El comercio global avanza con el freno puesto

09/10/2025 DIARIO DEL PUERTO

El comercio global de mercancías crecerá a un ritmo más lento de lo previsto, según las nuevas estimaciones de la Organización Mundial del Comercio, que prevé que el volumen se frene por la debilidad de la demanda, las tensiones geopolíticas, los nuevos aranceles y la desaceleración de las principales economías industriales.

El transporte marítimo es la columna vertebral del comercio mundial, moviendo entre el 80% y el 90% del volumen de las mercancías a nivel global. En la foto, el puerto de Tánger Med. Foto J.P.

La OMC ha revisado a la baja sus previsiones para el comercio mundial de mercancías, anticipando un crecimiento moderado en 2025 y 2026, según la última actualización de octubre del informe “Global Trade Outlook and Statistics”, que destaca cómo tras la expansión de 2024 impulsada por la recuperación del consumo y la normalización de las cadenas de suministro, el ritmo de los intercambios globales pierde fuerza.

El organismo estima que el comercio de mercancías avanzará a un ritmo inferior al 3% en 2025, condicionado por la persistente debilidad del PIB mundial y por el efecto de los nuevos aranceles aplicados en las principales rutas comerciales.

Asimismo, la fragmentación económica y las medidas proteccionistas adoptadas por diversas economías “reconfiguran los flujos de comercio global”, reduciendo la eficiencia logística y encareciendo los costes de producción. Aunque la demanda se mantiene estable en algunos sectores tecnológicos y de bienes intermedios, la desaceleración en transporte, energía y manufacturas pesadas marca el tono general del comercio internacional.

La Organización Mundial del Comercio describe el actual escenario como de “crecimiento limitado pero resiliente”

Tensiones comerciales y aranceles

Las tensiones comerciales y la imposición de aranceles bilaterales entre grandes economías siguen afectando la evolución del comercio de bienes. En este contexto, la OMC destaca que los nuevos aranceles, aunque dirigidos a productos específicos, tienen efectos indirectos sobre amplias cadenas de valor: aumentan los costos logísticos, reducen la inversión y ralentizan la rotación de inventarios.

A ello se suma un consumo global debilitado por la pérdida de poder adquisitivo y la política monetaria restrictiva aplicada por los principales bancos centrales. En Europa y Norteamérica, la demanda de bienes duraderos se ha estancado, mientras que en Asia las exportaciones manufactureras enfrentan una demanda menos dinámica desde Occidente.

Por su parte, la combinación de precios energéticos inestables, transporte más caro y tipos de interés elevados constituye, según el informe, un entorno adverso para el comercio internacional.

La OMC insiste en que “la estabilidad de las políticas comerciales y la cooperación multilateral” serán determinantes para recuperar la confianza de los mercados.

A pesar del entorno desafiante, algunos segmentos del comercio de mercancías mantienen un dinamismo destacable, especialmente los bienes intermedios

Concentración de la producción

A pesar del entorno desafiante, algunos segmentos del comercio de mercancías mantienen un dinamismo destacable, especialmente los bienes intermedios, como los componentes electrónicos, maquinaria y productos químicos, así como los bienes de alta tecnología.

La digitalización industrial, la transición energética y la demanda de equipamiento para energías renovables sostienen parte del crecimiento en sectores clave como semiconductores, baterías y automoción eléctrica.

La OMC subraya que el comercio en bienes relacionados con la sostenibilidad y la transformación digital “continúa expandiéndose incluso en escenarios de menor crecimiento global”. A pesar de ello, el organismo internacional advierte que la concentración de la producción en pocos países y la creciente competencia tecnológica entre potencias podrían introducir nuevas vulnerabilidades en las cadenas de suministro.

En este sentido, el fortalecimiento de las normas multilaterales y la reducción de barreras regulatorias serían, a su juicio, esenciales para preservar la fluidez del comercio internacional de bienes industriales.


EL DATO +2,4% 2026

El pronóstico de la OMC sobre el crecimiento del volumen del comercio mundial de mercancías en 2025 ha aumentado al 2,4% (en agosto se estimaba un 0,9%), mientras que las perspectivas para 2026 han caído al 0,5% (+1,8% estimados en agosto).


Factores de la desaceleración

Entre las causas del menor dinamismo del comercio mundial destacan la pérdida de impulso del crecimiento económico global, la incertidumbre geopolítica y el aumento de los aranceles. Las empresas enfrentan costos logísticos más elevados y plazos de entrega más largos, lo que reduce la competitividad. Por otra parte, el encarecimiento del crédito y la caída de la demanda de bienes duraderos, especialmente automóviles y equipos electrónicos, también han contribuido a la desaceleración.

