04/10/2018 DIARIO DEL PUERTO
Reina el pesimismo porque, más allá de los males históricos y los daños coyunturales, el sector sigue caminando resignado con la pesada losa de creerse muy lejos de lo que llegó a ser con anterioridad a la crisis, cuando lo cierto es los números del transporte por carretera en España esconden que hace ya tiempo que se superó la debacle económica, una paradoja sólo inteligible si se bucea en los verdaderos males.
Si nos detenemos en los valores absolutos, el sector cerró el segundo trimestre de 2018 con 385 millones de toneladas transportadas, una cifra que devuelve al sector a los umbrales de 2010, es decir, ya ocho años atrás, aunque ni por asomo nos aproximamos al techo del primer trimestre de 2017, máximo histórico con 637 millones de toneladas.
Es decir, a simple vista y sólo desde el punto de vista del volumen, el sector está aún lejísimos de volver a ser lo que fue, de ahí, se podría pensar, que se persevere en la melancolía.
Ahora bien, si analizamos el transporte por carretera según sectores productivos, los datos que ofrece Fomento son sumamente reveladores, de tal forma que si excluimos el sector de los materiales de construcción, el total de toneladas transportadas por carretera en España alcanzó en el segundo trimestre de 2018 los 248 millones de toneladas, es decir, un dato ya muy por encima del techo histórico de los 229 millones de toneladas registrado en el primer trimestre de 2008 y que, por cierto, se viene superando desde comienzos del año pasado.
Es decir, al igual que ha venido pasando con el tráfico portuario y con el tráfico de carga aérea, el sector de la carretera también ha superado claramente la crisis y ya está en máximos históricos en cuanto a volumen. Para ello insistimos, hay que descontar el factor distorsionador del sector de la construcción, para el que se llegaron a transportar en España en el primer trimestre de 2007 un total de 418 millones de toneladas, mientras que en el segundo cuarto de 2018 se logró la cifra récord de los últimos 7 años de 137 millones de toneladas, eso sí, a años luz de una realidad que, por cierto, dado el cambio productivo se antoja, de momento, inalcanzable.
En este sentido, de acuerdo con los datos de Fomento, los productos agrícolas, por ejemplo, ya están en 42 millones de toneladas, cuando en 2008 el dato trimestral era de 34 millones.
En esta misma línea, los productos alimenticios están ahora en 69 millones de toneladas, frente a los 54 millones del primer trimestre de hace diez años, y por ejemplo la maquinaria y los vehículos rozan trimestralmente en 2018 los 77 millones de toneladas, frente a los 64 millones de 2008.
Por ofrecer todos los datos, la partida “otras mercancías”, con 56 millones de toneladas en el primer trimestre de hace 10 años, alcanza en 2018 los 44 millones, pero en 2017 tuvo puntas de 46 millones, es decir, en niveles similares a los de 2017 y previos a los topes de 2018.
Por tanto, en términos de volumen y más allá de una imperiosa reconversión en los nichos de mercado, el sector del transporte por carretera debería mirar el presente con optimismo, si bien la situación se antoja muy preocupante, como va a quedar de manifiesto esta semana en el Congreso de CETM y no solamente por las amenazas normativas, legislativas e incluso coyunturales que acechan al sector.
Por encima de todas estas cuestiones vuelve a emerger el grave problema de la rentabilidad del sector y el eterno drama de no lograr ni costes ajustados, ni precios justos, ni fortaleza para la negociación.