Europa acelera la carga para el camión eléctrico: qué hará falta de aquí a 2030

14/10/2025 TRANSPORTE AL DÍA

La electrificación del transporte pesado ya no es una promesa: es calendario y capacidad instalada. Un nuevo análisis del International Council on Clean Transportation (ICCT) cifra las necesidades de infraestructura de recarga para camiones eléctricos (BETs) en la UE-27 en 2030 y ofrece una hoja de ruta para no perder el paso de los objetivos climáticos. El estudio estima entre 22 y 28 GW de potencia de carga instalada, dividida casi al 50% entre redes públicas y privadas, lo que equivale a 150.000–175.000 cargadores privados y 60.000–80.000 públicos distribuidos por toda la Unión.

Dónde se cargará (y con qué potencia)

La “pernocta” será la reina. La mayor parte de la energía se repondrá en depósitos y centros logísticos, mientras que entre 4.000 y 5.300 cargadores de potencia megavatio (≈750 kW) darán soporte a los tramos de alta demanda, especialmente en rutas de largo recorrido. Estos ultrarrápidos representarán ~15% de la potencia instalada, pero apenas ~2% del total de equipos, y se combinarán con puntos rápidos de 150–350 kW que podrán cubrir más de la mitad de las necesidades de carga pública para el largo recorridoSi las baterías de los camiones crecen (≈720 kWh), la demanda de cargadores MW podría reducirse hasta un 40%, aliviando la presión sobre la red de ultrarrápida.

El papel de España y los grandes mercados

Cinco países concentrarán más del 70% de la demanda de recarga: Alemania, Polonia, Francia, España e Italia. En flota, España podría contar con 23.000–28.000 camiones eléctricos en 2030, lo que la sitúa entre los mercados clave para el despliegue de infraestructura y refuerza la necesidad de planificar conexiones de red en corredores TEN-T y nodos logísticos.

AFIR: imprescindible, pero insuficiente

La Regulación de Infraestructuras para Combustibles Alternativos (AFIR) asegura una cobertura mínima, pero solo cubriría entre el 50% y el 70% de la carga pública necesaria en 2030En la red principal (core) podría llegar al 65–85%, mientras que en la red global (comprehensive) caería al 35–45%Resultado: hará falta ir más allá de los mínimos con inversiones coordinadas y planificación proactiva para evitar cuellos de botella.

Cuellos de botella y cómo desbloquearlos

La potencia está en la geografía y en los permisos. El ICCT advierte de congestión de red en ubicaciones de alta potencia y de tramitaciones largas que pueden retrasar la entrada en servicio. Para acelerar, propone:

  • Declarar los hubs de carga para pesados como “proyectos de interés público superior”, agilizando permisos.
  • Planificación de red anticipatoria, habilitando a los operadores eléctricos a invertir antes de que llegue la demanda.
  • Transparencia en la “capacidad de acogida” mediante mapas públicos que faciliten decisiones de ubicación a operadores y flotas.
  • Impulso a corredores limpios en el TEN-T, estandarizando buenas prácticas para replicarlas a escala.

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