23/05/2016 EL VIGÍA
La subdirección general de Ordenación y Normativa del ministerio de Fomento ya tiene avanzado el planteamiento que hará al próximo equipo de Gobierno sobre la regulación de las actividades intermodales entre carretera y ferrocarril. La apuesta de este departamento se centrará en incluir la regulación de la intermodalidad terrestre en el próximo reglamento de la ley de Ordenación de los Transportes Terrestre (ROTT). El titular de esta subdirección, Emilio Sidera, confirmó que la puesta en marcha del ROTT será una de las prioridades que transmita al próximo equipo en Fomento, con el objetivo de que esté listo en el plazo de un año y medio o dos como máximo.
“Es imprescindible abordar el nuevo ROTT”, manifestó. La regulación de la intermodalidad que propone la subdirección general de Ordenación y Normativa de Fomento supondría incorporar al ROTT el proyecto Tilo elaborado por la Unidad Logística de Fomento, de la mano del propio sector logístico. En concreto, debería contar, como ya refleja el modelo Tilo, con una definición clara de qué es un centro de transporte y logística y qué es una terminal intermodal. De este modo, se podría discriminar a las infraestructuras que no lo son. Así lo expuso Emilio Sidera en la clausura de unas jornadas sobre intermodalidad, organizadas en Madrid por la Escola Europea de Short Sea Shipping y Astic.
Criterio inversión-productividad
En segundo lugar, la subdirección de Ordenación y Normativa propone incluir en dicha regulación una categorización de las infraestructuras de los centros de transporte y logística y de las terminales intermodales, teniendo en cuenta las características físicas de la infraestructura y su volumen de actividad, como también recoge el modelo Tilo. “Esto permitiría contar con un criterio de orientación respecto al equilibrio inversión-productividad”, explicó Emilio Sidera. Además, habría que añadir una catalogación de las infraestructuras de centros de transporte y terminales existentes. “Eso ayudaría a racionalizar los criterios, conocer con exactitud qué infraestructuras existen y calibrar la inversión necesaria o no”, argumentó Emilio Sidera.
“No es una tarea pequeña para la próxima legislatura”, añadió el subdirector general. Por ello, la premisa que marcará el éxito o no de la misma será que, en todo momento, dicho planteamiento permita el diálogo en un debate abierto tanto entre el Estado y las Comunidades Autónomas, como entre el Gobierno y el propio sector interesado. La apuesta de la subdirección general es regular la intermodalidad, no tanto a nivel de operaciones sino el marco para favorecer su uso, a través del ROTT, porque la propia ley de Ordenación de los Transportes Terrestres estipula que futuras regulaciones en materia de intermodalidad o para su promoción podrán establecerse por vía reglamentaria.
Con este enfoque de catalogación y categorización, el ROTT incorporaría el modelo creado en el proyecto Tilo de la Unidad Logística para la gestión de las terminales intermodales. Con él, se abordaban dos de las medidas prioritarias de la Estrategia Logística: la de optimizar los modelos de gestión de terminales intermodales y la de impulsar nuevas terminales logísticas estratégicas y prioritarias.
Durante la jornada sobre intermodalidad, fueron varios los ponentes en destacar el valor que apuntaba la Estrategia Logística para el sector del transporte y la logística, pero también el error cometido de dejar paralizado su impulso con el cambio realizado a mitad de la legislatura anterior en la secretaría de Estado del ministerio. Entre el público, Juan Miguel Sánchez, asesor de la Unidad Logística, se mostró crítico y aseguró que el recorrido y el potencial de lo que queda por hacer para impulsar la intermodalidad es muy elevado. En paralelo, puso en valor los logros que ha conllevado la puesta en marcha de la Unidad Logística. Entre ellos, su influencia en el desarrollo de la ley del Sector Ferroviario, la posible inclusión de los aspectos vinculados a las Tilo en el ROTT o el análisis realizado en materia de los pesos y dimensiones de los vehículos. “Lo que ha demostrado la puesta en marcha de la Estrategia Logística es que todavía queda mucho por hacer y por desarrollar en esta materia”, concluyó Sánchez.
Uno de los aspectos de esa futura regulación de la intermodalidad se centrará en aportar criterios que avalen o no la viabilidad económica, ambiental y social de la inversión. En este sentido, expertos del sector como el consejero de TCS Trans, Andrés Herbada, y la directora comercial del puerto seco de Azuqueca, María Pereira, coincidieron en destacar que las terminales intermodales tienen que estar en puntos con una masa crítica de carga elevada. “No tiene sentido crear terminales en el medio de la nada, esperando que luego la carga llegue a ellas”, explicó María Pereira.
Finalmente, el presidente de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic), Marcos Basante, destacó que para el desarrollo de la intermodalidad en España será clave no forzar un reequilibrio modal. “Si se invierte en infraestructura, que sea con criterios de eficiencia económica”, indicó. Por otra parte, insistió en que es fundamental que ese desarrollo venga liderado por el transporte por carretera, de modo que a través del mismo se pueda establecer la complementariedad modal. Todo ello, debe acompañarse y respaldarse con una política de inversiones adecuada, que supla las carencias existentes y sin olvidar la necesidad de eliminar las trabas burocráticas que todavía afectan a la intermodalidad y que acaban alargando los ciclos del transporte.