10/01/2018 DIARIO DE TRANSPORTE
Edouard Philippe, Primer Ministro del Gobierno de Francia, se ha planteado muy seriamente reducir el número de muertes en las carreteras francesas, como mínimo en más de 400 víctimas por años. Sobre todo porque desde el año 2013 el incremento de los accidentes con muertes en el país galo ha sido constante. Para ello es muy posible que se reduzca el límite de velocidad en las carreteras nacionales, departamentales e incluso locales.
Así lo recoge una información del rotativo francés Le Figaro. En Francia durante el pasado año 2017 se registraron 3.477 fallecidos en accidente de tráfico en su territorio. Frente a las 3.268 víctimas de 2013, que registró los datos más bajos de los últimos años en el país vecino. Para ello propone el Primer Ministro que se rebajen las velocidad es en estas carreteras en 10 kilómetros por hora, por lo que las carreteras que no fueran consideradas con una velocidad similar a las de las autopistas (algunos tramos de autovías), como las provinciales, pasarían del límite actual de 90 km/h a 80 km/h.
Inmediatamente esta previsible rebaja del límite de velocidad en las carreteras francesas, ha levantado las críticas de las organizaciones empresariales del transporte por carretera francés. Incluso la oposición de los partidos políticos de la derecha francesa han mostrado claramente su oposición a esta rebaja en los límites de velocidad.
Los representantes de los transportistas alegan que: “Una rebaja en los límites de velocidad en estas carreteras encarecería los costes del transporte. Las personas que residen en las zonas rurales de Francia verían reducida su capacidad de movilidad. Por otra parte, el dinero que recaudaran los gobiernos departamentales y nacionales por las multas, -que se estiman en unos 355 millones de euros-, tan solo servirían para incrementar los ingresos del Tesoro Nacional francés, en lugar de invertirse en mejoras de infraestructuras. Por su parte el Primer Ministro Edouard Philippe no ha dudado en declarar respondiendo a las críticas que: “Si la rebaja de la velocidad en las carreteras me acarrea la impopularidad y este es el precio por salvar vidas, yo quiero ser impopular”.
