El Puerto de Valencia reforzará su ‘hinterland’

01/04/2022 TRANSPORTE XXI

El enclave prioriza la suma de nuevas terminales interiores en Madrid, Castilla-La Mancha y Aragón para afianzar corredores de distribución libres de carbono.

El Puerto de Valencia, tras haber logrado superar en 2021 los 5,6 millones de TEUs, quiere extender su liderazgo en la Península Ibérica. Para ello, la entidad portuaria, que preside Aurelio Martínez, viene trazando en los últimos meses una estrategia de acercamiento y apoyo a los principales proyectos de terminales interiores que están impulsando diversas empresas e instituciones locales en territorios de Madrid, Castilla-La Mancha y Aragón, así como en su zona más próxima, con proyectos concretos en Alicante, Sagunto y Castellón.

El objetivo es ir atrayendo clientes en nuevos territorios, fidelizando cadenas de suministros actuales que ya movilizan sus cargas por carretera, al tiempo que el uso del intermodal permite generar corredores libres de carbono que aumentan el peso del ferrocarril en las operaciones portuarias. Hoy, solo el 8 por ciento de los contenedores que entran o salen de las terminales del puerto de Valencia eligen el modo ferroviario, con un volumen de 213.216 TEUs.

La entidad trata de reforzar con mayor carga local, procedente de un hinterland extendido, la conectividad que aporta la red marítima de servicios que combinan las diferentes navieras internacionales que operan en las terminales de la dársena.

Junto a su histórica apuesta por el puerto seco de Coslada, complementada con su presencia en la sociedad que gestiona la terminal ferroviaria de Plaza (Zaragoza), el puerto está muy presente en la hoja de ruta de la futura instalación que se prevé abrir en Vicálvaro (Madrid) bajo el impulso de Adif.

Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria, ha reconocido que “nuestra plataforma fundamental, que es Coslada, está ya saturada y por ello necesitamos contar con nuevas instalaciones”. Para ello, el puerto viene trabajando un acuerdo público-privado entre Adif, otros puertos interesados y empresas de transporte y logística, porque Vicálvaro “es un buen emplazamiento” para el futuro del intermodal desde la zona centro.

Hay que recordar que Valencia es hoy “el puerto de Madrid”, según indica Martínez, que matiza que las terminales de la dársena gestionan la mitad del tráfico ‘import-export’ de la zona centro de España, una buena parte de los cuales, alrededor de 150.000 TEUs anuales utilizan el transporte ferroviario. Estos flujos se prevén amplificar con la ‘autopista ferroviaria’ que explotará Tramesa.

Castilla-La Mancha

Por otro lado, la Autoridad Portuaria ha brindado apoyo a las iniciativas de puertos secos en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y Albacete, proyectos llamados a concentrar nuevos volúmenes con origen, y destino, en el enclave valenciano.

En el caso de Alcázar de San Juan, el ayuntamiento de la localidad manchega quiere ubicar una plataforma de 14 hectáreas, en una primera fase, junto a la actual terminal de clasificación que cuenta con 24 vías operativas, con el objetivo de activar flujos ferroviarios de su tejido empresarial, muy focalizado al sector vinícola. Hay que tener en cuenta que el 75 por ciento de las cooperativas vitivinícolas de Castilla-La Mancha se encuentran en el área de influencia de la futura plataforma.

Por su parte, Grupo Candelo, con el soporte del Ayuntamiento de Albacete, quiere iniciar en 2023 la primera fase de un puerto seco, que ocupará 40 hectáreas, bajo una inversión global de 50 millones de euros. Esta iniciativa pretende canalizar un flujo importante de tráficos agroalimentarios con los puertos de Valencia y Alicante, con un volumen que podría llegar hasta los 116.000 contenedores anuales, según su grupo impulsor, especializado en la comercialización de cereales y otros productos agrarios de origen nacional, para la industria harinera, semolera y maltera y para alimentación animal.

Aragón

Junto a estas dos iniciativas en Castilla-La Mancha, la expansión del hinterland del puerto de Valencia también mira hacia el norte de la Península. Aragón y Navarra son dos mercados potenciales para el enclave. Con el navarro, el puerto quiere potenciar la relación de cargas con las infraestructuras actuales, mientras en el caso aragonés, la Autoridad Portuaria ve con buenos ojos la puesta en marcha de un centro de almacenamiento de mercancías en Teruel y, para ello, viene trabajando con el Ayuntamiento de la capital aragonesa en un estudio para su localización junto a la línea ferroviaria.

Para el puerto de Valencia el mercado de Aragón “es una apuesta estratégica” y quiere exportar su ‘modelo Madrid’ a esta comunidad autónoma cuyos movimientos marítimos están más centrados en el puerto de Barcelona

El objetivo es aumentar su peso comercial en Aragón para mejorar su posición interoceánica y su conectividad con los mercados internacionales con nueva masa crítica, al tiempo que Aragón gana una nueva y natural salida al mar. Esto ya viene ocurriendo con los tráficos regulares que se vienen dando desde las terminales de Plaza y TMZ, en Zaragoza, y TIM, en Huesca, con la generación de trenes de alfalfa y carga refrigerada, entre otros.

Por último, el puerto también trabaja en su territorio más próximo. A las dos terminales ferroportuarias, una para contenedores y otra para vehículos, que se levantarán en un plazo de dos años en el puerto de Sagunto, y la modernización de la estación de Fuente San Luis, explotada por Grupo Alonso, la Autoridad Portuaria quiere colaborar al impulso de proyectos de puertos secos en las provincias de Alicante y Castellón.

En este sentido, la Autoridad Portuaria de Valencia viene trabajando en el diseño de iniciativas en las localidades de Novelda y Villena, en la línea de crear corredores libres de carbono para sectores como el juguete o el textil, así como en Vila-real y Castellón, terminales que podrían canalizar tráficos de la industria cerámica por vía ferroviaria hasta el enclave.

Política de privacidad Aviso legal Política de cookies