03/09/2021 EL ECONOMISTA
La escasez de trabajadores dispuestos a conducir camiones ha llegado a ser tan grave en Estados Unidos que algunos gestores de flotas piden que se permita la entrada de más extranjeros en el país.
Generalmente, la conducción de camiones siempre ha sido un trabajo con alta rotación y escasez de mano de obra. Pero la pandemia ha agravado aún mas esta situación dado que las escuelas de formación han dejado de funcionar y un control mucho más estricto de drogas y alcohol ha provocado unos 60.000 despidos, según explica al Financial Times, Bob Costello, economista jefe de la American Trucking Associations.
Es por ello que algunas empresas de transporte más pequeñas están presionando a la Administración Biden para que acelere la aprobación de visados para poder contar con conductores extranjeros que reduzcan las tensas redes de suministro.
De esta forma, Washington podría aliviar la presión sobre las cadenas de suministro eximiendo a los camioneros de la cuota de visados anuales de 60.000 personas. El gobierno estadounidense ya ha aumentado el límite de visados H-2B en 22.000 para el año fiscal en curso.
Bonificaciones e incentivos
Paralelamente, algunas compañías están ofreciendo importantes incentivos para encontrar conductores cualificados. Cowan Systems, que emplea a unos 1.700 camioneros, dice que pagará a todos sus nuevos conductores una prima de entre 15.000 y 20.000 dólares.
Aquellos individuos que tengan un año de experiencia documentada o una certificación de transporte de materiales peligrosos podrán recibir 17.500 dólares, mientras que los que tengan ambos elementos en su currículum podrán reclamar la máxima bonificación. Esta bonificación representa casi un tercio del salario medio de los camioneros, que es de 47.130 dólares, y los posibles conductores deben solicitarla antes del 1 de octubre para poder optar a la cantidad total.
El sector del transporte por carretera emplea actualmente a 1,8 millones de personas, según el el Buró de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), pero múltiples asociaciones afirman que se necesitan unos 60.000 conductores más y prevé que este déficit alcance los 160.000 en 2028.