Persona física o jurídica que recibe, en virtud de un contrato de depósito y en locales adecuados de los que disponga el depositario, bienes o mercancías ajenos, efectuando operaciones de ruptura de cargas, almacenaje, custodia, manipulación, administración, control de existencias, preparación de pedidos y cualesquiera otras que hubieran sido convenidas para su posterior distribución, en virtud de un contrato de transporte, a las personas determinadas por el depositante en la forma, tiempo y lugar que éste determine. Podrán llevar a cabo la distribución de las mercancías con vehículos propios amparados por autorizaciones de transportes de las que sean titulares, o bien contrato la realización del transporte en nombre propio con transportistas debidamente autorizados para ello.

La actividad de almacenista-distribuidor precisa de la correspondiente autorización administrativa, aplicándose reglas análogas a las establecidas para las agencias de transporte, si bien los locales deben ser adecuados y con los medios técnicos necesarios, las mercancías depositadas deben estar debidamente aseguradas, cumpliendo los requisitos legales en materia de Sanidad, Seguridad e Higiene y los relativos a los almacenes generales de depósito (LOTT-ROTT). Desarrollan la actividad logística denominada Distribución física.