EE.UU. escala ofensiva y esta semana impondrá gravámenes a buques vinculados con China

14/10/2025 MUNDO MARÍTIMO

Estados Unidos aplicará a partir del 14 de octubre un nuevo régimen de gravámenes portuarios a buques propiedad, operados o construidos por compañías basadas en China, en lo que constituye una de las medidas más agresivas para frenar la expansión marítima del país asiático. Las normas, elaboradas por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), obligan a los armadores a demostrar el pago anticipado de los gravámenes antes de recibir autorización para ingresar o descargar en puertos estadounidenses.

Según Alphaliner, los armadores deberán acreditar el pago a través del sitio oficial Pay.gov, bajo dos anexos: uno que fija un gravamen inicial de US$50 por tonelada neta para naves operadas o de propiedad china —que aumentará US$30 por año durante los próximos tres años—, y otro que impone el mayor valor entre US$18 por tonelada neta o US$120 por contenedor descargado desde buques construidos en China. La falta de comprobante implicará “la negación de operaciones de carga y descarga, y la retención de la autorización de zarpe hasta que el pago sea verificado”.

La USTR justificó la medida en la “dominancia estructural de China en la industria marítima global”, donde los astilleros del país construyen casi una cuarta parte de la flota mundial. En contraste, Estados Unidos construyó menos de diez buques mercantes el año pasado, frente a más de mil en China, según Reuters.

El impacto potencial es considerable: de acuerdo con BIMCO, hasta 35% de los buques de los segmentos granelero, tanquero y portacontenedor podrían quedar sujetos a los nuevos gravámenes, representando el 44% de la capacidad combinada de esas flotas. No obstante, el analista jefe de la asociación, Niels Rasmussen, advierte que los efectos sobre las tarifas de transporte serían limitados. “Los importadores y exportadores estadounidenses no deberían esperar un aumento en los fletes”, afirmó.

La normativa ha generado inquietud por su falta de precisión operativa. La Cámara Marítima de EE. UU. (CSA) y el Consejo Mundial de Transporte Marítimo (WCS) advirtieron que aún faltan definiciones sobre cómo se determinará la propiedad de los buques y qué documentos usará Aduanas y Patrulla Fronteriza de EE. UU.  (CBP) para aplicar las tarifas. “USTR o CBP necesitan aclarar una serie de cuestiones que planteamos en nuestros comentarios”, señaló Kathy Metcalf, presidenta de la CSA. A ello se suma un obstáculo práctico: el portal de pagos estadounidense no acepta transferencias bancarias extranjeras, lo que preocupa a los agentes marítimos que deben procesar las operaciones, según la Asociación de Corredores y Agentes de Buques (ASBA).

Impacto limitado, ajustes operativos y respuesta de Pekín

Pese al carácter punitivo de las medidas, los analistas prevén un impacto contenido sobre los flujos comerciales y las tarifas. Bloomberg reportó que las principales líneas navieras han comenzado a reordenar sus flotas para evitar que buques construidos en China atraquen en Estados Unidos, mitigando así el efecto financiero. “Las compañías están redistribuyendo naves y revisando contratos de fletamento para definir quién asume los costos”, explica Rasmussen.

Entre las líneas navieras más expuestas figura Cosco Shipping, junto a su filial OOCL, mientras que ZIM, ONE y CMA CGM también enfrentarían altos pagos por su dependencia de buques fletados a armadores chinos. Alphaliner estima que, de mantenerse las operaciones actuales, las diez mayores líneas navieras acumularían US$3.240 millones en tarifas en 2026, con Cosco concentrando casi la mitad del total. Aun así, varias han confirmado que no aplicarán recargos a los clientes. “Como varias líneas ya se comprometieron a no subir tarifas, y Cosco probablemente deba seguir esa línea para mantenerse competitiva, no esperamos alzas en los fletes del mercado de contenedores”, sostiene Rasmussen.

La incertidumbre inicial podría, sin embargo, causar incrementos temporales de tarifas por “confusión en la implementación”, advierte BIMCO. En los segmentos granelero y tanquero, se prevé que muchos buques opten por salir de las rutas con destino a Estados Unidos, lo que evitaría distorsiones mayores en los fletes.

Reacción de China

El Ministerio de Transporte de China anunció que impondrá gravámenes espejo a los buques estadounidenses a partir del mismo 14 de octubre, comenzando en US$56 por tonelada neta. En un comunicado, el gobierno chino afirmó que las medidas estadounidenses “violan los principios del comercio internacional y el Acuerdo Marítimo entre Estados Unidos y China”.

El cruce de sanciones añade un nuevo capítulo al pulso marítimo entre ambas potencias, en un contexto en que la supremacía industrial china en la construcción naval y la logística oceánica se ha convertido en un eje estratégico de rivalidad. Con las nuevas tarifas en vigor, el comercio marítimo global suma otra fuente de fricción en un escenario ya tensionado por los conflictos en el Mar Rojo y la reconfiguración de las rutas marítimas.

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