Catorce quebraderos de cabeza para la carretera

04/10/2018 DIARIO DEL PUERTO

1.- ROTT
El ROTT va camino de acumular ya un retraso de seis años, en una perversa deriva pues cada nuevo aplazamiento provoca que nuevos requerimientos normativos hagan imperiosa su adaptación, lo que genera nuevos retrasos. Fomento aseguró el lunes al CNTC que el objetivo sigue siendo que entre en vigor en enero de 2019 y que se está a la espera del informe del Consejo de Estado, algo que no termina de convencer al sector pues no se ha sometido a consulta pública el último borrador, pese a las decisivas transformaciones a raíz de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo sobre el requisito de tres camiones.

2.- Acceso al mercado
La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que tumba el requisito de tres vehículos ha hecho que se tambalee la urdimbre legislativa para fomentar la dimensión empresarial. El sector está expectante para ver cómo se resuelve en el ROTT el reto de suprimir los tres vehículos sin renunciar al objetivo de la dimensión. La apuesta por mantener el requisito de antigüedad de los vehículos con los que se accede, confirmada el lunes por Fomento al CNTC, acaba de ser cuestionada por la sentencia de un Tribunal en Valencia, lo cual añade nuevas incertidumbres.

3.- Cotización por módulos
En apenas unas semanas el Gobierno debe decidir qué hacer con el régimen de módulos, es decir, o bien deja entrar en vigor el precepto que excluye del mismo a los transportistas que facturan más de 75.000 euros o bien, de nuevo, aplica otra vacatio legis, tal y como vuelven a reclamar las patronales de transportistas autónomos. A los argumentos a favor de la exclusión se une la supresión del mínimo de vehículos para acceder al sector, convirtiéndose el nuevo límite de módulos en una herramienta para compensar las medidas a favor de reforzar la dimensión empresarial.

4.- Ayudas al abandono
Las ayudas al abandono de los transportistas autónomos también han sido cuestionadas tras suprimirse el requisito de tres vehículos. Nacieron para fomentar la dimensión empresarial, favoreciendo la salida del mercado de transportistas autónomos mediante una indemnización que paliaba la dificultad de vender la autorización. El contexto ahora cambia radicalmente y para algunos estas ayudas pierden la eficacia al poder acceder cualquier conductor con un vehículo. El anterior Gobierno apostaba por suprimirlas. El nuevo se ha comprometido a mantenerlas al menos en 2019.

5.- Falta de conductores
Una de las mayores preocupaciones del sector ahora mismo es la falta de conductores profesionales, un grave problema estructural que se va a ir multiplicando por el crecimiento del mercado y la falta de atractivo de la profesión. Se calcula que la demanda no cubierta podría alcanzar los 15.000 profesionales, un riesgo competitivo enorme.

6.- 44 toneladas
Mientras la plataforma que han creado las patronales de cargadores sigue acelerando para la consecución de las 44 t de MMA, el CNTC mantiene su total rechazo mientras no se solucionen diversos males estructurales en relación con los clientes. Las relaciones entre transportistas y cargadores, muy dañadas, están a la espera de que Fomento recoja el guante de la solicitud de mediación planteada por el Comité Nacional de Transporte.

7.- Precio del combustible
En plena escalada de los costes del transporte, han crecido casi un 10% desde 2016, el gasóleo llama con fuerza a la puerta al superar los 1,247 euros por litro de media en surtidor, el precio más alto desde noviembre de 2014. Por si esto fuera poco, la decisión del Gobierno de aumentar el impuesto sobre el diésel añade nuevas incertidumbres.

8.- Desvío de autopistas
Ante las medidas adoptadas en comunidades autónomas como Euskadi o Catalunya, los transportistas no ceden en su exigencia de que el desvío a autopistas de peaje sea siempre voluntario y, en el caso de ser obligatorio, haya una exención del pago del peaje del 100% y no de sólo el 50% pues así lo que se está haciendo, a su juicio, es imponer viñetas de forma encubierta. Ayer mismo se anunció que el CNTC ha recurrido judicialmente los desvíos de la AP-7 y la AP-2. Se avecina alta tensión en esta cuestión.

9.- Empresas buzón
La alteración de la libre competencia que comportan las denominadas “empresas buzón” está en la agenda sectorial como una de las cuestiones prioritarias a resolver en estos momentos. La inspección y control de las empresas deslocalizadas se considera de urgente necesidad, tal y como pusieron de manifiesto el lunes representantes del CNTC ante la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude, que se comprometió a hacer inspecciones en las empresas cargadoras para las que trabajan las flotas deslocalizadas.

10.- Falsos autónomos
La Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude también se ha comprometido a actuar en otro de los ámbitos de máxima preocupación del sector en lo que respecta a la libre competencia: los falsos autónomos, sobre todo dado el considerado “abuso” que se hace de este perfil cada vez más en el ámbito de la distribución de comercio electrónico.

11.- Paquete europeo
Los paquetes normativos de la Comisión Europea para reformar la política común en materia de transporte por carretera no logran concitar el consenso de los estados miembros. Las iniciativas se asoman a una situación de bloqueo que también genera incertidumbre.

12.- Regulación de la estiba
Otro foco de conflictividad e incertidumbre es el tema de la nueva regulación de estiba de la mercancía en los camiones. Pese a la directrices de la Dirección General de Tráfico, sigue habiendo numerosas dudas y falta de armonización.

13.- Cártel de camiones
Las reclamaciones contra el cártel de camiones van camino de convertirse en un proceso largo y de difícil cuantificación en cuanto a la posible indemnización. Frente a las esperanzas de recuperar montantes económicos sustanciosos, surgen muchas incertidumbres y el convencimiento de que la tramitación va a llevar mucho tiempo.

14.- Distribución urbana
El sector del transporte de mercancías se siente atacado por algunos de los ayuntamientos más relevantes a la hora de definir las nuevas políticas de distribución urbana, ignorando la logística justo cuando los nuevos modelos económicos la hacen aún más protagonista si cabe. El sector exige que no se demonice al transporte.

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