La propuesta normativa en inversión eléctrica hace peligrar la competitividad logística

03/11/2025 EL MERCANTIL

El Proyecto de Real Decreto sobre los planes en inversión eléctrica no está contemplando las necesidades del sector

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El ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico está preparando un proyecto de Real Decreto sobre los planes de inversión en redes de transporte y distribución de energía eléctrica. De este texto, dependerá la capacidad energética de la que puedan disponer los activos inmologísticos. Sin embargo, asociaciones y empresas del negocio logístico están presentando alegaciones porque tal y como se contempla la normativa “sería un riesgo para la competitividad, las inversiones inmologísticas y los proyectos en curso”. Ante esta situación, el presidente de la patronal UNO, Francisco Aranda, alerta de que “la propuesta actual limita el desarrollo de infraestructuras eléctricas porque establece por primera vez una inversión máxima para conectar a clientes. La energía eléctrica es un insumo básico para la competitividad y el crecimiento de nuestro sector y, si se limita el crecimiento, va a congestionar y limitar las inversiones, con lo cual pondría en riesgo el sector logístico y, por lo tanto, pondría en riesgo el abastecimiento”.

“La propuesta va a congestionar y limitar inversiones, poniendo en riesgo el sector”
Francisco Aranda Presidente de UNO

Además, añade que “no pueden empujarnos hacia la electricidad y que, por otro lado, no nos pongan las herramientas necesarias para acometer esa transformación”. En este sentido, la Asociación de Promotores, Propietarios y Usuarios de Naves Logísticas de España (Appunle) ha recordado que el suministro de energía eléctrica a los centros logísticos, tanto existentes como futuros, es esencial para el funcionamiento de las cadenas de suministro, puesto que abastecen de bienes básicos como alimentos, ropa o productos de primera necesidad. Por ello, cualquier restricción o retraso en el acceso a la red eléctrica supondría un “grave riesgo para la continuidad de las cadenas logísticas y el mantenimiento de la actividad económica”.

“La principal limitación ya no es el suelo disponible, sino la potencia eléctrica”
David Martínez Director general de Proequity

De hecho, se está viendo un cambio de tendencia y, ahora, el valor de un activo logístico o industrial depende cada vez más de la potencia eléctrica disponible y del tiempo necesario para obtener conexión a la red. En este contexto, los mapas de capacidad se han convertido en una herramienta decisiva para seleccionar ubicación, diseño y calendario de los proyectos. Esta nueva realidad está impulsando la demanda de activos “electrointensivos por defecto”, preparados para proporcionar desde el inicio potencia escalable, sistemas redundantes y preinstalación de puntos de recarga. Además, “los contratos contemplan hitos de conexión eléctrica y mecanismos de seguimiento público en las obras”, señala David Martínez.

UN CAMBIO ESTRUCTURAL DE LA DEMANDA ENERGÉTICA EN LOGÍSTICA
La demanda energética del sector está viviendo un cambio estructural. La automatización, la robotización y la electrificación están transformando por completo el perfil de consumo de las plataformas logísticas. Los almacenes modernos funcionan con sistemas de gestión automatizados, vehículos guiados por inteligencia artificial y maquinaria eléctrica de alta eficiencia. Todo ello exige un suministro estable, continuo y de mayor potencia. Además, la electrificación de las flotas, tanto de última milla como de transporte pesado, está creando nuevas necesidades de recarga, que se concentran en puntos estratégicos y requieren refuerzos específicos en la red. “La logística se está convirtiendo en un consumidor intensivo y tecnológicamente complejo. Si la planificación energética no se adapta a este nuevo escenario, existe el riesgo de que la red eléctrica se convierta en un cuello de botella para la innovación y el crecimiento del sector”, apunta el director de Industria y Logística de Colliers en España, Oriol Gual.

El valor de un activo logístico o industrial depende cada vez más de la potencia eléctrica disponible

En este contexto, Oriol Gual explica que, hoy en día, un centro logístico puede consumir entre 100 y 250 kWh/m² al año, dependiendo de su nivel de automatización o si cuenta con sistemas de refrigeración. “Esto significa que muchos centros logísticos, especialmente los dedicados a frío o los altamente robotizados, pueden llegar a consumir más energía que una planta industrial tradicional, cuyo rango medio está entre 80 y 150 kWh/m²/año”. Además, subraya que en el caso de la logística de frío es especialmente relevante, y que se trata de uno de los segmentos más intensivos en consumo energético y, además, “está creciendo con fuerza”. En 2025, el mercado español de la cadena de frío está valorado en más de 5.000 millones de dólares, con previsión de superar los 6.300 millones en 2030, un crecimiento anual de más del 4%.

Este auge viene impulsado por el comercio electrónico de productos perecederos, la exportación agroalimentaria y la demanda del sector farmacéutico. “A todo esto, se suma que las plataformas automatizadas y refrigeradas requieren altas potencias contratadas y un suministro muy estable. En algunos nodos logísticos, la falta de capacidad eléctrica ya está provocando retrasos en la conexión de proyectos, incremento de costes e incluso traslado de inversiones a zonas con mejor infraestructura energética”, contextualiza el directivo de la consultora inmobiliaria.

