Máximo histórico en el precio de la gasolina y el diésel, hoy 3 de marzo

03/03/2022 EL CORREO

El precio del diésel y la gasolina continúa su tendencia al alza y parece no tener un punto de inflexión que frene los precios. Hoy, 3 de marzo, la subida es más moderada que ayer. Apenas un céntimo. El precio medio de la gasolina es de 1,63 euros y el diésel está en 1,523. La mala noticia y que ensombrece el futuro de los precios de los combustibles es la situación en Ucrania. Se esperan más sanciones a Rusia por su invasión, y aún no se han notado las ya impuestas. Además, el barril de Brent, de referencia en Europa, está disparado y ya ha alcanzado los 113 dólares, registro histórico que no se veía desde 2014.

La situación entre Rusia y Europa por la invasión en Ucrania es el nuevo escollo que ya provoca una mayor subida en los precios de los carburantes. Estados Unidos y el conjunto de la Unión Europea ya han anunciado duras sanciones a Rusia que afectará a la economía de todo el continente. El propio Sánchez lo advirtió nada más estallar la guerra en Ucrania. «Sin duda» tendrá un impacto en la economía española y europea y ha asegurado que la UE lleva tiempo preparando la respuesta para tomar «cuantas medidas sean necesarias para mitigar el impacto económico y energético».

La gasolina sin plomo 95 y el diésel están inmersos en esta tendencia alcista desde mayo del año pasado, cuando el litro costaba, respectivamente, 1,074 y 0,981 euros tras nueve años de sucesivas caídas desde los 1,522 y los 1,445 alcanzados en septiembre de 2012. Tras esta escalada hay una suma de factores que no invita precisamente al optimismo. Para empezar, está la cotización internacional.

Evolución de los precios

Pero la oferta y la demanda de las que depende la cotización ya estaban alteradas desde mucho antes de que empezaran las tensiones en la frontera ucraniana. Desde finales de 2020, cuando el desarrollo de las vacunas empezó a reactivar la economía mundial, hay más de la segunda que de la primera. ¿Por qué? Pues porque ante el parón ocasionado por la gg y el consecuente desplome del consumo, los 23 miembros de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo más productores como Rusia) acordaron controlar el desplome del precio del barril de Brent, que había llegado a estar por debajo de los veinte euros. Y controlar el precio significa reducir la producción. Desde el verano pasado han comenzado de nuevo a incrementarla, pero (y pese a las presiones políticas que cuestionan el ritmo de recuperación) no parece que de momento se planteen situarla en los niveles previos a la pandemia. De hecho, estiman que recuperarán los 5,8 millones de barriles diarios, casi el 60% del volumen recortado, para septiembre.

Pero la menor producción no explica por sí sola el encarecimiento. De hecho, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) sólo supone el 33% del precio final que pagamos y no aclara, por ejemplo, por qué hoy llenar el depósito cuesta lo mismo que en 2014, cuando la cotización del barril de Brent rondaba los 108 euros. Ahí entran el margen bruto de distribución por un lado y los impuestos, por otro.

El margen bruto de distribución incluye, además del beneficio empresarial, todos los costes inherentes al almacenamiento y transporte del carburante hasta la estación de servicio así como las obligaciones normativas. Entre éstas, una de las más significativas es la aportación que los operadores de productos petrolíferos han de hacer obligatoriamente desde 2014 al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE), una aportación que éstos repercuten al consumidor. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), este margen también está ahora en España en máximos históricos: en noviembre de 2021 alcanzó los 27,7 céntimos por litro de gasolina 95 frente a los 17 de 2014. La AOP calcula que supone un 17% del precio final.

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