07/11/2023 EL MERCANTIL
Los dos programas que articulan la descarbonización del modo marítimo en el ámbito europeo a través de la electrificación de muelles, Fuel EU Maritime y la Regulación para la Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR por sus siglas en inglés), sólo contribuirán a reducir en el 25% el total de emisiones de los buques amarrados en los puertos del continente. Ambas normativas están pensadas para entrar en vigor en 2030, pero su impacto será limitado si no abarcan más tipologías de buques en su reglamento, o amplían su efecto a los recintos que están fuera de la red TEN-T. Son las conclusiones que arroja un informe elaborado por la entidad International Council on Clean Transportation (ICCT), en el que también se sitúa a España como uno de los países que más demanda de potencia eléctrica generará en sus puertos, contra una potencia instalada que no está entre las más abundantes de Europa.
Más de un millón de toneladas de CO2
La reducción de emisiones con la normativa actual se fija en 1,03 millones de toneladas de CO2
El organismo internacional ha realizado sus cálculos tomando en cuenta “las necesidades energéticas de los buques que atracaron en 489 puertos de la UE en 2019”, a partir de las cuales ha elaborado varios escenarios. El informe también estima que el total de emisiones de carbono proferidas a la atmósfera por la flota que amarra en Europa alcanza los 4,37 millones de toneladas anuales, producto de todos los buques de tonelaje igual o superior a las 400 toneladas de peso muerto (15.722 buques). Sin embargo, la combinación de normas europeas sólo cubre aquellos barcos que, varados dos o más horas en una dársena, superan las 5.000 toneladas de peso muerto. Eso da cuenta de 9.388 navíos, de los que su mayor parte son cruceros y portacontenedores, y la reducción que se podría extraer de su electrificación quedaría en 1,03 millones anuales a partir de 2030.
Por ello, una de las primeras recomendaciones de ICCT es que el paraguas normativo alcance también a embarcaciones de menor tonelaje, además de abrazar aquellos recintos que quedan fuera de la red esencial europea: “Incluir todos los tipos de embarcación en las normativas supondría aumentar el 1,5 o 2 veces más la potencia a suministrar, pero podría triplicar la reducción de las emisiones de los barcos atracados”, señala el informe, mientras que “añadir puertos más allá de la red TEN-T ayudaría a reducir el 58%” del carbono que se lanza a la atmósfera.
La UE tendrá que doblar o cuadriplicar su potencia instalada para cumplir con sus objetivos de electrificación
Con todo, el informe también advierte de la distancia existente entre la capacidad actual para electrificar los buques en Europa y las necesidades de la flota. Para alcanzar las ambiciones actuales de Bruselas, “la UE tendrá que doblar o cuadruplicar su potencia instalada, según si los países miembros suministran suficiente energía para una demanda ‘media’ o para ‘picos máximos de demanda’”, argumenta ICCT. Si el objetivo fuera “la reducción total de las emisiones de CO2 de buques atracados en todos los puertos estudiados”, la estimación de energía adicional a instalar tendría que llegar a los 2.000 megavatios (MW) para una demanda media y a los 3.300 MW para periodos de alta demanda. Actualmente, la potencia instalada mediante dispositivos Onshore Power Supply (OPS) se sitúa en 309 MW para los 51 puertos europeos que los poseen, según los datos de ICCT.

De entre todos los Estados miembros, España es uno de los que presenta los márgenes más acusados entre la demanda de la flota potencial que atraca en sus puertos y su capacidad instalada. El país es el segundo con más consumo estimado -1.152 Gigavatios por hora (GW/h)-, pero cae a la quinta posición en cuanto a capacidad de suministro eléctrico con 18 MW disponibles. Lejos queda la demanda del tercer país, Francia, con 536 GW/h, y también las capacidades de Suecia (100 MW), Países Bajos (68 MW) o Alemania (46 MW).
Sólo Italia, con un consumo estimado de 1.316 GW/h, supera las demandas de España. La suma de estos tres primeros países supera la mitad del total requerido para dotar de energía los buques de todos los recintos contemplados. “La mitad de la energía consumida combinada entre estos tres países corresponde a cruceros y buques de pasajeros”, especifica en este sentido ICCT. Por contra, Italia únicamente dispone de 5 MW de potencia disponible, menos que España, y en el caso de Francia la cifra se queda en 11 MW.
