10/07/2025 MUNDO MARÍTIMO
El Presidente de EE. UU., Donald Trump, emitió su primera ronda de “cartas comerciales” el lunes 6 de junio, estableciendo nuevas tarifas para más de una docena de países, a la vez que pospuso la fecha límite para la reactivación de los aranceles «recíprocos», inicialmente programada para el 9 de julio, hasta el 1 de agosto. En tanto el plazo para China, estipulado para el 12 de agosto no ha cambiado.
Los países a los que fueron enviadas las misivas con modificaciones de Aranceles fueron los siguientes (en paréntesis se cita el porcentaje anunciado el 2 de abril): Japón: 25% (24%); Corea del Sur: 25% (25%); Malasia: 25% (24%); Kazajstán: 25% (27%); Túnez: 25% (28%); Sudáfrica: 30% (30%:); Bosnia: 30% (35%); Indonesia: 32% (32%); Bangladesh: 35% (37%); Serbia: 35% (37%); Camboya: 36% (49%); Tailandia: 36% (36%); Laos: 40% (48%); Myanmar: 40% (44%).
La carta dirigida a Japón resume en gran medida las razones de la administración Trump para aplicar las nuevas tarifas arancelarias que entregarían en vigor el 1 de agosto para los países señalados: “Por favor, comprendan que estos aranceles son necesarios para corregir los muchos años de políticas arancelarias y no arancelarias, así como las barreras comerciales de Japón, que han causado estos déficits comerciales insostenibles contra Estados Unidos” , “¡Este déficit es una gran amenaza para nuestra economía y, de hecho, para nuestra seguridad nacional!”, cita WSJ.
Las cartas a otros países fueron casi idénticas y, en general, los aranceles estaban estrechamente vinculados a los aranceles recíprocos originales establecidas en abril, aunque algunas presentaban ligeras diferencias como el caso de Japón que pasó de 25 a 24%. Las cifras anunciadas para el analista de la industria marítima, Lars Jensen, no tiene un sentido evidente: “Para la mayoría de los países, no hay un gran cambio, y es difícil ver algún propósito subyacente en estos con respecto a los aranceles recíprocos originales”, apunta.
Impacto en la industria marítima
Respecto a cuál se espera que sea el efecto de los aranceles a los países señalados en la industria marítima, se ha indicado que muchas importaciones desde países como Bangladesh, Camboya, Tailandia, Indonesia o Malasia —claves en manufactura, ropa, calzado y electrónicos— se volverán más caras para compradores estadounidenses. Esto significará un menor volumen de carga contenerizada en rutas del Transpacíficas y del Índico en dirección a la costa oeste y este de EE. UU.
Además, se proyecta la reconfiguración de rutas y proveedores, desvío de cargas hacia zonas francas o terceros países, impactos en la planificación de itinerarios de las líneas navieras y en la capacidad de sus flotas, además de incrementos en los costos logísticos y de seguros. A esto se sumarían impactos a nivel operacional como el aumento de operaciones de feeder y transbordo, mayor uso de puertos intermediarios y posibles inspecciones adicionales por parte de EE. UU. ante sospechas de triangulación de bienes.
Ahora bien, de mantenerse el actual escenario, la mayoría de los países que comercian con Estados Unidos, incluyendo los de América Latina, conservarían los aranceles anunciados el 2 de abril en el “Día de la Liberación” y posteriormente puestos en pausa el 9 de abril.
¿Habrá un nuevo rally de importaciones en EE. UU.?
Cabe recordar que luego de la pausa del 9 de abril se produjo un rally de importaciones de EE. UU. debido a la premura que provocó entre los importadores adquirir la mayor cantidad de bienes posibles antes de que los aranceles volviesen a hacerse efectivos. Esa experiencia ha instalado la pregunta acerca de si esta nueva pausa generará un nuevo frenesí importador. Sin embargo, buena parte de los análisis apuntan a que dicho escenario no se volvería a reproducir.
Zac Rogers, profesor asociado de gestión de la cadena de suministro en la Universidad Estatal de Colorado, indicó a Bloomberg que «probablemente no se avecina una gran oleada”, puesto que “hay un enorme exceso de inventario en medio de las cadenas de suministro en este momento” y que “simplemente no vamos a necesitar mucho inventario cuando llegue la temporada alta”.
El cobre, un ítem aparte
Cabe mencionar los aranceles recíprocos no se aplicarían a los productos cubiertos por los aranceles de seguridad nacional de Trump. Hasta la fecha, el Presidente ha aplicado aranceles de seguridad nacional del 50% al acero y al aluminio, y del 25% a los automóviles. El Departamento de Comercio está estudiando aranceles similares para semiconductores, madera, minerales críticos y cobre. Sobre este último metal saltaron las alertas el martes, luego que el mandatario estadounidense expresara, sin mayor contexto, que «creo que el arancel al cobre será del 50%” en una reunión de gabinete.
La situación generó incertidumbre especialmente en Perú y Chile. Perú puntualmente, en 2023 exportó un 3% de sus concentrados de cobre a EE. UU. mientras que, en 2022, aproximadamente el 9,5% de sus exportaciones de cobre refinado tuvieron el mismo destino. En tanto, Chile en el primer trimestre de 2025 exportó el 15,16% de su producción de cobre a EE.UU., cifra que se compara con el 51,41% exportado a China en el mismo periodo.
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