerdo para desconvocar la huelga del próximo lunes en el Port de Barcelona. Sin embargo, el documento debería ser ratificado primero por la plantilla en una asamblea que no dio su aprobación.
Las partes han mantenido encuentros a lo largo de esta semana, tanto con mediación como sin ella, para intentar acercar posiciones para desconvocar la protesta del lunes. El conflicto radica en la unión de las empresas Mooring y Cemesa, hasta hace poco competidoras, en Amarres de Barcelona después de que la Comisión de los Mercados y la Competencia aceptara la fusión bajo algunos condicionantes, como no aumentar precios en los próximos cinco años como mínimo.
Los trabajadores de ambas empresas partían con condiciones de origen muy distintas e, incluso, en el caso de los de Cemesa, no tienen una actualización del sueldo desde 2012. El objetivo es que a partir del 1 de enero hubiera un nuevo acuerdo entre empresa y amarres pero el nuevo año comenzó con una «subrogación al uso», según denunciaron los sindicatos. Por eso los trabajadores han reclamado aumentos de más del 5%, en línea con el crecimiento que está experimentando el IPC en los últimos meses, más un aumento del 4% para 2023 en base a las tablas de este año.
Ocho personas por cada barco de gran eslora
También reclaman más efectivos, ya que consideran que falta personal para el amarre de los grandes barcos en el puerto de Barcelona, así como mantener el actual sistema de turnos, de 12 horas seguidas durante tres días y tres jornadas de descanso consecutivas. de este colectivo consisten en amarrar y desamarrar los cargueros y cruceros. Por ejemplo, cuando llega un buque de gran eslora al Port de Barcelona, los portuarios son los encargados de ayudar a amarrarlos con un bote en proa y otro en popa empujándolos hasta que quedan abarloados en el muelle. Paralelamente, desde el suelo y con la ayuda de vehículos, se fijan las amarras en el norai, también desde los dos extremos del barco. Para estas maniobras, se requieren al menos ocho personas, dos por cada punto.
Además, también se encargan de ayudar en los relevos de las tripulaciones y aprovisionamientos. Otra de las reclamaciones es que se actualice un convenio colectivo, que actualmente es de los años 90 y que recoge sueldos y condiciones de entonces y no hace diferencias entre categorías.