17/04/2023 TRANSPORTE XXI

Al ser año electoral, expertos del sector dudan que la alianza con un socio industrial pueda cerrarse en 2023, como está previsto.

Renfe Mercancías sigue deshojando la margarita antes de decidir quién será su ‘compañero de viaje’ entre la terna de candidatos preseleccionados: las navieras MSC, Maersk y CMA CGM.

A pesar de que la previsión inicial es cerrar las negociaciones a lo largo de este año, lo que supondría un auténtico ‘balón de oxígeno’ para garantizar la viabilidad futura de la pública, después de acumular en la última década la friolera de más de 350 millones en pérdidas, el proceso se dilatará en el tiempo. Todo parece indicar que “ahora no toca”, según confirmaron a Transporte XXI fuentes de toda solvencia.

Este periódico se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación de Renfe Mercancías para conocer en qué fase se encontraba el proceso de selección de un socio industrial, pero se limitaron a responder que no disponían de información al respecto.

“El interés existe”, explicaron a este medio expertos del sector. No obstante, ponen en duda que la alianza pueda completarse antes de finalizar 2023, “un año muy complicado”. Y es que al reciente cese del presidente de Renfe, Isaías Táboas, tras la polémica por los errores de los trenes de Cantabria y Asturias -que al cierre de esta edición seguía en varios consejos de administración-, hay que sumar las elecciones. “En año electoral, este tipo de decisiones con empresas públicas no son fáciles de tomar”, subrayaron los mismos interlocutores. Además, apuntaron que, pese al “trabajo encomiable” del director general de Renfe Mercancías, Joaquín del Moral, “el proceso está cogido con hilos, poco trabajado”. O lo que es lo mismo, “no está bien atado, ni suficientemente articulado”, matizaron.

El propio Táboas, cuando aún estaba al frente de la pública, declaró hace tan solo unos meses que se trataba de algo “más parecido a lo que sería un diálogo competitivo, donde no has prefigurado de entrada el resultado”. En este sentido, reiteró que “no es una licitación al uso donde has prefigurado quiero tantos trenes, o quiero este tipo de servicio”. Y por último, tirando de filosofía, Táboas concluyó que “el camino nos dará la respuesta”.

Acuerdo parcial

Otra cosa bien distinta es que se pueda alcanzar un acuerdo parcial, “alguna alianza estratégica en algún corredor y en algún tipo de flujos de tráficos”, señalaron primeros espadas del negocio ferroviario, aunque también reconocieron que “será difícil”.

Eso sí, las fuentes consultadas por este periódico coinciden al señalar que la entrada de una de las navieras en Renfe Mercancías “llegará antes o después, porque no tiene otra alternativa. Eso o seguir como está, perdiendo dinero”. Además, recordaron que “una empresa privada en la misma situación estaría quebrada”.

Como ya adelantó este periódico, el ‘salvavidas’ de Renfe Mercancías ya solo podrá llegar desde el mar. Ahora bien, la principal dificultad para culminar la nueva joint venture, que estará integrada al 50 por ciento por la pública y el nuevo socio industrial, radica en la necesidad de tener que superar varios obstáculos. Entre ellos, la nueva sociedad que se pretende constituir necesitará la autorización del Consejo de Ministros, “un requisito que, al tratarse de año electoral, puede resultar mucho más complejo de lo que parece”, volvieron a insistir desde el sector.

MSC, la mejor colocada

Entre las tres navieras preseleccionadas, fuentes consultadas conceden una cierta ventaja inicial a MSC, que cuenta con un operador especializado en tráficos ferroviarios de mercancías, Medway, heredero del ferrocarril público portugués una vez privatizado, que mantiene “excelentes relaciones” con Renfe Mercancías. En este sentido, “MSC arranca el proceso un escalón por encima”, sostienen los mismos medios. Por su parte, CMA CGM adquirió en 2021 el operador ferroviario privado español Continental Rail, a la par que se hizo en 2019 con el operador logístico CEVA y el pasado año con Gefco, tras la salida de su capital de los ferrocarriles rusos. Mientras, el tercer gigante naviero inmerso en el proceso, Maersk, opera diferentes servicios ferroviarios en la Península, si bien no dispone de tracción propia en el mercado español.

El objetivo de Renfe Mercancías es cerrar una alianza que le permita “ofrecer soluciones logísticas integrales y presencia internacional”.