22/09/2025 MUNDO MARÍTIMO
La incertidumbre ha dominado al transporte aéreo de carga en 2025. Aunque el mercado ha mostrado algunos momentos de estabilidad, no existe un crecimiento sostenido y lo que predomina es la fragmentación. Mientras algunas rutas experimentan una fuerte demanda, otras han sido golpeadas por las políticas comerciales y la desaceleración del e-commerce. A esta disparidad se suman las limitaciones de flota, los retrasos en la entrega de nuevos aviones y la dependencia estacional de los vuelos de pasajeros, factores que restringen la capacidad global. Este escenario anticipa posibles alzas en las tarifas cuando la demanda vuelva a repuntar, apunta el reporte “Rastreador de Tarifas de Transporte Aéreo” de Ti.
EE. UU., el principal factor disruptivo
Las políticas comerciales de EE. UU. siguen siendo el principal factor disruptivo. Su última ofensiva, que entró en vigor en julio y agosto, sacudió el mercado de carga aérea a través de los flujos globales de comercio y reforzó un patrón común: la capacidad supera a la demanda. Lo que emerge no es un ciclo de debilitamiento, sino un proceso de reajuste estructural.
Era inevitable que los propietarios de carga adelantaran embarques para evitar los plazos de aranceles, y que, una vez cumplido ese objetivo, la demanda volviera rápidamente a niveles bajos. Los peaks de corta duración ya pasaron, dejando tras de sí una temporada alta debilitada. Además, la fragilidad del consumo quedó en evidencia, pues la inflación aumentó y el gasto en bienes discrecionales cayó.
Índice Global de Tarifas de Carga Aérea
El mercado aéreo de carga mantiene estabilidad con tendencia a la baja en 2025. En agosto, las tarifas promediaron US$2,82 por kilo en rutas principales, con descensos de 4,5% frente a mayo y 8,3% interanual, mientras que las de retorno también retrocedieron. La debilidad de la demanda, afectada por menor gasto en bienes discrecionales y volúmenes reducidos, contrasta con una capacidad global 7% superior a la demanda. Para el cuarto trimestre no se prevé un repunte significativo: las compras navideñas podrían generar presión puntual, pero el aumento de capacidad limitará cualquier alza, que sería acotada y temporal.
En cuanto a la sensación de evolución del mercado, más de la mitad de los encuestados por Ti (54,1%) prevé un aumento de las tarifas en los próximos tres meses, con expectativas más marcadas en la ruta Asia–Europa, donde el 68,1% anticipa alzas. En Asia–Costa Oeste de EE.UU., el 50,5% proyecta incrementos, mientras que para Europa–Costa Este de EE.UU., un 43,2% estima un comportamiento similar.
Demanda Global
En el tercer trimestre, el índice de volúmenes globales marcó un crecimiento de 4,3 puntos, aunque en términos interanuales permaneció casi plano con una caída marginal de 0,1 puntos. Europa (+1,7) y Asia (+1,5) registraron avances, mientras que Norteamérica retrocedió 3,2 puntos respecto a 2024. Sin embargo, en comparación trimestral, todas las regiones mostraron crecimiento, con Asia liderando con un alza de 6,2 puntos.
Las políticas comerciales de Estados Unidos continúan afectando al sector. La eliminación global de la exención de minimis desde el 29 de agosto, junto con nuevos aranceles sobre Brasil e India, reducirán la movilización de carga ligera y fomentarán mayores procesos de consolidación. Para 2025, el crecimiento de la carga aérea se proyecta en apenas 0,6%, limitado por el enfriamiento del e-commerce y la debilidad industrial en Europa.
Oferta Global
La capacidad global continuó en aumento durante 2025. En junio, los CTKs (tonelada-kilómetro de carga) subieron 1,6% interanual, mientras los ACTKs (Toneladas-kilómetro de carga disponibles) avanzaron 2,8%. No obstante, el ritmo de crecimiento comenzó a desacelerarse tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles estadounidenses.
La capacidad en bodegas alcanzó su nivel más alto desde 2019, con un incremento de 4,8% interanual. Aun así, las proyecciones para el cuarto cuatrimestre anticipan exceso de capacidad frente a una demanda débil. Las aerolíneas están ajustando frecuencias y reposicionando aviones tras el auge del tercer trimestre, aunque persisten cuellos de botella estructurales derivados de la escasez de nuevos cargueros y de las demoras en procesos de conversión.
Gestión de capacidad será clave
La capacidad aérea ha mostrado fuertes oscilaciones: el regreso de vuelos de pasajeros aumentó la oferta en bodegas, mientras la redistribución de cargueros entre Pacífico y Europa distorsionó las tarifas. Para el cuarto cuatrimestre, las aerolíneas deberán ajustar frecuencias con cautela en un escenario de sobreoferta persistente. El sector sigue marcado por la inestabilidad más que por el crecimiento. De cara a fines de 2025 e inicios de 2026, la gestión de capacidad frente a una demanda desigual y moldeada por políticas será más determinante que la estacionalidad.
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