08/06/2017 EL VIGÍA

La filial de Mercancía de Renfe prevé comenzar en otoño un tráfico internacional de contenedores entre el puerto de Barcelona y Lyon (Francia). El director general de Renfe Mercancías, Abelardo Carrillo, señaló que este nuevo servicio responde a la nueva política comercial desarrollada por el operador contemplada dentro de su Plan de Gestión 2017-2019.

“Este muevo proyecto tiene viabilidad y posibilidad de convertirse en un tren y contribuirá no solamente a mejorar las relaciones desde el puerto de Barcelona sino también a utilizar las infraestructuras que tenemos disponibles en general para hacer tráficos internacionales”, señaló el directivo en rueda de prensa. El servicio iniciaría en la terminal intermodal de Monzón (Huesca), se conectaría al puerto de Barcelona para trasladarse por la vía de ancho internacional y prestar servicio al área logística de Lyon (Francia). En este sentido, Carrillo recalcó que el operador trabaja en recuperar las mercancías ferroviarias para dotar al país de un operador viable y eficiente, así como impulsar los tráficos internacionales y la apertura a nuevos mercados.

En el último año, los operadores ferroviarios privados han aumentado su cuota de mercado. Renfe Mercancías ha perdido un 10% de cuota de mercado y su participación se sitúa en un 70%.

“Un operador potente, eficaz y que no pierda dinero”
El ferrocarril de mercancías continúa estancado frente a otros modos de transporte y apenas alcanza el 5% en el conjunto del país. En este contexto, el directivo subrayó la importancia de disponer de un operador “potente, eficaz y que no pierda dinero” para adecuarse tanto a la estructura de puertos y al desarrollo industrial y logístico que presenta el país como a las necesidades de consumo y la capacidad de atraer nuevas inversiones. Esto “tiene que estar relacionadas con la capacidad de que dispongamos de un operador de transporte ferroviario que se vaya recapitalizando con sus propios resultados”.

La filial de Mercancías de Renfe se encuentra inmersa en un proceso de saneamiento, impulsado por una nueva estrategia comercial volcada en el cliente. Este plan de gestión potencia los tráficos internacionales y adecúa la gestión de los materiales de la compañía para mejorar su productividad, tanto de los activos materiales como del personal a través de reducciones o reasignaciones de los trabajadores en otras divisiones de Renfe. En concreto, el directivo señaló que 210 trabajadores se han acogido al plan de baja. “Nuestro objetivo es reducir la plantilla en unas 320 personas a finales de año”, anunció.