30/11/2017 DIARIO DEL PUERTO
Los puertos españoles son, 25 años después de la creación de las autoridades portuarias, el doble de grandes física y económicamente.
Todos sus ratios evidencian el incuestionable salto registrado en los cinco últimos lustros.
Si analizamos en primer lugar cómo han evolucionado físicamente los puertos en este periodo y de acuerdo con los datos facilitados , en 1993 los puertos españoles tenían 216.736 metros de línea de atraque.
Al cierre de 2016 este ratio ascendía a 379.075 metros. Esto supone que a lo largo de este periodo se han generado más de 163 kilómetros nuevos de muelles, lo que representa un crecimiento del 75%.
En superficie abrigada, en 1993 los puertos españoles tenían 157.614 hectáreas. En 2016, esa cifra era de 200.043 hectáreas, un crecimiento notable, aunque menor por cuanto el dato más espectacular es el del crecimiento de superficie terrestre de los puertos españoles, principalmente por ganar terreno al mar.
En 1993 los puertos españoles tenían 52,4 millones de metros cuadrados de superficie terrestre, ratio que en 2016 ascendía a 99,2 millones, es decir, prácticamente el doble.
Esta dimensión del sistema portuario que lo hace prácticamente irreconocible con respectos a sus límites de hace 25 años es fruto de la altísima inversión implementada en este periodo. Según las cifras aportadas por OPPE, entre 1992 y 2016 los puertos españoles invirtieron un total de 15.319 millones de euros.
En este periodo, 1993 fue el ejercicio de menor inversión con 266,4 millones, mientras que en 2008 esta cifra se disparó hasta los 1.321,9 millones.
No hay que olvidar que en el periodo 2006-2010 la inversión anual siempre estuvo por encima de los mil millones de euros, sumándose en este periodo 5.646 millones de euros, es decir, que en cinco años se invirtió un terció de todo lo dedicado a infraestructuras portuarias en los últimos cinco lustros.
La inversión en 2016 ascendió a 416,5 millones de euros, tres veces menos que el pico alcanzado en 2008 y poniendo de manifiesto el nivel de infraestructuras alcanzado y la necesidad de su optimización.
Otro ratio económico esencial que merece la pena resaltar es el de los ingresos.
El importe de la cifra de negocio durante el primer año de funcionamiento de las autoridades portuarias como tales (1993) fue. de 81.116 millones de pesetas, es decir, unos 487,5 millones de euros.
En 2016, por contra, los ingresos ascendieron a 1.060 millones de euros, más del doble, todo un indicador de la dimensión alcanzada en estos 25 años y, por si fuera poco, no del todo preciso, dada la apuesta en los últimos ejercicios por reducir las tarifas y huir de la maximización de los beneficios para trasladarlos al cliente final. En cualquier caso esos beneficios han sido muy notables en los últimos ejercicios.
En 2016 ascendieron a 217 millones, frente a los 201 de 2015, pero sin perder la referencia de los 240 millones logrados en 2011.
Otro dato de mejora es el endeudamiento que devino de la fuerte inversión. De los 2.642 millones de euros de deuda total a cierre de 2011, se pasó a cierre de 2016 a 1.859 millones.