Bruselas aboga por nuevas masas y dimensiones y el movimiento transfronterizo de megacamiones

12/07/2023 EL MERCANTIL

La Comisión Europea ha hecho pública este martes su propuesta de modificación de la actual directiva europea sobre pesos y dimensiones de los vehículos de transporte por carretera como parte de su Estrategia de Movilidad Sostenible. De esta forma, se da cobertura al uso de las 44 toneladas en la UE. El objetivo es limitar los impactos negativos al medio ambiente, ya que el 28% de los gases de CO2 y el 34% de las emisiones de óxidos de nitrógeno proviene de los vehículos de transporte por carretera. Asimismo, el Ejecutivo comunitario también ha aprobado el tráfico transfronterizo de los vehículos euromodulares de 25,25 metros. En la actualidad, hay 13 países de la Unión Europea (UE) que ya permiten a nivel nacional el uso de las 44 toneladas de carga en los vehículos de transporte de mercancías, como pretendía hacer el Gobierno español, aunque el proceso electoral ha desbaratado, por el momento, estos planes, tal y como ha recordado Fenadismer.

La propuesta fomenta los vehículos cero emisiones y facilita el transporte transfronterizo de los megacamiones

La propuesta comunitaria será ahora examinada por el Parlamento y el Consejo Europeo en el marco del procedimiento legislativo ordinario. La revisión de la normativa de pesos y dimensiones se ha llevado a cabo porque “los incentivos para mejorar la eficiencia energética de las operaciones de transporte por carretera y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero eran insuficientes, y no reflejaban las implicaciones prácticas del uso de nuevas tecnologías de emisiones cero, que pueden ser más pesadas y ocupar más espacio que las tecnologías de motores de combustión”, ha señalado Bruselas.

La modificación normativa persigue fomentar los vehículos cero emisiones, seguir permitiendo las diferentes regulaciones a nivel nacional sobre pesos y dimensiones de los vehículos de transporte y facilitar el transporte transfronterizo de megacamiones. “Las excepciones nacionales que permiten la circulación de vehículos más largos y/o pesados también han dado lugar a un mosaico de normas divergentes, que obstaculizan el tráfico transfronterizo fluido de vehículos pesados en la UE y provocan una pérdida de eficiencia operativa y energética”, valora la Comisión Europea. “Esta mezcla de requisitos comunitarios y nacionales, así como de acuerdos bilaterales, unida a la inseguridad jurídica, también ha dado lugar a una aplicación ineficaz e incoherente, especialmente en el transporte transfronterizo”, justifica el organismo, que tampoco quiere perder de vista la libre circulación de mercancías y la competencia leal entre los operadores de transporte por carretera dentro del mercado único, según recuerda Bruselas.

PROPUESTAS DE LA MODIFICACIÓN DE PESOS Y DIMENSIONES DE LA UE

  • Autorización automática del transporte transfronterizo de vehículos pesados y largos entre todos los Estados miembros vecinos que permitan un sistema modular en sus territorios.
  • Simplificación del proceso de solicitud de permisos para las cargas indivisibles o el transporte de automóviles.
  • Armonización de pesos y dimensiones máximos con los límites más comunes permitidos actualmente.
  • Autorización de uso de megacamiones cero emisiones de hasta 25,25 metros y 60 toneladas, que permitiría compensar el peso de las cadenas y una capacidad de carga adicional.
  • Autorización de una altura adicional para acomodar contenedores de cubo alto y consideración de camiones remolques y semirremolques como unidades de carga intermodales para favorecer el transporte intermodal.
  • Fijación de un mínimo común de controles del cumplimiento de los límites de peso y la instalación obligatoria en las carreteras de mecanismos de pesaje.

