Del “hoy sí que sí” al “1-1, señor Ministro”

19/05/2017 DIARIO DEL PUERTO

Al filo de las doce del mediodía de ayer jueves Íñigo de la Serna enfilaba el pasillo que da acceso al hemiciclo rumbo a su escaño. Llegaba solo, pero en su rostro había mucho más que esa pose plácida que a menudo apenas transluce sus sentimientos. A esa hora el ministro de Fomento lucía una amplia sonrisa y eso que aún tenía por delante todo el debate. Pero es que ayer a esas alturas ya estaba todo amarrado y bien amarrado.

Lejos quedaba el órdago del 16 de marzo y aquella rocambolesca derrota tras haberse caído en el último momento los débiles alfileres que prendían el acuerdo con Ciudadanos.

Igualmente ya había quedado olvidada la noche de los cuchillos largos del pasado jueves 4 de mayo, cuando el acuerdo con el PDeCAT estuvo a punto de irse al traste.
Estaba ya todo hecho, hasta el punto de que en su discurso optó por no dar margen al suspense ni posibilidad a los grupos parlamentarios de ser ellos quienes anunciaran su posicionamiento. Directamente agradeció el apoyo de UPN, Foro, Ciudadanos, PNV y PDeCAT y vino a confirmar que habría por fin real decreto.

Arropado
En el hemiciclo siguieron sus palabras con atención durante todo el discurso hasta ocho ministros. El 16 de marzo, sólo la titular de Empleo, Fátima Báñez, acompañó en el escaño a De la Serna en el duro trance de ver como la convalidación quedaba rechazada.

Aquella soledad fue incluso celebrada por la oposición, síntoma a su entender de que mientras De la Serna se hundía el resto de miembros del Gabinete preferían abandonar el barco. Tal vez por eso ayer hubo consigna y De la Serna estuvo arropado por Álvaro Nadal (Industria), Dolors Monserrat (Sanidad), Juan Ignacio Zoido (Interior), Íñigo Méndez de Vigo (Educación), María Dolores de Cospedal (Defensa), Isabel García Tejerina (Agricultura) y por supuesto, uno de los grandes baluartes en la sombra de este real decreto, la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

Agradecimientos
Para ella fue el agradecimiento más expreso y sustantivo de todos los realizados en su discurso por el ministro de Fomento, si bien en rueda de prensa quiso dejar claro que si el decreto había vuelto a ser presentado y había conseguido ser aprobado era por el empeño personal del presidente Rajoy, fiel a su estilo de no moverse o apenas ligeramente, como ha sido en este caso, para, aguantando, salir ganando.

De la Serna también hizo mención expresa en sus agradecimientos al presidente de Puertos del Estado, José Llorca, a su directora Corporativa, Eva Miquel, y, por supuesto, al secretario de Estado de Infraestructuras y Transporte, Julio Gómez-Pomar.

Abrazos
Muy significativo fue el abrazo de Gómez-Pomar con el ministro tras el desenlace de la votación, a las puertas del edificio del Congreso, a contracorriente de la marabunta que salía del hemiciclo, un abrazo tan sonoro como a la carrera con una enorme carga de tensión liberada.

Regresaba en ese momento De la Serna de despedir en la puerta a Mariano Rajoy, sonriente y exultante tras acudir al Congreso solamente para votar el real decreto, acompañado por Fátima Báñez, que abrazó a De la Serna y también a Gómez-Pomar al grito de “hoy sí que sí”.

Camisetas
Por lo demás, la sesión había discurrido por los cauces previstos, con la parafernalia habitual de los grupos de izquierdas y, como siempre, profusión de camisetas.
La que más triunfó fue la que portaban algunos de los diputado de Podemos y Esquerra Republicana de Catalunya, entre ellos los respectivos portavoces que defendieron públicamente la posición de ambos grupos. El eslogan, fucsia sobre fondo negro, era un feliz juego de palabras alejado del belicismo de los mensajes del primer debate.

“T’estibo molt”, rezaban las camisetas, en clara referencia a la expresión en catalán “t’estimo molt” (te quiero mucho).

Por cierto, también con una camiseta en defensa de los estibadores pero en su caso de color naranja subió al estrado la diputada de Compromís Marta Sorlí, curiosamente una de la diputadas que en el debate del pasado 16 de marzo regresaba de viaje de una convención sobre la mujer en Estados Unidos y cuya asistencia al pleno mantuvo en vilo a todo el hemiciclo ante la posibilidad de que su ausencia fuera decisiva en la votación.

En aquella ocasión todos los votos parecían necesarios, no tanto como ayer, en que las posiciones estaban claras y no tuvo impacto que se ausentaran del hemiciclo tres diputados además de otros dos que votaron telemáticamente. El resultado fue 174 votos a favor, 165 en contra y 8 abstenciones, mayoría simple suficiente para permitir a la segunda la convalidación del real decreto.

Hay partido
Tras la victoria sindical en el debate del pasado 16 de marzo, que llevó a Diario del Puerto a titular al día siguiente “Los estibadores ganan la batalla del Congreso”, ayer los representantes sindicales valoraron la derrota en términos futbolísticos: “1-1”, decían, o sea, hay partido.

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