ZBE, a la espera de pasar las municipales

21/04/2023 TRANSPORTE XXI

La inexistencia de unas normas comunes para las restricciones a la circulación que supone la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones, obligatorias en las ciudades de más de 50.000 habitantes, trae de cabeza a la última milla.

Las hojas del calendario van cayendo y todavía bastantes ayuntamientos, con poblaciones de más de 50.000 habitantes, siguen sin regular la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Es decir, no han hecho los deberes y no han tenido a punto la ordenanza correspondiente como fijaba la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para el pasado mes de enero.

Aun teniendo aprobada la normativa, menos ayuntamientos todavía han activado las restricciones de circulación que comporta la ZBE, una medida poco popular a las puertas de unas elecciones municipales.

De las 10 principales ciudades españolas, seis tienen reguladas las ZBE. De estas seis, cuatro las tienen activadas, según un estudio que hizo Aecoc a principios de año. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética fija que los municipios de más de 50.000 habitantes (149 ciudades) deben tener desarrollado un plan de movilidad urbana sostenible para reducir el impacto ambiental que genera el transporte de personas y mercancías. Este plan debe incluir la estrategia sobre la distribución urbana de mercancías (DUM) y la implantación de las ZBE. “Numerosos ayuntamientos tienen redactado el plan de movilidad urbana, pero no tienen limitada la ZBE”, señala José Carlos Espeso, responsable de Smart Distribution de Aecoc.

La culpa del retraso no es solo de las elecciones municipales, la propia inconcreta Ley de Cambio Climático tampoco ha ayudado a los ayuntamientos, sobre todo a los más pequeños, a desarrollar la norma. La ZBE “sale de una ley con un párrafo minúsculo” y “es un problema trasladar lo que dice tan inconcretamente una ley a una Administración Local que solo cuente con un técnico para muchísimas labores”, señala Marc Nicolàs, responsable de Movilidad del Ayuntamiento de Barberà de Vallès (Barcelona). Sí es verdad que, recientemente, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha elaborado una ordenanza tipo sobre la ZBE. Tampoco han sido una ayuda las sentencias contrarias a las ordenanzas de los ayuntamientos de Barcelona y, más recientemente, de Gijón.

Para UNO, el problema es que las ZBE “surgen desde despachos que están demasiado alejados de la realidad de la calle. Resulta sorprendente que sus plazos no se hayan modificado tras el estallido de la COVID-19 y las enormes complicaciones que ha producido”, señala Francisco Aranda, presidente de la patronal logística.
Una vez que pasen las elecciones municipales y se formen los nuevos equipos de gobierno locales, “caerán en cascada” las regulaciones de las ZBE, pronostica Marc Nicolàs.

Estandarización

Al margen de que se retrase más o menos su implantación, la inexistencia de unas normas comunes en la regulación de las futuras restricciones trae de cabeza a las empresas de la última milla. La experiencia negativa ya existe con la distribución urbana. Y es que la regulación de la carga/descarga puede variar de una acera a otra si supone un cambio de municipio.

La falta de estandarización en las ZBE puede hacer todavía más complicado el trabajo a la última milla. “ZBE significa restricción de vehículos sin etiqueta ambiental o más contaminantes, cómo afrontar la renovación de flota, si las exigencias no son las mismas en una ciudad que en otra”, se pregunta el responsable de Smart Distribution de Aecoc.
Las normativas de ZBE “tienen que estar lo más armonizadas posibles para facilitar la actividad de nuestras empresas en las ciudades, un entorno que es ya de por sí muy complejo.

Es decir, la normativa tiene que ayudar, no entorpecer la actividad”, señala Francisco Aranda. Que cada municipio tenga una normativa específica no unificada “no es eficiente y lastrará la competitividad del sector”, añade el presidente de UNO. “Si queremos empresas más eficientes, sostenibles y competitivas, necesitamos que haya un mismo marco regulatorio para no tener disparidad de criterios. Si somos capaces de armonizar las DUM y las ZBE, seremos más eficientes y facilitará la descarbonización de la flota”, concluye José Carlos Espeso.

Propuestas

Aecoc ha creado un grupo de trabajo sobre las DUM, integrado por representantes de una treintena de empresas de gran consumo, hostelería, ecommerce, operadores logísticos y postales. El objetivo es consensuar un conjunto de recomendaciones que trasladarán a la administraciones estatal, autonómica y local para que las tengan en cuenta a la hora de regular.

Se trata de crear un modelo de DUM, incluidas las ZBE, “estandarizado, eficiente, sostenible y capaz de responder a las nuevas necesidades del consumidor, respetando el entorno”, señalan desde Aecoc. Esta asociación lleva tiempo analizando “casos de éxito que existen en otros países”, añade José Carlos Espeso.

UNO también ha hecho un decálogo DUM que está haciendo llegar a diversos ayuntamientos. La patronal logística ha puesto en marcha en su web un servicio para consultar en qué fase están las ordenanzas que regulan las Zonas de Bajas Emisiones en los diferentes municipios.

Además de la imprescindible armonización supramunicipal de las normativas DUM y las ZBE, las soluciones propuestas por las asociaciones para mejorar la última milla y reducir la huella ambiental pasan por la digitalización de las áreas de carga/descarga, la descarga nocturna, potenciar los microhubs urbanos o fomentar los puntos de conveniencia para las operaciones de ecommerce B2C, entre otras iniciativas. También consideran imprescindible un calendario de renovación de flota ligado a las ayudas públicas y a la oferta técnica existente.