De esta forma, el Ejecutivo comunitario ha puesto bajo la lupa factores como la eliminación de las barreras normativas y técnicas entre países miembros, el fomento de la adopción de tecnologías de emisiones cero y dispositivos de ahorro de energía en los vehículos pesados, además de aclarar las normas sobre el uso de este tipo de vehículos en operaciones transfronterizas para hacer más eficiente la aplicación de la norma. Aun así, la aprobación de la normativa y su entrada en vigor se alargará al menos dos años a nivel comunitario. En el caso de España, es muy probable que el plazo sea mayor, en tanto que el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha tramitado en los últimos meses un proyecto de ley de modificación en la regulación que no ha obtenido el consenso de las empresas de transporte y que perseguía simplificar los requisitos para la autorización y circulación de los megacamiones y los duotrailers.

LA UE GARANTIZA LA FLEXIBILIDAD DE CADA ESTADO PARA LIMITAR LOS PESOS
No obstante, la Comisión Europea ha dejado claro en su iniciativa que “la revisión mantendrá la flexibilidad actual de los Estados miembros para permitir límites de peso y dimensiones más elevados para los vehículos pesados en el tráfico nacional”. Sin embargo, aclara que es necesario clarificar el uso de estos vehículos más largos y pesados en el transporte transfronterizo. “Tales vehículos pueden utilizarse en operaciones internacionales entre Estados miembros vecinos que permitan su circulación en sus territorios. No obstante, los pesos y dimensiones de esos vehículos deben ser compatibles con los límites nacionales aplicables en los Estados miembros que participen en esas operaciones internacionales”, matiza el documento.

Para el vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo (EU Green Deal), Frans Timmermans, las propuestas de hoy suponen “dar un paso más en el camino hacia el transporte sostenible. Cada día, miles de millones de mercancías circulan por las carreteras y nuestras propuestas contribuirán a que haya más camiones de emisiones cero en la carretera y a que estas mercancías se manipulen de la forma más sostenible posible, tanto si viajan en camión como en tren o barco”. Por su parte, la comisaria europea de Transportes, Adina Valean, ha defendido que esta es la forma “de sacar el máximo partido del mercado único de la UE”. En este sentido, ha recordado que “el transporte de mercancías es responsable de un volumen de negocios anual de 938.000 millones de euros, y con nuestras iniciativas queremos instaurar un sistema preciso y homogéneo de recuento de las emisiones de las operaciones de transporte, y hacer más eficiente el transporte por carretera”.

Desde IRU alertan de la precipitación en los plazos para implantar las iniciativas de Bruselas

Sin embargo, desde la Organización Mundial del Transporte por Carretera (IRU, por sus siglas en inglés), aunque estas iniciativas y propuestas se ven con buenos ojos, su directora de Relaciones ante la UE, Raluca Marian, ha advertido que Europa no está siendo coherente con sus plazos. “En primer lugar, limitando la flexibilidad del uso de combinaciones de vehículos estándar tradicionales en el transporte internacional después de 2035. Mientras la propuesta introduce un peso bruto del vehículo para las operaciones transfronterizas con combinaciones de vehículos estándar entre Estados miembros que estén de acuerdo, solo se aplicará a los vehículos de emisiones cero a partir de 2035”, sostiene Marian. “Es primordial mantener la neutralidad tecnológica y evitar plazos que restrinjan la flexibilidad en el uso de determinadas tecnologías, sobre todo teniendo en cuenta que no hay ningún equivalente adecuado y a gran escala a la vista”, destaca la portavoz de IRU.

En cualquier caso, desde este organismo internacional del transporte por carretera afirman que el paquete de medidas propuestas para lograr un transporte ecológico “hoy es mucho más ambicioso que el presentado en 2013”, lo cual “ayudará a nuestra industria a servir mejor a los ciudadanos europeos y a otros que dependen de los servicios de transporte por carretera, incluidos los otros modos de transporte, de una manera más económica y ecológica”. Con esta propuesta, “la Comisión Europea está ofreciendo serias oportunidades a las empresas de transporte de mercancías por carretera para mejorar su eficiencia operativa, optimizar el factor de carga y, por lo tanto, reducir el consumo de combustible y las emisiones, tanto para las flotas de cero emisiones como para las tradicionales”, han añadido desde IRU.

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