04/07/2016 EL VIGÍA
El sector logístico español es, a día de hoy, prácticamente igual de competitivo que hace cuatro años. La parálisis inversora y los problemas de gestión en las aduanas han penalizado a España en el ranking de desempeño logístico que elabora, de forma bienal, el Banco Mundial. Tras obtener su mejor resultado en 2014, el país se sitúa ahora en el puesto número 23 de un total de 160 países, lo que representa un descenso de cinco posiciones respecto a 2014 y de tres en comparación con 2012. “Baja demanda comercial, infraestructuras públicas congeladas o bajo mínimos, inversión privada limitada y márgenes comerciales mínimos son la perfecta combinación para perder competitividad”, asegura el profesor de ESIC Francisco González.
Pese a este retroceso, las estadísticas muestran que España continúa manteniéndose en el top 25 mundial y, además, ha mejorado tímidamente su puntuación en el índice global, pasando de 3,72 a 3,73. Estos resultados muestran, por tanto, que mientras el desempeño logístico de España “se ha mantenido constante en los últimos años”, tal y como aseguran los autores del informe, sus competidores han acelerado el crecimiento y han defendido mejor su posición en la clasificación. “Esta caída no se debe tanto a que hayamos perdido competitividad, sino a que los demás países han hecho los deberes y han ascendido”, asegura el coordinador del máster en Logística y Comercio Internacional en la Universidad Abat Oliva CEU, Iván Roa.
De todas formas, de las seis áreas analizadas, el estudio pone en evidencia que España ha empeorado sus resultados en cuatro de ellas (aduanas, infraestructuras, competencia logística y entregas a tiempo). Por el contrario, la evolución es positiva en el caso de los envíos internacionales, cuya puntuación ha pasado de 3,51 a 3,63, y en tracking & tracing, de 3,54 a 3,82. En este sentido, y más allá de la falta de inversión, para el director del Programa Ejecutivo de Gestión de la Cadena de Suministro de EOI y director Desarrollo de Negocio Contract Logistics de Alfil Logistics, Luis Santos García, el problema de España se centra, básicamente, en la eficiencia de las aduanas y los despachos aduaneros, en la calidad y el nivel de los servicios logísticos ofrecidos. A su juicio, “la baja externalización de los servicios logísticos en España o la falta de operadores especializados en gestión aduanera pueden estar contribuyendo a este empeoramiento”.
En relación con las aduanas, Francisco González señala, por su parte, que “los trámites frente a las aduanas son lentos, engorrosos, demasiado burocratizados y poco flexibles. Hay una aduanaesclerosis evidente”. De hecho, Iván Roa indica que, en la actualidad, “el puerto de Barcelona es el único que está haciendo algo en condiciones gracias a la Ventanilla Única, pero en el resto, hay problemas de operativa, lo cual ralentiza los procedimientos y, por ende, nos acaba pesando en los resultados”. Por todo ello, y de cara a conseguir que España se posicione en el top 10 mundial, considera indispensable que los procedimientos aduaneros y la burocracia asociada a los procesos de importación y exportación sean más fluidos. “Queda mucho camino por recorrer y las primeras posiciones son complicadas de escalar”, matiza Roa.
Aunque las previsiones resultan positivas a corto y medio plazo, algunos analistas temen otros posibles descensos en el próximo ranking logístico. Así lo explica Luis Santos García, que comenta que “en 2016, en la última parte del quintil hay una gran concentración de países con un valor del índice que oscila alrededor del valor 3,50. Esto implica que si se produce una nueva bajada en nuestro valor del índice, puede llevar acarreado un fuerte descenso en el número de posiciones”. A este respecto, Iván Roa añade que “en el momento en el que alguno de los países que tenemos por debajo se ponga las pilas, retrocederemos muchos puestos”.
Áreas de mejora
“Si queremos ser un miembro destacado del comercio mundial, no nos queda más remedio que mejorar en nuestra competitividad logística”, señala el directivo de Alfil Logistics, para quien, además de reformas regulatorias y una mayor planificación de las inversiones, es necesario considerar el nivel de subcontratación logístico. “Así como en Europa Central el nivel de subcontratación es alto, en España suele ser alto entre los fabricantes, pero es muy bajo entre los distribuidores”, indica. Se trata de un asunto que, según explica, se relaciona con la escasez de personal formado en el ámbito logístico. De todas formas, el consejero delegado de Solutions & Decisions, Miquel Serracanta, se muestra optimista y asegura que “España está tomando conciencia de que hay que profesionalizar la función logística”.