04/01/2024 EL MERCANTIL
El transporte marítimo de contenedores está inmerso en una espiral alcista de fletes spot con la crisis del Mar Rojo como principal vector. Según los últimos datos del Índice Mundial de Contenedores de la consultora británica Drewry, publicados este jueves, los precios spot han aumentado el 61% en el transcurso de apenas una semana, hasta los 2.670 dólares por contenedor de 40 pies. La cifra también está el 25% por encima de la experimentada en la misma semana de 2022. Además, el flete está ahora el 88% por encima de las tarifas medias prepandemia, que eran del orden de 1.420 dólares, han recordado desde Drewry. En este contexto y ante la persistencia de la crisis en el Mar Rojo, los analistas prevén que los fletes entre Asia y Europa mantengan la escalada en las próximas semanas, especialmente en las rutas con el Mediterráneo, que serán, de lejos, las más afectadas por el incremento de la distancia motivada por el desvío por el Cabo de Buena Esperanza.
En concreto, el analista y consejero delegado de Vespucci Maritime, Lars Jensen, ya apunta a que, “si persiste la ruta alrededor de África”, la única vía posible para las navieras que han decidido abandonar el tráfico por el Mar Rojo hacia el Mediterráneo, “es de esperar que veamos un aumento de los precios” en esta ruta en comparación con el norte de Europa, producto de “una distancia de navegación más larga”. Las tarifas de Shanghai a Rotterdam se han disparado el 115% (1.910 dólares), hasta 3.577 dólares por contenedor en la última semana, según el índice de Drewry. Le siguen los fletes spot de Shanghai a Génova, que han subido el 114% (2.222 dólares), hasta 4.178 dólares por un contenedor de 40 pies. Asimismo, los precios de transporte marítimo de Shanghai a Los Ángeles han ascendido el 30% (626 dólares), hasta los 2.726 dólares por contenedor de 40 pies. Por su parte, desde Shanghai a Nueva York han aumentado el 26% (784 dólares), a 3.858 dólares.
Estos datos no son una tendencia nueva, puesto que el comercio marítimo internacional ya acumula unas cuantas semanas experimentando achaques por los conflictos geopolíticos en Oriente Medio. Sin embargo, sí vienen a confirmar unos movimientos que, según los expertos, se prolongarán durante este año, dado que el conflicto en el Mar Rojo y la zona del Canal de Suez se ha recrudecido en cuestión de pocos días desde la entrada en 2024.
El alza de fletes coincide con la negativa de Maersk a retomar sus rutas por el Mar Rojo hasta nuevo aviso
El analista Lars Jensen también ha corroborado el nulo impacto que, “hasta ahora”, ha experimentado el comercio por el Atlántico. También apunta a que, si bien la Costa Oeste de Estados Unidos no se ha visto afectada directamente por la situación en el Mar Rojo, “es de esperar un efecto indirecto, ya que algunos importadores estadounidenses cambian de ruta de costa a costa”. El índice de precios de Drewry no es el único que constata una evolución al alza en los precios del transporte marítimo. En cuestión de tres semanas desde que los ataques hutíes a los buques de mercancías que transitan entre el Mar Rojo y el Canal de Suez se recrudecieron, el Shanghai Containerized Freight Index (SCFI), instrumento de referencia en el ámbito del shipping, confirma que los fletes de los productos importados desde China se han incrementado más del 160% en comparación con el 15 de diciembre.
CERROJAZO A REANUDAR LOS TRÁFICOS POR EL MAR ROJO
A todo ello se le suma la decisión de la segunda naviera del mundo por capacidad de transporte de contenedores, la danesa Maersk, de paralizar cualquier atisbo de retomar el paso de sus buques portacontenedores por el Mar Rojo después del último ataque a uno de sus barcos, el ‘Maersk Hangzhou’, ocurrido el pasado 30 de diciembre. Antes de que se produjera este ataque, la naviera había abierto la puerta a reanudar sus tráficos por la zona, pero, según el comunicado que ha circulado la compañía, esa posibilidad queda suspendida hasta nuevo aviso. “Se está llevando a cabo una investigación sobre el incidente y seguiremos deteniendo todos los movimientos de carga a través de la zona mientras seguimos evaluando la situación, en constante evolución”, explica la naviera a sus clientes.
Maersk no es la única que ha decidido tachar de su lista la ruta por el Mar Rojo y tomar otros rumbos para sus movimientos. Los gigantes del negocio, como MSC, CMA CGM y Hapag-Lloyd, entre otros, han tomado la misma determinación. En el caso de Maersk, contempla desviar sus tráficos alrededor del Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, para “garantizar la seguridad de nuestros marinos y de la carga en nuestros buques, que es nuestra máxima prioridad”.
“Casi el 15% del comercio marítimo mundial pasa por el Mar Rojo, incluido el 8% del comercio mundial de cereales, el 12% del comercio marítimo de petróleo y el 8% del comercio mundial de Gas Natural Licuado”, ha recordado la Casa Blanca en un comunicado conjunto de Estados Unidos con otra docena de países. Entre los países firmantes de esta iniciativa, no se encuentra España, pero sí otros países europeos como Alemania, Dinamarca, Italia, Bélgica o Reino Unido. El desvío de los buques por la ruta sudafricana “añade costes significativos y semanas de retraso a la entrega de mercancías y, en última instancia, pone en peligro el movimiento de alimentos, combustible y ayuda humanitaria críticos en todo el mundo”, recuerda la Administración Biden. La condena de la Casa Blanca se une a la de la Organización Marítima Internacional (IMO). Ambas instituciones han recordado a los rebeldes hutíes en sus declaraciones de los últimos días que estos ataques, que se remontan a noviembre, violan el derecho internacional, no son aceptables y no cuentan con ninguna justificación.
“El objetivo inicial eran buques vinculados a Israel, pero la información que hemos ido recibiendo en los últimos acontecimientos parece indicar que éste ya no es el caso”, ha manifestado el secretario general de IMO, Arsenio Domínguez. El mandatario ha asegurado que el organismo continuará “vigilando de cerca la situación” para garantizar la protección de las cadenas mundiales de suministro y ha reiterado su llamamiento a la desescalada de la violencia en la zona. La Casa Blanca va más lejos y señala que “los hutíes asumirán la responsabilidad de las consecuencias si continúan amenazando vidas, la economía mundial y el libre flujo de comercio en las vías fluviales críticas de la región”.