Los puertos congelan los coeficientes a las puertas de la bajada de tasas comprometida

19/10/2022 DIARIO DEL PUERTO

Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 apenas recogen cambios en los coeficientes correctores de las tasas portuarias, en un contexto de estabilidad tarifaria a la espera de que entren en vigor los compromisos del Marco Estratégico.

De cara al año 2023, la congelación de los coeficientes correctores sobre las tasas al pasaje, a la mercancía y al buque es casi total, de acuerdo con el Proyecto de Presupuestos.

Hablamos sobre tres coeficientes, correspondientes a cada una de las tasas citadas, a aplicar por las 28 autoridades portuarias, es decir, un total de 84 coeficientes de los cuales de cara a 2023 la decisión ha sido mantener un total de 78 sin cambios.

De estos 6 coeficientes, dos se modifican al alza, es decir, van a incrementar la tasa con respecto a 2022, y otros cuatro se modifican a la baja, reduciéndose la tasa.


EL DATO 1 coeficiente

En 2023, de los 84 coeficientes un total de 23 estarán en valor 1, es decir, sin efecto alguno sobre las cuantías básicas de las tasas.


Las cuatro autoridades portuarias que modificarán alguno de sus coeficientes en 2023 serán las de Bahía de Cádiz (mercancía), Barcelona (mercancía y pasaje), Málaga (buque) y Santa Cruz de Tenerife (buque y mercancía).

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz reducirá la tasa de la mercancía desde el valor de 1,10 a 1,00.

Barcelona recupera sus tradicionales coeficientes en 1, elevando el coeficiente de mercancía desde el 0,95 y el del pasaje desde el 0,85.

La Autoridad Málaga reduce el coeficiente de la tasa del buque del 1,13 al 1,10.

Por último Tenerife reduce el coeficiente del buque del 1,05 al 1,00 y lo mismo en el caso de la mercancía.

Por encima

Con estos cambios, en 2023 de los 84 coeficientes un total de 47 estarán por encima del valor 1, es decir, que supondrán un incremento de las cuantías básicas. Por su parte, tan solo 13 coeficientes están por debajo del valor 1 y modulan las cuantías básicas de las tasas a la baja.

Dichas cuantías básicas, por cierto, no experimentan cambios en 2023 según el Proyecto de Ley de Presupuestos.

El Marco Estratégico 2030, de inminente aprobación, recoge una bajada de tasas del 20% en ese horizonte. Queda por concretar la vía de aplicación, que podría ir por la senda de los ecoincentivos, es decir, de manera selectiva y no por la vía genérica de las cuantías básicas y de los coeficientes correctores, sin apenas cambios previstos en 2023.

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Una herramienta de “flexibilidad” señalada por su “rigidez”

Como bien es conocido, las tres tasas portuarias de actividad (Mercancía, Buque y Pasaje) tienen recogida por Ley la aplicación de coeficientes correctores individualizados para cada autoridad portuaria que, aplicados sobre la cuantía básica de la tasa y oscilando entre los valores de 0,70 y 1,30, permiten modular las tasas al alza o a la baja como instrumento de flexibilidad comercial y financiera en el marco de la autonomía de gestión de las 28 autoridades portuarias.

Como quiera que se trata de una herramienta de aplicación general para todo tipo de tráficos y escalas, para muchas autoridades portuarias su utilización para modular las tasas se considera demasiado rígida, prefiriéndose para ello la herramienta de las bonificaciones, también reconocidas por Ley y recogidas en los Presupuestos Generales del Estado, que abren una interminable casuística en función de tráficos, volúmenes y números de escala tendentes a incentivar la actividad de forma específica en función de los intereses comerciales y financieros de la autoridad portuaria.

Hay que recordar que la modulación de los citados coeficientes correctores también tiene sus propias reglas ligadas al estado financiero de la autoridad portuaria y su tasa de rentabilidad, con el fin de evitar bajadas o subidas indiscriminadas evitando tentaciones de competencia desleal, lo que también redunda en la flexibilidad de aplicación.

Esta realidad, en cuanto a los coeficientes correctores, da como resultado distintos escenarios, desde las autoridades portuarias que perseveran en mantenerlos en valor 1, es decir, sin “corrección” alguna, volcándose en las bonificaciones; hasta aquellas que los mantienen en máximos dada su compleja situación financiera o en mínimos por su alta rentabilidad; pasando por aquellas que los mantienen en valores constantes en el tiempo y sólo aplican modificaciones muy puntuales; o aquellas con valores muy diferenciados según sea la tasa por razones de tráficos estratégicos.

Su aplicación de forma genérica sobre la cuantía básica de la tasa hace que muchos puertos apuesten más por bonificaciones
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