23/01/2023 TRANSPORTE XXI

La crisis energética provocada tras la invasión rusa a Ucrania reactivó, durante el pasado ejercicio, este tráfico de graneles en los puertos de Gijón, Tarragona, A Coruña, Cartagena, Ferrol y Algeciras.

La política energética europea sufrió un importante revés el pasado año en su ambicioso impulso a la descarbonización, tras la invasión de Rusia a Ucrania. Los paquetes de sanciones establecidos desde la UE al Ejecutivo de Putin, para no depender del suministro del gas y petróleo ruso, ha supuesto una reactivación de las centrales térmicas en Alemania, Francia o Países Bajos, entre otros países, como una medida de emergencia para garantizar la seguridad de sus sistemas energéticos.

El nuevo contexto geopolítico ha supuesto una oportunidad para que los principales puertos graneleros de España aumenten sus tráficos de carbón y coque de petróleo, con alzas de dobles dígitos, tras el último cuatrienio en caída libre.

Estos combustibles, que llegaron a superar los 30 millones de toneladas anuales hace una década con ocho dársenas que rebasaban el registro de un millón, se desplomaron a menos de la mitad con la política de descarbonización establecida por Bruselas.

El cierre acelerado de la mayor parte de las 15 centrales térmicas que todavía estaban operativas en 2017 provocó su volumen más bajo en 2021, con menos de 11,5 millones de toneladas.

Ahora, la demanda europea ha reactivado el tráfico de carbón y coque de petróleo, con 17,3 millones de toneladas entre enero y noviembre de 2022, lo que supone un 62,5 por ciento más que en el mismo periodo de 2021, según revela la última estadística de Puertos del Estado.

La dársena de Gijón mantiene su tradicional liderazgo en esta carga, con más de 7,3 millones de toneladas. Su terminal granelera European Bulk Handling Installation (Ebhi) movió cerca de 2,7 millones de toneladas de carbón térmico, un 73 por ciento más, así como 1,8 millones de toneladas de carbón siderúrgico.

Además, en los muelles comerciales del puerto asturiano se han manipulado otros 2,8 millones de toneladas de carbón, doblando el flujo de los once primeros meses de 2021. La Autoridad Portuaria de Gijón, que preside Laureano Lourido, sacó a concurso, a finales de año, el asfaltado de una superficie de 23.853 metros cuadrados para dar respuesta al “gran aumento de la demanda de suelo para el acopio de graneles sólidos, especialmente de carbón, como reserva energética estratégica”.

Por su parte, Tarragona se ha situado como el segundo puerto carbonero español, con 2,69 millones de toneladas hasta noviembre y un crecimiento del 33,9 por ciento con respecto a los once primeros meses de 2021.

A Coruña completa el podio del granel sólido energético, con más de 1,5 millones de toneladas hasta el mes de noviembre, que multiplican por 11 el volumen contabilizado en el mismo periodo del ejercicio anterior.

El puerto de Cartagena se posiciona como el cuarto en tráfico de carbón, con 1,37 millones de toneladas hasta noviembre, un 13,22 por ciento más que en su comparativa con 2021.

Las dársenas de Ferrol y Algeciras también sobresalen en la recuperación del granel sólido energético. La entidad portuaria, presidida por Francisco Barea, manipuló 1,1 millones de toneladas en el período analizado, multiplicando por seis el registro de 2021. Por su parte, el puerto de Algeciras, con más de 983.000 toneladas, aumenta por ocho el flujo del ejercicio anterior.