13/11/2025 NEXOTRANS
Iru y FuelsEurope han advertido que la exclusión del transporte por carretera del nuevo Plan de Inversiones en Transporte Sostenible

White trucks driving on the highway winding through forested landscape in autumn colors at sunset
Iru y FuelsEurope han advertido que la exclusión del transporte por carretera del nuevo Plan de Inversiones en Transporte Sostenible (STIP) de la Unión Europea podría socavar la disponibilidad y el desarrollo de combustibles sostenibles en el continente.
Un plan ambicioso pero incompleto
Con la presentación del STIP la semana pasada, la Comisión Europea comprometió casi 3.000 millones de euros para impulsar la aviación sostenible y los combustibles marítimos de aquí a 2027. Este anuncio representa un importante respaldo político a la inversión en combustibles limpios, un paso clave hacia la descarbonización del transporte.
No obstante, tanto IRU como FuelsEurope lamentan que el plan no incluya al transporte por carretera, un sector que también necesita apoyo para acelerar su transición energética. Según ambas organizaciones, dejar fuera a la carretera es una oportunidad perdida para una estrategia integral y coherente.
‘Europa no puede permitirse dividir los modos políticamente cuando los procesos de producción los vinculan técnica y económicamente’
El transporte por carretera, especialmente el de alta resistencia, requiere todas las herramientas de descarbonización viables. Aunque la electrificación es una opción clave, no siempre es la solución óptima ni universal, ya que depende de factores como el tipo de operación y la infraestructura disponible.
Raluca Marian, directora de la UE para la UER, subrayó que “los vehículos de cero emisiones y los combustibles limpios pueden coexistir y coexistirán”. Recordó además que los combustibles limpios ya ofrecen una descarbonización inmediata, a diferencia de otras tecnologías que aún necesitan una década para desarrollarse plenamente en toda la Unión Europea.
Desde FuelsEurope, su directora general Liana Gouta explicó que la producción de combustibles sostenibles genera de forma paralela flujos adecuados para aviación, transporte marítimo y carretera. Por ello, excluir uno de estos sectores debilita al conjunto del sistema.
Gouta advirtió que si la política europea excluye los combustibles limpios para carretera, parte de la producción quedará sin un mercado viable, lo que erosionará la confianza de los inversores y encarecerá los costos de los combustibles sostenibles. “¿Por qué la UE invertiría miles de millones en un modelo debilitado e insostenible?”, cuestionó.
Un llamado a una visión completa
IRU y FuelsEurope insisten en que aviación, transporte marítimo y carretera forman parte de un mismo ecosistema industrial, y que la exclusión de uno afecta a todos. Proponen que el STIP sea verdaderamente multimodal, asegurando:
- Una demanda predecible entre los distintos modos de transporte.
- Economías de escala que reduzcan los costos.
- Inversiones alineadas con los objetivos de descarbonización de la UE.
“Europa no puede permitirse dividir los modos políticamente cuando los procesos de producción los vinculan técnica y económicamente”, concluyen las organizaciones.
En última instancia, todos los modos de transporte comparten un mismo objetivo: la descarbonización. Para alcanzarlo, todas las soluciones que reduzcan emisiones deben ser habilitadas, respaldadas y escaladas. El STIP es un paso prometedor, pero su éxito dependerá de que incluya a todos los sectores en su implementación final.

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