Renfe Mercancías afronta un futuro complejo

15/09/2021 TRANSPORTE XXI

La pública se enfrenta a una ‘tormenta perfecta’ con fuertes pérdidas, caída de tráficos y la ratificación por la Audiencia Nacional de la multa millonaria que le impuso la CNMC. 

Renfe Mercancías puso en marcha en 2017 un plan de reestructuración que se centraba en poner fin al sobredimensionamiento de su estructura de personal y activos para tratar de garantizar su viabilidad en el mercado.

El denominado plan de gestión 2017-2019, liderado por el entonces director general de Renfe Mercancías, Abelardo Carrillo, impulsó el adelgazamiento de la compañía vía recorte de plantilla y venta de locomotoras y vagones a la ‘Rosco’. Este recorte pretendía una mejora de la productividad del 20 por ciento, según la compañía, lo que le iba a permitir alcanzar los números negros al cierre de 2019.

Lo cierto es que los números negros se alcanzaron al final de ese ejercicio, pero no de la forma que se había planificado en 2017, sino gracias a la venta parcial del operador logístico Logirail a otras empresas del grupo, lo que reportó a las arcas de la filial de mercancías de Renfe un ingreso extraordinario de 17,16 millones de euros.

Al cierre de 2020, las pérdidas de Renfe Mercancías, sin embargo, volvieron a aflorar. La pública cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 42,7 millones de euros.

Salvo en el citado caso de 2019, las pérdidas anuales del operador ferroviario público de mercancías son recurrentes (ver gráfico), lo que permite concluir que el ambicioso plan de reestructuración de 2017 “se ha saldado con un rotundo fracaso”, según apuntan fuentes del sector.

Tan solo desde 2013, la pública acumula la friolera de 294,3 millones de euros en pérdidas.

Audiencia Nacional

En este contexto, la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional ha ratificado recientemente la millonaria sanción impuesta hace cuatro años por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a Renfe Mercancías por “abuso de posición de dominio” y “acuerdos restrictivos” con Transfesa.

La sanción de Competencia daba respuesta a la denuncia presentada por la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP) en 2014. La pública fue finalmente sancionada con 65 millones de euros por ambas conductas.

El fallo de la Audiencia Nacional desestima el recurso de Renfe Mercancías en el que argumentaba que la CNMC le había imputado dos sanciones millonarias por la misma infracción.

La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, declara que “la citada resolución (de la CNMC) no vulnera el principio non bis in ídem invocado en este proceso”. Renfe Mercancías ya ha anunciado que ha presentado recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra esta sentencia.

Además, desde la pública avanzan que la Audiencia Nacional sigue teniendo pendiente sobre la mesa el recurso que presentaron también en su día sobre el contenido de la sanción de 65 millones. Es decir, contra el fondo de la cuestión, al considerar que no había ejercido políticas restrictivas ni abuso de posición de dominio.

La millonaria cuantía de la sanción impuesta por la CNMC podría dar lugar, una vez que se agoten todos los recursos posibles y de salirle cruz a Renfe Mercancías en los mismos, a poner en serio aprieto la viabilidad de la compañía. No hay que olvidar que esos 65 millones representan prácticamente un tercio de la facturación anual del operador ferroviario. No obstante, fuentes del sector consultadas por este periódico señalan que la pública se ha cubierto las espaldas provisionando una parte sustancial del importe de la sanción en sus cuentas.

La encrucijada que para el operador público representan tanto la multa millonaria como las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores  pintan, por tanto, un panorama que induce poco al optimismo. Además, los síntomas no son mejores si atendemos a la evolución tanto de ingresos como de tráficos, ambos aspectos en clara tendencia negativa. En concreto, los ingresos de la compañía alcanzaron los 175,2 millones de euros en 2020, lo que supone un descenso del 20,2 por ciento respecto al ejercicio anterior. Bien es cierto que el pasado año estuvo claramente condicionado por los efectos de la pandemia, pero también lo es que la caída de ingresos se mantiene constante desde 2014, con la excepción de 2019, año en el que registró un mínimo repunte.

En cuanto a los tráficos, la crisis sanitaria provocó un descenso en los volúmenes de toneladas-kilómetro gestionados por Renfe Mercancías del 18,7 por ciento el pasado año (5.042 millones).

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