14/10/2022 TRANSPORTE XXI
El transporte pasará de pagar 150.000 euros por un camión diésel a 600.000 por una unidad de hidrógeno o 400.000 por una eléctrica, señala Transcalit, en el marco de una jornada.
Las empresas de transporte por carretera requerirán más músculo financiero para contar con una flota ‘verde’. “Vamos a necesitar unas capacidades financieras más grandes que las que tenemos porque vamos a pasar de comprar vehículos de unos 150.000 euros a comprar camiones de unos 600.000 euros, los de hidrogeno, o de 400.000 euros, los eléctricos”.
Así lo señaló Jesús Lozano, presidente de Transcalit, en el marco de la mesa redonda ‘El reto de la descarbonización en la logística’, organizada por el International Economic Forum in Logistics, (IEFL), laboratorio de ideas promovido por la escuela de negocios IESE y BCL (Barcelona-Catalunya Centre Logístic).
En cuanto a la adquisición de vehículos propulsados por combustibles fósiles, “tenemos incertezas sobre la compra de vehículos diésel” dado que, por la falta de materias primas, “no nos los están entregando”, añadió.
Para el presidente de Transcalit, el transporte por carretera tiene muy claro que “lo que no invirtamos en tecnología lo pagaremos en impuestos”. El ferrocarril es una más de las posibles soluciones para la descarbonización de la actividad del transporte terrestre, pero, teniendo en cuenta la cuota actual del tren, del 3 por ciento, y, aunque llegara al 10 por ciento, “tampoco podría absorber el crecimiento que está previsto que experimente el transporte de mercancías en Europa hasta 2050”, aseguró. Por ello, “hay que trabajar en otras opciones como los vehículos más eficientes y los megacamiones con mayor capacidad, además de que el camión se suba al tren”.
Francisco Fernández, director global de Transporte de Mango, apuntó que, quizás, “estamos más cerca del colapso de lo que pensamos”, poniendo como ejemplo las restricciones de tráfico para acceder a las ciudades, “en este sentido, ya estamos colapsando y, por esta razón, estamos obligados a reinventarnos y a formarnos como empresas”, aseguró.
Celsa tiene la paradoja que “somos grandes cargadores, tanto como receptores de materia como de emisores de producto terminado, motivo por el cual nuestras emisiones están muy ligadas a la evolución tecnológica del mercado del transporte”, señaló Carlos Castán, responsable corporativo de Logística Externa del grupo siderúrgico.
Josep Maria Cruset, presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, dio una visión del contexto actual del enclave portuario en materia de sostenibilidad. “Estamos ante un escenario de disrupción energética y de disrupción ambiental”, motivo por el que “se acelera la necesidad de adoptar cambios para evitar según qué consecuencias que ya nos están afectando”, aseguró.
