22/09/2025 EL MERCANTIL
El administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) deja en el purgatorio su proyecto Ecomilla, enfocado a crear hubs de de última milla en las estaciones viajeros. Inicialmente, se preveía su creación en Atocha y Chamartin (Madrid) y extender el modelo a otros lugares. “La envergadura de las obras en marcha y planificadas en las estaciones en las que estaba previsto implementar el modelo de aparcamiento de Ecomilla, que incluyen actuaciones de transformación tanto arquitectónica como urbanística, ha dificultado el cumplimiento de las actuaciones programadas”, aclaran desde la compañía pública dependiente del ministerio de Transportes. Por este motivo, tal y como han manifestado a preguntas de El Mercantil, la implantación del modelo Ecomilla se llevará a cabo en el marco del contrato de arrendamiento de los aparcamientos adjudicado a Saba. Hasta ahora, y lo que contempla el contrato, es la primera fase del proyecto (la única que se ha desarrollado), enfocada a la movilidad sostenible de los viajeros.
Los aparcamientos destinados al proyecto se han adjudicado a la empresa Saba
Por tanto, el contrato, adjudicado en 2024 y sin mención al proyecto Ecomilla, incluye la posibilidad de actuar en unas 60 estaciones de viajeros y contempla la adecuación de estos espacios, 22.000 plazas, en los ámbitos de tecnología, infraestructuras/funcionalidad, instalaciones y energías renovables. Cuenta con una inversión por parte del adjudicatario, Saba Aparcamientos, de 50 millones de euros durante diez años y puede prorrogarse cinco años más. Cabe recordar que, a pesar de que esta prueba piloto se inició en la estación de Atocha en 2020, el proyecto de crear hubs de reparto para paqueterí se había enquistado y llevaba desde 2023 sin avances significativos. Además, aunque en 2023 Adif mostró interés en replicar Ecomilla en la estación de Sevilla-Santa Justa y anteriormente en la estación de Sants en Barcelona, todo apunta a que no se expandirá el proyecto.
Con la adjudicación del contrato de arrendamiento de los aparcamientos destinados al proyecto a Saba, las cuestiones logísticas han quedado en el aire. En este sentido, desde Adif matizan que la puesta en marcha de las actuaciones relacionadas con la logística, es decir, la creación de esos microhubs logísticos para la última milla no depende únicamente de Saba. “Actualmente Adif está analizando la posibilidad de incluir este servicio vinculado a los espacios de aparcamiento arrendados a Saba”, señalan. Si finalmente se lleva a cabo, desde Adif sostienen que se habilitarán tanto la superficie como los servicios necesarios, pero destacan que, en cualquier caso, “siempre tendrá que haber coordinación entre ambas partes”.
Adif está analizando la posibilidad de incluir los microhubs logísticos a los espacios arrendados a Saba
Esto se debe a que el contrato contempla que la estructura de rentas conlleve la participación de Adif y Adif Alta Velocidad en los resultados del negocio, “garantizando un equilibrio en el reparto de ingresos entre el gestor de la infraestructura y el operador del servicio”. Por tanto, el destino logístico del proyecto Ecomilla no dependerá sólo de la posición de Saba. De hecho, desde Adif están analizando la posibilidad de incluir este servicio vinculado a los espacios de aparcamiento arrendados a Saba.
¿EN QUÉ CONSISTÍA EL PROYECTO ECOMILLA?
El proyecto Ecomilla se preveía desarrollar en varias fases que contemplaban como objetivo crear un área de cero emisiones en torno a las estaciones para abordar con una movilidad sostenible la primera y la última milla. La primera fase, enfocada a la movilidad sostenible de los viajeros, sí que se llevó a cabo en Atocha. Esta fase consistía en priorizar la movilidad de vehículos de cero emisiones, creando un aparcamiento para medios de transporte sostenibles, como las bicicletas (compartidas y privadas) y los patinetes y motocicletas compartidos. Por el momento, una treintena de estaciones, del total de 42 previstas, cuentan ya con este nuevo servicio para los viajeros y serán ahora gestionadas por Saba. Concretamente, se trataba de un módulo de 2,50 x 5 metros, correspondiente a la plaza de aparcamiento de un coche, que, al ser replicado, podía dar cabida el resto de vehículos.
Por otro lado, la segunda fase estaba enfocada a la logística y, a pesar de no haberse iniciado nunca, sí que se definieron las actuaciones pertinentes. En primer lugar, Adif tenía previsto poner en marcha una zona logística sostenible para el reparto de paquetería y última milla de 400 metros cuadrados mediante vehículos de cero emisiones, que podrían aprovecharse de los puntos de recarga que ya deberían estar desplegados, operativos y en uso cuando se iniciara esta fase. Este aparcamiento además de contar con el estacionamiento para las furgonetas de reparto, tendría asociado un volumen y el módulo de almacenaje de la mercancía, es decir, funcionaría como un hub logístico. “La ubicación y espacio de las estaciones son un apoyo importante a la red de distribución, teniendo en cuenta el creciente desarrollo del comercio online y el gran número de reparto de paquetería a domicilio, permitiendo reducir los trayectos de los grandes centros logísticos a la periferia”, explicaron desde la compañía ferroviaria cuando aún desarrollaban este proyecto.

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