El gran nodo intermodal de Madrid toma cuerpo

17/01/2023 TRANSPORTE XXI

La entrada del Adif en el capital de la sociedad Puerto Seco de Madrid supone un primer paso en su hoja de ruta para la integración de la gestión de las terminales ferroviarias de Coslada y Vicálvaro.

Adif avanza en su estrategia de desarrollo de un gran nodo logístico intermodal en Madrid. La pública apuesta para ello por una hoja de ruta que contempla la integración de la gestión de las terminales ferroviarias de Coslada y Vicálvaro, así como el impulso de una alianza estratégica con Puertos del Estado y autoridades portuarias.

En esta línea, el administrador de infraestructuras ferroviarias acaba de adquirir la participación del 13,08 por ciento que ostentaba en Puerto Seco de Madrid la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), también dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).

En Puerto Seco de Madrid, Adif compartirá accionariado con socios como Puertos del Estado y las Autoridades Portuarias de Bahía de Algeciras, Barcelona, Bilbao y Valencia, que disponen de un 10,2 por ciento de participación cada una. Además, el accionariado de la sociedad lo completan la Comunidad de Madrid, con un 25 por ciento de participación, y el ayuntamiento de Coslada, con un 10,92 por ciento.

Adif invertirá un total de 300 millones de euros en tres fases en la puesta en marcha del futuro nodo logístico de Vicálvaro, al que pretende convertir en una gran plataforma multimodal que conecte los corredores Atlántico y Mediterráneo con incidencia en los puertos de ambas fachadas.

La gestión conjunta con el puerto seco de Coslada vendrá a reforzar esa apuesta al combinar dos terminales “que se complementan estratégica, geográfica y funcionalmente”, según afirman desde el Adif.

El nodo logístico de Vicálvaro, que sigue quemando etapas en su fase de construcción y que tomará el relevo de la histórica terminal de Abroñigal en 2024 si se cumplen los plazos previstos, se convertirá en un ‘megacentro’ intermodal con capacidad para 500.000 UTIs, según los planes del Adif. Es en este punto donde sigue generando dudas en el sector. Casar esa enorme inversión con un volumen de actividad a tan gran altura será complicado.

Desde el sector se pone como ejemplo que los tráficos prepandemia de las actuales terminales de Madrid y su entorno, es decir, Abroñigal, Coslada, Torrejón de Ardoz y Azuqueca de Henares, sumaban conjuntamente poco más de 200.000 UTIs. El objetivo, por tanto, pasaría por duplicar estos tráficos en una sola terminal.

“Por el gran nivel de inversión que va a representar el nodo de Vicálvaro, solo los puertos y alguna naviera van a poder entrar. Además, los inversores van a tener que demostrar mucha paciencia desde que se ponga en marcha hasta que se alcancen los niveles de actividad estimados”, señala a Transporte XXI un directivo de primer nivel del ámbito ferroviario.

Por otro lado, “absorber todo el tráfico ferroviario de Madrid en una única terminal es muy complicado porque cada terminal, cada operador y cada naviera trabajan de una forma”, advierte otro operador consultado. “CMA está en Azuqueca, MSC en Torrejón, Cosco en Coslada, Maersk también en parte, por lo que existen dudas en torno a cómo se pueden conjugar todos esos intereses”, matiza.

Abroñigal

Otra de las variantes del proyecto es la posible venta de los 300.000 metros cuadrados de terrenos de Abroñigal, en pleno pulmón central de Madrid, lo que ayudaría a compensar la fuerte inversión en Vicálvaro. “Hay posibilidades de obtener mucho dinero con los terrenos de Abroñigal, por lo que desde ese punto de vista sería una buena operación, pero ya sabemos que este tipo de proyectos se alargan en el tiempo y sirva como ejemplo la operación Chamartín”, recuerdan desde el sector.

La licitación de la explotación del nodo logístico de Vicálvaro seguirá el modelo concesional landlord, similar al del sistema portuario español. Adif apuesta por este modelo y tratará de implantarlo progresivamente en su red de nodos logísticos estratégicos. Esta red está integrada, además de por Vicálvaro, por las terminales de La Llagosta, Can Tunis y Zal Prat, en Barcelona; Valencia Fuente de San Luis; Valladolid; Sevilla Majarabique; Júndiz, en Vitoria-Gasteiz; y Zaragoza Plaza.