24/10/2016 EL VIGÍA
El sector marítimo ha logrado duplicar su cuota de mercado en España a lo largo de la última década, pasando de representar el 15,4% en 2006 hasta situarse por encima del 28% en 2016. Esta ganancia se ha producido en detrimento de la pérdida de peso de la carretera, que aunque sigue acaparando gran parte del mercado, ha reducido en casi 13 puntos porcentuales su participación en diez años y se sitúa actualmente en el 70,89%. Ante estos resultados, los analistas consultados coinciden en destacar que el modo marítimo es el menos expuesto al consumo doméstico y más vinculado al comercio exterior, lo cual ha beneficiado a su actividad durante estos últimos ejercicios. “España se ha globalizado y ha incrementado sus exportaciones”, señala el director general de Astic, Ramón Valdivia, que añade que “todavía muchos países están fuera del alcance del ferrocarril y del camión”.
La impresión del profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y experto en transporte Javier Campos es que, más que ganar tanta competitividad, el transporte marítimo ha sufrido con menos fuerza el impacto de la crisis. Además, Campos señala que, probablemente, “las mercancías más pesadas transportadas por mar –fundamentalmente graneles– o las de mayor valor –mercancías general– no se han reducido tanto como la mercancía de menor volumen generalmente transportada por carretera”.
Pese a que el sector marítimo ha continuado ganando terreno en España a medida que conceptos como la multimodalidad e intermodalidad han ido cobrando relevancia de cara a mejorar la rentabilidad del proceso logístico, algunos analistas entienden que su cuota de mercado podría ser superior “de disponer de unas infraestructuras portuarias adecuadas al tipo de negocio que cada puerto debería manejar”. Así lo entiende, por ejemplo, el consultor logístico Agustín Arribas, que comenta que “tampoco se dispone de infraestructuras ferroviarias adecuadas que puedan facilitar el intercambio carretera-ferrocarril-puerto y posibilitar, a medio-largo plazo, un mayor crecimiento del transporte marítimo de mercancías”.
De cara a los próximos años, aunque las previsiones apuntan a un ligero incremento de la cuota de mercado por parte del sector marítimo –sobre todo en la medida que el short sea shipping se desarrolle más– los expertos no esperan cambios sustanciales en el reparto modal. En opinión de Campos, “los patrones de comercio son los que son y cuando las cifras de negocio se vayan recuperando, la carretera recobrará su fuerza”. Esta visión la comparte también Arribas, para quien únicamente “un aumento de la capacidad productiva y de la industria o el hecho de contar con unas infraestructuras portuarias y ferroviarias excelentes que faciliten que los puertos de nuestro país se comporten como hubs o enlace entre Asia y América o Europa podrían promover un incremento importante del tráfico marítimo”.
Por otra parte, y en cuanto al modo ferroviario y aéreo, los resultados de Renfe Mercancías y de Aena correspondientes al primer semestre continúan evidenciando la incapacidad de ambos sectores para incrementar su cuota de mercado. En este sentido, el volumen de mercancías que viaja a través de estos modos apenas alcanza el 1% y el 0,04%, respectivamente. Estas cifras se sitúan, por tanto, prácticamente al mismo nivel de 2006.
En total, el sector del transporte movió en España más de 898 millones de toneladas de mercancías hasta junio, lo que representa un crecimiento del 2,79% frente al mismo periodo de 2015. Sin embargo, en comparación con 2007 los niveles de actividad se sitúan todavía un 40% por debajo. Por modos, los datos correspondientes al primer semestre muestran un comportamiento dispar entre ellos. “Hay modos que se recuperan de forma más rápida”, indica Agustín Arribas, que asegura que “así como el transporte de mercancías por carretera parece que continuará recuperándose, el caso del ferrocarril no es tan claro debido a multitud de factores que lo dificultan, tales como infraestructuras, orografía o las políticas gubernamentales que no desarrollan estrategias claras para solucionarlo”.
Si bien las estadísticas constatan que, tanto el sector de la carretera como el marítimo y el aéreo han mantenido una carrera ascendente durante el último año, tan sólo el marítimo y aéreo han logrado superar las cifras precrisis. El mayor incremento lo ha experimentado el tráfico aéreo que, tras caer a su nivel más bajo en 2011, al cierre del primer semestre logró alcanzar cifras récord y situarse en las 376.761 toneladas, lo que representa una mejora del 28% respecto a 2006. En cuanto al negocio marítimo, la evolución durante esta última década también ha sido positiva, con más de 252 millones de toneladas movidas hasta el mes de junio, un 12,25% más en comparación con el mismo periodo de 2006. Si los tráficos marítimo y aéreo muestran la evolución más favorable durante esta última década, los datos más negativos los aportan la carretera y el ferrocarril.
En el primer caso, el nivel de actividad se ha reducido a más de la mitad desde 2006, alcanzando los 636,8 millones de toneladas durante los primeros seis meses del año, según los resultados del ministerio de Fomento. De todas formas, en el mes de junio, la carretera encadenó seis trimestres consecutivos de crecimiento anual, con un incremento acumulado del 21% en los últimos tres años. Pese a que desde el sector prevén una mejora de la actividad al cierre de ejercicio, las dudas sobre la evolución de la economía y del Brexit siguen estando presentes entre los analistas. En este sentido, desde Astic esperan que la actividad de sus empresas crezca alrededor de un 5,5%. Por último, Renfe Mercancías ha perdido un 29,61% de tráficos frente a 2006, ejercicio en el que alcanzó su máximo histórico con casi 12,8 millones de toneladas manipuladas.