
18/04/2023 EL MERCANTIL
El empleo de las plataformas y terminales ferroviarias de mercancías como depots o almacenes satélite ha empezado a despertar el interés de las grandes compañías cargadoras en España. Entre los factores que motivan este atractivo, destaca su papel para descongestionar las instalaciones logísticas propias de los cargadores, a un precio contenido, durante picos de actividad o disfunciones de la cadena. Eso sí, solo funciona para periodos cortos y en casos puntuales, como detallan los profesionales logísticos y ferroviarios consultados, que también subrayan la contribución de estas terminales en la etapa actual de incremento generalizado de stocks y escasez de suelo inmologístico en determinadas ubicaciones.
Las terminales ferroviarias ya se utilizaron con esta finalidad durante la pandemia y también en etapas posteriores de tensiones logísticas, cuando los almacenes coparon su capacidad al máximo. En estas situaciones, estas plataformas aliviaron, en muchos sentidos, la saturación de los centros logísticos de los cargadores y fabricantes. “Las terminales intermodales son una herramienta que permite a los usuarios regular la capacidad de sus almacenes cuando la cadena de suministro se tensiona”, reconoce el responsable de Transporte Ferroviario de Mercadona, Álvaro Coronado.
Las terminales se usaron para adelantar o retrasar entregas en los almacenes durante los confinamientos
Desde el gestor ferroviario Adif “se percibe esa necesidad de mercado, siendo conscientes del rol que van a jugar y de su papel clave en la descongestión del suelo”. En lo referente a sus propios proyectos, la compañía asegura que está equipando a su red de nodos con instalaciones donde los operadores puedan albergar sus naves para permitir el transporte de mercancías por ferrocarril y atender a posibles demandas de distribución nacional, internacional o regional. “Esto propiciará un aumento de la capilaridad en los entornos urbanos de los almacenes satélite”, afirma el gestor de infraestructuras ferroviarias. La terminal de Abroñigal, por ejemplo, sigue albergando 12 almacenes disponibles para estos fines, según la información de la web de Adif.
El empleo de las terminales como almacenes satélite puede ayudar a la descongestión inmologística
De la misma manera, la empresa pública apunta a ventajas operativas y logísticas tocantes a la distribución de última milla. “Pueden ofrecer agrupación de pedidos, packing o cross-docking. En definitiva, son espacios que pueden operar y adaptarse a las necesidades del cliente por medio de almacenes satélites, centros de almacenamiento y distribución, etc”. El operador señala que el empleo de las terminales como depots puede redundar también en un mejor aprovechamiento del transporte por ferrocarril, lo que conllevaría a “mejores precios gracias a los ahorros en transporte de última milla”, así como a una mejora en la sostenibilidad de la cadena de transporte intermodal. “Disponer de espacios de naves en las terminales de transporte de mercancías por ferrocarril permite la concentración de actividades de transporte y logística, lo que permite reducir la huella de carbono de estas empresas” y “apostar por una logística verde”, explica Adif.
A mediados del año pasado, el consumo comenzó a recuperarse y “las terminales ferroviarias en zonas como Madrid comenzaron a tener una acumulación salvaje de contenedores”, recuerda un experto ferroviario. Ahora, aunque la situación se ha normalizado, existe una necesidad creciente de incrementar stocks por parte de los cargadores para protegerse de disfunciones logísticas y para garantizar la disponibilidad de producto.
Los expertos recomiendan el empleo puntual de las terminales para no incurrir en gastos de ocupación
No obstante, el sector cree que el modelo de terminal ferroviaria como almacén satélite todavía tiene un largo camino que recorrer en España antes de convertirse en práctica habitual. Las propias características físicas de las infraestructuras juegan un papel determinante en ello. Uno de los expertos consultados, de hecho, advierte de que su función, hoy por hoy, es otra: la de ver salir contenedores o almacenar una gran cantidad de ellos para que la idea pueda materializarse sin riesgos de pérdidas. “La idea de usar las terminales como depots choca con su proliferación”, comentan estas fuentes. “Las empresas ferroviarias abogan por su construcción, pero las terminales son negocios de masa crítica y, si no hay 2.000 contenedores que alojar, no salen rentables”, explica.
Tanto el sector ferroviario en general y los cargadores que ya han usado esta fórmula en particular recuerdan que las terminales no son modelos de almacenaje al uso. “El caso de Abroñigal y Guadalajara son ejemplos claros: no están pensadas para almacenar más de 2.000 contenedores, sino para ver salir trenes, y no están preparadas para ver una actividad similar a la que se produce en un almacén corriente todos los días”, explica uno de los analistas consultados. Coincide en este punto Álvaro Coronado (Mercadona), que recomienda que el uso de las terminales como almacenes satélite “no sea más que puntual”. Y con puntual se refiere a dos o tres días, justo el tiempo en que las estancias en estas plataformas están libres de cargos. “Si se exceden esos plazos, se incurre en gastos de ocupación”, apunta el responsable de Transporte Ferroviario de la cadena de supermercados.
No obstante, uno de los actores consultados argumenta que la cantidad de instalaciones abandonadas y en desuso aboca a numerosas infraestructuras a terminar como depósitos de contenedores. “Los grandes fabricantes tienen campañas estacionales de las que termina sobrando producto”, declara. “En lugar de devolverlas al punto de origen, se podrían almacenar a precio mínimo y ahorrar muchísimos costes logísticos de cara al siguiente año, pero no se hace así. La logística inversa en modo contenedor no ha llegado aún como cultura”, se lamenta. Con esa filosofía, este experto no ve cómo las terminales ferroviarias pueden funcionar como depots a corto plazo, pero sí a futuro. “Pero para eso es necesario más planificación”, advierte.