Además, las políticas industriales orientadas a la autosuficiencia tecnológica están alterando los flujos comerciales. Según la OMC, estos factores se combinan para conformar un escenario de “crecimiento limitado pero resiliente”, donde la cooperación multilateral se vuelve esencial para mantener abiertas las vías del comercio internacional.

Las empresas enfrentan costos logísticos más elevados y plazos de entrega más largos, lo que reduce la competitividad
$!El comercio de mercancías avanzará a un ritmo inferior al 3% en 2025. Foto J.P.

Asia, centro de gravedad

El informe “Global Trade Outlook and Statistics” refleja que el continente asiático continúa siendo el centro de gravedad del comercio mundial. Su fortaleza radica en la integración productiva regional, la especialización industrial y el desarrollo logístico. Países como China, Corea del Sur, Vietnam e India están incrementado su participación en las exportaciones globales gracias a la diversificación de mercados y al liderazgo en manufacturas tecnológicas.

El Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP) consolida esa tendencia, facilitando flujos intraasiáticos más fluidos. Aun así, el crecimiento regional enfrenta riesgos: envejecimiento demográfico, presión energética y dependencia de mercados occidentales.

Asia resiste, Europa se enfría

El crecimiento del comercio de mercancías presenta marcadas diferencias por regiones. Asia sigue siendo el motor del intercambio mundial gracias a su especialización industrial y a la resiliencia de sus cadenas de suministro. China, Vietnam, India y los países del Sudeste Asiático mantienen tasas positivas de exportación, aunque más moderadas que en años anteriores.

En contraste, Europa muestra signos de estancamiento, afectada por la debilidad de su industria manufacturera y por la contracción del comercio intraeuropeo. América del Norte, por su parte, experimenta un crecimiento moderado, apoyado en el sector energético y la relocalización de producción (“nearshoring”) hacia México.

Entretanto, América Latina y África afrontan limitaciones estructurales: baja diversificación exportadora, infraestructuras logísticas insuficientes y escaso acceso a financiación internacional. La OMC prevé que el comercio de bienes entre economías emergentes y países menos adelantados recupere impulso en 2026 si mejora el contexto financiero global y se estabilizan los precios de las materias primas.

Hacia un comercio más sostenible

La transición ecológica está transformando el comercio de bienes. El aumento de la demanda de productos sostenibles, energías renovables y tecnologías limpias genera nuevas oportunidades para exportadores especializados. Los bienes ambientales (paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos) registran los crecimientos más altos del comercio industrial. Sin embargo, la falta de estándares comunes y la introducción de medidas unilaterales, como los ajustes de carbono en frontera, generan tensiones. La OMC promueve avanzar hacia un marco multilateral que incentive la producción limpia sin distorsionar el comercio. A medida que las economías adapten sus cadenas de valor a criterios verdes, la sostenibilidad se convertirá en un factor clave de competitividad y en un nuevo eje de la gobernanza comercial global.

Los aranceles anticipan las exportaciones

El tráfico de contenedores en los principales puertos internacionales es un indicador clave del volumen del comercio mundial de mercancías. La ligera tendencia positiva observada en 2025 refleja el adelanto de exportaciones motivado por los anunciados incrementos arancelarios de Estados Unidos. Las tendencias negativas iniciales a comienzos del año fueron compensadas por un aumento global del volumen de exportaciones en los últimos meses.

El gráfico superior ilustra estas tendencias mediante el Índice Global de Tráfico de Contenedores RWI/ISL, que mide el tráfico total de 90 puertos internacionales que representan aproximadamente el 64% del tráfico mundial de contenedores. Según dicho indicador, el índice desestacionalizado aumentó hasta 137,5 en julio, desde 135,4 en junio.

En la primera mitad de 2025, el tráfico mundial de contenedores aumentó un 6% interanual, con un crecimiento sólido del 7,4% en el índice del Norte de Europa, que abarca a los puertos de Le Havre, Zeebrugge, Amberes, Róterdam, Bremen/Bremerhaven y Hamburgo. La actividad portuaria china creció un 6,1%, con su índice alcanzando 150,6 en julio, lo que indica una recuperación de las exportaciones chinas. Los datos mensuales más recientes muestran un aumento del tráfico de contenedores en todas las demás regiones portuarias también.

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