13/09/2023 TRANSPORTE XXI
El movimiento del GNL se ha posicionado entre los más dinámicos en los muelles, tras crecer cerca de un 40% en 2022 en los seis enclaves con plantas regasificadoras, y a los que se acaba de añadir Gijón.

El sistema portuario español se ha consolidado como hub de abastecimiento del gas natural licuado (GNL) de la Unión Europa. Una red estratégica para garantizar la seguridad del suministro y minimizar el impacto en los precios de la energía, tras la crisis generada por la invasión de Rusia a Ucrania.
Los puertos de Bilbao, Barcelona, Cartagena, Ferrol, Huelva y Valencia, que cuentan con instalaciones regasificadoras, fueron los beneficiados por el tráfico récord del GNL en 2022, y a los que ahora se incorpora la reciente reactivación de la planta gasística en la dársena de Gijón.
El acelerón del tráfico de gas se refleja en que durante el pasado año se situó en 22,37 millones de toneladas, seis millones más que en el ejercicio anterior, y cerca del doble del volumen de 2018.
“El aumento de las entradas a la red de transporte desde las plantas de GNL se relaciona con la creciente reexportación a otros países europeos para la sustitución del gas ruso. Por ello, pese al descenso de demanda nacional, la actividad de regasificación en 2022 registra niveles muy superiores a los de 2021, con un aumento del 47,9 por ciento”, revela el informe de supervisión técnica del sistema gasista, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Además, el documento también explica la subida del tráfico portuario del GNL por la interrupción del gasoducto de Tarifa a partir de noviembre del 2021, y que no fue compensado por el incremento de la capacidad del gasoducto de Medgaz.
La regulación gasista española aplicada a las plantas de regasificación desde abril de 2020, conocida como tanque único (TVB), y que otorga a los usuarios gran flexibilidad en el uso de estas instalaciones de energía, también ha favorecido llevar a cabo operaciones de carga de buques de GNL para la exportación desde la red de Puertos del Estado.
El documento de la CNMC destaca que en 2022 se contabilizó un techo histórico de descargas de buques de GNL, que ascendieron a 338. Además, se realizaron operaciones de recarga de gas, que, junto con las cargas de buques, bunkering y puestas en frío, alcanzaron también una cifra récord de 113 operaciones.
Los puertos de Huelva y Bilbao comandaron el pasado ejercicio los mayores volúmenes de gas, con unos movimientos que superaron los cuatro millones de toneladas. Así, la dársena andaluza manejó 4,54 millones de toneladas, un 27,1 por ciento más que en 2021. Sin embargo, en el primer semestre de 2023 la terminal onubense ha estabilizado sus flujos de GNL, con 2,05 millones de toneladas, un 1,4 por ciento menos que en 2022.
Por su parte, la regasificadora de Bahía Bizkaia Gas (BBG), en el puerto de Bilbao, movió 4,28 millones de toneladas el pasado año, un 34 por ciento más que en 2021. La entidad portuaria, que preside Ricardo Barkala, mantiene su trayectoria en positivo hasta junio, con una subida del 7 por ciento tras mover 2,34 millones de toneladas.
El puerto de Cartagena aumentó en 2022 un 47,78 por ciento el tráfico de gas natural licuado sobre el año anterior, con 3,84 millones de toneladas, siendo Estados Unidos y Nigeria los principales proveedores. En el primer semestre de este año, el flujo para la regasificadora murciana se situó en 1,72 millones de toneladas, con un descenso del 23,04 por ciento, debido a que las reservas están casi llenas en toda Europa.
La planta de Reganosa en el puerto de Ferrol gestionó 1,74 millones de toneladas de GNL en 2022, un volumen muy similar al de 2021. La dársena gallega aumentó un 29 por ciento este tráfico en el primer semestre de este año, con 1,2 millones de toneladas.
El puerto de Barcelona también obtuvo un crecimiento de doble dígito el pasado año, con un alza del 39,1 por ciento, hasta 3,87 millones de toneladas. Sin embargo, en el primer semestre de este año retrocedió un 21,7 por ciento, hasta 1,56 millones de toneladas. La bajada de las importaciones se explica porque los tanques están llenos y por la menor demanda de gas debido al enfriamiento de la actividad económica, el incremento del uso de renovables por parte del sector eléctrico y a las temperaturas inusualmente altas en invierno.
Por su parte, el complejo de GNL en la dársena de Sagunto contabilizó 3,64 millones de toneladas en 2022, un 94,1 por ciento más que en el ejercicio anterior. En el acumulado hasta junio, las instalaciones de Saggas, situadas dentro de la Autoridad Portuaria de Valencia, redujeron un 6,5 por ciento los volúmenes de este recurso energético, para situarse en 1,87 millones de toneladas.
La Autoridad Portuaria de Gijón se ha incorporado en las últimas semanas al emergente mercado del GNL. Enagás adjudicó, este pasado julio, a Endesa los servicios logísticos de la planta asturiana de gas natural licuado. Un paso definitivo para el arranque comercial de unas instalaciones que desde 2012 se encontraban en estado de hibernación, tras una inversión de 360 millones de euros.
La entidad, que preside Laureano Lourido, ha presentado un plan de empresa 2023-2027 a Puertos del Estado en el que contempla que, con la incorporación del GNL, el tráfico de graneles líquidos alcance 2,12 millones de toneladas frente a las 840.000 manipuladas en 2022.