“Las plataformas automatizadas y refrigeradas requieren altas potencias contratadas”
Oriol Gual Director de Industria y Logística de Colliers en España

Por ello, Appunle en sus alegaciones ha señalado que el texto del proyecto podría “poner en peligro la seguridad del suministro eléctrico”, al no prever niveles de inversión suficientes para que tanto los demandantes como los generadores de energía puedan conectar sus proyectos. Además, han subrayado que, a pesar de que el aumento del 62% del límite de inversiones supone un avance, este incremento “sigue quedándose corto” en comparación con las previsiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que contempla inversiones de otros países europeos o las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía.

EL NEGOCIO LOGÍSTICA DEMANDA PARTICIPAR EN EL REAL DECRETO
A este respecto, David Martínez (Proequity) añade que si el proyecto de Real Decreto que regula los planes de inversión en redes de transporte y distribución no reconoce a la logística como uso estratégico ni orienta las inversiones a resultados medibles, con una planificación anticipada y mayor transparencia en los planes anuales y plurianuales, “corremos el riesgo de consolidar cuellos de botella que posponen o deslocalizan proyectos”. Por su parte, Oriol Gual (Colliers) apostilla que “se debería reconocer al sector logístico como estratégico dentro de la planificación energética del país, no se trata sólo de garantizar el suministro, sino de asegurar que la red eléctrica sea capaz de acompañar el crecimiento de un sector que es clave para la competitividad industrial y comercial de España”.

Por ello, desde Proequity consideran que es necesario reservar capacidad específica en corredores logísticos, establecer plazos regulatorios de conexión (SLAs) y publicar hitos de obra que aporten visibilidad real a operadores e inversores. “El ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha abierto el texto a información pública con el foco en el volumen y la orientación de las inversiones, y firmas independientes han subrayado el avance en materia de gobernanza y transparencia. Sin embargo, debemos asegurarnos de que el texto final recoge el papel de sectores intensivos como el inmologístico en la asignación de capacidad”, destaca David Martínez.

Solicitan que la logística esté entre los beneficiarios de los incrementos del límite máximo de inversión

En esta línea, Oriol Gual apunta como prioridades el reconocer al sector como prioritario, incluyendo a la logística entre los beneficiarios de los incrementos del límite máximo de inversión retribuible; agilizar los trámites de conexión, simplificando procedimientos y reduciendo los tiempos administrativos, sobre todo en las zonas más saturadas y mejorar la coordinación intersectorial. Todo ello “promoviendo una colaboración real entre el ministerio de Transportes, el de Transición Ecológica y los principales operadores logísticos e industriales, de forma que las necesidades energéticas del sector estén integradas en la planificación de infraestructuras”.

Desde la patronal UNO, Francisco Aranda asegura que lo primero que hay que hacer es facilitar el acceso a la energía y, en segundo lugar, agilizar los trámites administrativos, “porque ese es un factor de competitividad también”. En este contexto, puntualiza que el sector logístico no debería tener límites máximos, “porque tiene mucha más demanda que otros sectores y podríamos perder competitividad como país, cuando somos el único país europeo que esta creciendo en demanda inmologística, por tanto, medidas como esta que generen inseguridad solo sirven para paralizar proyectos y ahuyentar inversiones”.

UN RIESGO PARA LA COMPETITIVIDAD
En esta misma línea, el director general de Proequity explica que una falta prolongada de capacidad “estrecha la oferta efectiva en los submercados más dinámicos, puede sostener rentas en el corto plazo, pero erosiona la competitividad frente a hubs europeos que aseguran potencia disponible y calendarios definidos”. En cualquier caso, desde Colliers aseguran que, por ahora, el impacto sobre la competitividad es moderado, aunque reconoce que los signos de tensión son evidentes. “En varias zonas industriales y logísticas estratégicas ya se están produciendo retrasos en las conexiones eléctricas, lo que obliga a algunos promotores a redimensionar proyectos o incluso replantear inversiones”, alerta Oriol Gual.

Se están produciendo retrasos en las conexiones eléctricas obligando a replantear inversiones

Ante esta situación, muchas empresas están buscando soluciones temporales como el autoconsumo, optimización energética o acuerdos con suministradores locales, pero a medio plazo esto no será suficiente. “Si la red no se refuerza al ritmo que crece la demanda, la falta de capacidad energética puede convertirse en un freno real para la competitividad del sector”, reiteran desde Colliers. De hecho, David Martínez (Proequity) aclara que muchas empresas están migrando hacia desarrollos llave en mano con capacidad eléctrica garantizada y, cuando esto no es posible, aplazando o trasladando inversiones a zonas con mayor certidumbre de conexión.

Por eso, Oriol Gual (Colliers) señala que es fundamental anticiparse, planificar con visión a largo plazo y asegurar que la infraestructura energética evolucione al mismo ritmo que lo hace la nueva logística. “Sólo así podremos mantener el atractivo del sector para la inversión y su papel como motor de la economía industrial española”. En este sentido, David Martínez destaca que cuando la red eléctrica no crece al ritmo que demanda la actividad económica, “los plazos para disponer de suministro energético se dilatan, el coste de la inversión aumenta debido a la necesidad de soluciones provisionales y el riesgo operativo eleva el coste total del proyecto”.

El sector considera que el texto pone en peligro la seguridad del suministro eléctrico y la competitividad

Por estos motivos, en las alegaciones, han señalado que el texto del proyecto “pone en peligro la seguridad del suministro eléctrico y la competitividad y podría suponer cuellos de botella”. “Somos conscientes de que, ante este desafío, somos un actor pequeño, pero representamos a un sector estratégico, porque la logística es lo que nos permite alimentarnos, vestirnos y trabajar”, han reiterado desde Appunle.

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