22/06/2018 DIARO DEL PUERTO

Uno de los proyectos piloto que se está desarrollando ya en el mercado es el buque autónomo de Rolls-Royce, un primer prototipo de una nueva generación de barcos autónomos que podrían estar operativos en dos o tres años. La compañía planea poner en funcionamiento sus primeros buques autónomos sin tripulación en 2020.

Los nuevos buques que Rolls-Royce está preparando dispondrán de una autonomía de 3.500 millas náuticas y, de momento, de 60 metros de eslora. Podrán alcanzar velocidades superiores a 25 nudos y permanecer más de tres meses en alta mar sin escala.

El objetivo de la compañía es conseguir que un buque sea capaz de monitorizarse a sí mismo, establecer una comunicación con su entorno y tomar decisiones basadas en información en tiempo real, explica la compañía.

El proyecto AAWA de Rolls-Royce, que desarrolla estos prototipos, está estudiando el conjunto de dispositivos electrónicos que, a través de sensores, deberán informar al “cerebro electrónico” del buque y permitir que éste pueda navegar de forma segura evitando colisiones.

Los sensores, gestionados en un primer momento por control remoto, proporcionan una perspectiva precisa y en tiempo real del entorno del buque, a través de cámaras de alta definición, imágenes térmicas y tecnología LIDAR (detección por luz y distancia). Rolls-Royce ha probado ya el uso de estas tecnologías en una primera fase que comenzó en 2016.

El desafío mayor, señala la compañía, se presenta en la toma de decisiones y en conseguir que el buque tome éstas de una forma autónoma.

Dentro de una segunda fase del proyecto, Rolls-Royce abrió a principios de año un centro de investigación en Turku (Finlandia) para desarrollar todas la tecnologías necesaria para la navegación autónoma de la industria marítima.

Rolls-Royce trabaja en colaboración con otras entidades como la Administración marítima de Noruega y el Foro Noruego para los buques Autónomos con el fin de impulsar esta tecnología.