La OMA alerta de nuevas técnicas de ocultación en contenedores dirigidos a puertos españoles

28/07/2025 GRUPO C DE COMUNICACIÓN

Los métodos de ocultación más observados incluyen el ‘rip-on/rip-off’ facilitado por conspiradores internos y los ocultamientos estructurales en contenedores refrigerados y patios vacíos.

La cadena de suministro marítima a nivel global se encuentra bajo una presión sin precedentes por parte del crimen organizado, según un nuevo informe de la Organización Mundial de Aduanas (OMA). El documento, basado en más de 2.600 incautaciones de estupefacientes entre 2023 y 2024, alerta de una infiltración “generalizada, sistémica y prolífica” en el sector, con España consolidándose como uno de los principales focos de entrada de cocaína en Europa.

El informe advierte que las redes criminales están ganando terreno mediante la corrupción de empleados clave —los denominados “conspiradores internos”—, cuya participación se detectó en aproximadamente el 68% de los casos de tráfico de drogas por vía marítima. La amenaza interna se ha convertido en un factor crítico de vulnerabilidad para la cadena logística internacional.

Los puertos españoles, entre los más vulnerables

El documento sitúa a España como el segundo país más relevante de Europa en la recepción de envíos de cocaína por contenedor, solo por detrás de los Países Bajos. Mientras que la media europea registró una reducción del 34% en incautaciones durante 2024, España rompió esa tendencia, con un incremento tanto en número de incautaciones en 2023 como en la cantidad de droga detectada en origen con destino a puertos españoles durante 2024 —un 10% más respecto al año anterior.

Puertos como Valencia, Barcelona, Algeciras y Vigo aparecen reiteradamente como puntos estratégicos para las organizaciones criminales. La cantidad media de cocaína incautada por detección se ha duplicado en el caso español, pasando de 350 kg en enero de 2023 a 700 kg a finales de 2024, lo que apunta a operaciones de contrabando a gran escala.

Metodologías más sofisticadas

El método más utilizado continúa siendo el conocido como rip-on/rip-off, consistente en introducir la droga en contenedores legítimos con la ayuda de empleados portuarios corruptos. No obstante, las organizaciones están diversificando sus tácticas: ocultamientos estructurales en suelos, paredes y techos de contenedores, especialmente refrigerados, son cada vez más frecuentes. Estas técnicas, además de complejas, conllevan importantes daños a la infraestructura logística, tanto en términos económicos como reputacionales.

El informe alerta de que este tipo de manipulaciones provoca “costosos trabajos de reparación” e incluso la “destrucción de los ladrillos de cocaína y la posible contaminación de la carga interna”, lo cual representa un riesgo directo para la salud pública y un perjuicio para los operadores logísticos.

Asimismo, se constata un fenómeno de dispersión conocido como efecto lecho de agua, por el cual las redes criminales desvían sus actividades hacia puertos secundarios o emplean rutas no convencionales, como la entrega de cargamentos en alta mar. Estas estrategias buscan eludir los controles en puertos de alta vigilancia y explotar las lagunas de seguridad en infraestructuras menos reguladas, como los patios de contenedores vacíos post-fronterizos.

Llamada a la coordinación internacional

Más allá del perjuicio económico y operativo, el informe pone el foco en el coste humano del narcotráfico. El incremento de la producción de cocaína ha ido acompañado de un repunte de la violencia en toda la cadena logística, especialmente en países como Ecuador, donde trabajadores del sector marítimo han sido asesinados o coaccionados por las mafias. “Estamos lidiando con personas extremadamente peligrosas que están infiltrando toda la cadena de suministro”, reconoce el informe, citando a altos ejecutivos de navieras.

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