26/06/2023 TRANSPORTE XXI
Los operadores de la asociación UIRR movieron 88.500 millones de toneladas-kilómetro en 2022, con un recorte del 11,7 por ciento, afectados por la guerra en Ucrania.

El transporte combinado ferrocarril-carretera en Europa cambió el pasado año la tendencia de continuo crecimiento que se prolongaba desde 2012. Los operadores disminuyeron en 2022 sus tráficos hasta 88.500 millones de toneladas-kilómetro, un 11,7 por ciento de caída respecto al ejercicio anterior, según destaca el último informe anual de la asociación UIRR.
Este descenso de doble dígito estuvo motivado, principalmente, por el derrumbe del tráfico extracomunitario.
La guerra en Ucrania asestó un duro golpe a esta operativa, que retrocedió hasta los 3.100 millones de toneladas-kilómetro, un 82,2 por ciento menos en su comparativa interanual con 2021.
Los crecimientos del 9,5 por ciento en el transporte combinado nacional, con 16.900 toneladas-kilómetro, y de un 1,7 por ciento en los tráficos transfronterizos dentro de la Unión Europea, con 68.500 toneladas-kilómetro, fueron incapaces de compensar el desplome sufrido por el transporte combinado extracomunitario.
Otras variables que reflejaron la caída de actividad durante el pasado ejercicio fueron el movimiento de 169.000 trenes, un 0,59 por ciento menos, con una distancia promedio de 800 kilómetros, un 10,6 por ciento de retroceso. Además, se contabilizaron 5,09 millones de envíos y 10,18 millones de TEUs, ambos registros disminuyeron un 0,29 por ciento con respecto a 2021.
El informe de UIRR también revela que las condiciones marco del transporte combinado se deterioraron en 2022 por el coste energético. En este sentido, el documento señala que “varios Estados miembros de la Unión Europea no lograron compensar adecuadamente el aumento del precio de la electricidad de tracción al no utilizar en toda su extensión la caja de herramientas energéticas de la UE adoptada bajo la presidencia checa. Esto obligó a los operadores intermodales a imponer recargos energéticos en un momento en el que los camioneros de larga distancia se enfrentaban a la caída de los precios del diésel, debido a un mercado de combustibles fósiles que funcionaba mucho mejor”.
Por otra parte, la asociación europea del transporte combinado también puso de relieve que “su competitividad se redujo aún más por el desempeño débil sin precedentes del transporte de mercancías por ferrocarril, tanto por la falta de puntualidad como por la escasez de capacidad de infraestructura, que afectaron negativamente a los trenes de mercancías intermodales”.
En este sentido, UIRR remarcó “las perturbaciones operativas causadas por el exceso de obras, las huelgas y el aumento del tráfico de pasajeros, que decepcionaron a los clientes de carga, al tiempo que causaron pérdidas de eficiencia y capacidad a los operadores de transporte combinado. Una situación a la que se añadió una desaceleración económica observada desde la segunda mitad de 2022”.
