02/09/2021 TRANSPORTE XXI

Las empresas de este negocio cerraron 2019, previo a la COVID-19, con unos ingresos de más de 6.500 millones y un tímido avance del 0,4%, frente al 8,2% del ejercicio 2017.

El sector marítimo-portuario, en plena fase de transformación digital y verde, sigue a la espera de mejores vientos, tras entrar ya con ‘mala mar’ en la crisis sanitaria.

Las empresas de este segmento de actividad alcanzaron una cifra de negocio de 6.568 millones de euros en 2019, último ejercicio previo al estallido de la pandemia. Esta cifra supone un tímido avance del 0,4 por ciento con respecto al año anterior, lejos de la media del conjunto del transporte de mercancías en España, que se situó en el 2,6 por ciento.

Así se recoge en la Edición 2021 del Libro Blanco del sector Marítimo-Portuario, publicado por TRANSPORTE XXI. Un completo análisis económico-financiero de las empresas navieras, consignatarias, estibadoras y de servicios de amarre y remolque, que ya está a disposición de los lectores de este periódico.

La evolución de las ventas de esta especialidad, fiel reflejo de la actividad de los puertos españoles, que también cerraron un ejercicio plano en 2019, confirma la desaceleración del negocio, después de la progresión del 8,2 por ciento en 2017 y del 2,9 por ciento en 2018. De hecho, el mejor año del sector fue 2017, coincidiendo con el pico de la curva de crecimiento del import-export español, comenzando a partir de 2018 la cuesta abajo.

El Libro Blanco, en este sentido, señala que las empresas presentaban a finales de 2019 una posición financiera fuerte, pero debilitada con respecto a 2017 y en declive. Por lo tanto, habrá que esperar a la próxima edición de este informe para hacer balance del impacto de la COVID-19. Un transitario describió la pandemia como “un año de gastos y seis meses de ventas”. Así las cosas, teniendo en cuenta la vinculación de esta especialidad con los puertos, que arrancaron su crecimiento en el último tramo de 2020, se puede afirmar que, en su caso, ha sido “un año de gastos y tres meses de ventas”.

El informe elaborado por TRANSPORTE XXI también revela que la ‘empresa tipo’, identificada a través de los cálculos de la mediana de las 603 empresas de la muestra, ingresa 3,28 millones de euros. Al mismo tiempo, el estudio muestra el distinto comportamiento de las grandes empresas (el 4,5 por ciento de la muestra), que registraron un crecimiento del 7 por ciento, con una cuota de mercado del 51,7 por ciento, mientras que las ventas de las pymes cayeron un 5,8 por ciento.

Por actividades, las navieras, que ocupan tres de las primeras cuatro posiciones del ranking, reúnen el colectivo más potente en facturación. En 2019, canalizaron un volumen de negocio de 2.221,6 millones, con un avance del 5 por ciento. Es decir, más de la tercera parte del total. Por su parte, las consignatarias, en un escenario marcado por la fluctuación de los fletes, volvieron a sufrir un descenso en sus ventas del 4,1 por ciento, situando la facturación en 1.821,4 millones. Las cifra de negocio de las estibadoras también cayó un 0,9 por ciento, hasta los 2.028,6 millones. Por último, las empresas de servicio de amarre y remolque cerraron 2019 con unas ventas de 496,7 millones de euros y una progresión del 3,5 por ciento.