15/04/2021 TRANSPORTE XXI

El Ministerio confirma la eliminación del ancho ibérico en el tramo Castellón-Vandellós del Corredor Mediterráneo, dejando en saco roto la petición de compensaciones por los desvíos.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha ignorado las reclamaciones del sector y sigue adelante con sus planes para eliminar el ancho ibérico en un tramo del Corredor Mediterráneo.

Transportes licitará las obras para la implantación del ancho estándar o internacional en el tramo de 150 kilómetros entre Castellón y Vandellós, con un presupuesto previsto superior a los 121 millones de euros (IVA no incluido).

Tanto la Asociación Española de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP), como CETM Multimodal y la Unión de Operadores de Transporte Comodal (UOTC) habían expresado su total oposición en sus respectivos escritos de alegaciones al estudio informativo para la implantación del ancho estándar en el mencionado tramo.

“El sacrificio del ancho ibérico en el tramo entre Castellón y Vandellós del Corredor Mediterráneo resultaría letal para el transporte intermodal”, manifestó con contundencia UOTC en su escrito, por ejemplo. Sin embargo, el equipo de Ábalos ha hecho oídos sordos a las reclamaciones para que se compatibilizase el ancho internacional (UIC) y el ancho ibérico también en ese tramo del corredor, como sucede en la mayor parte del mismo.

Ante el temor de que la solución planteada en el citado informe fuera “irrevocable”, como luego se ha demostrado, desde AEFP plantearon en sus alegaciones que una decisión así no podía ser contemplada “sin la consideración de una serie de medidas alternativas compensatorias e indemnizatorias”, que no aparecían contempladas en el informe elaborado por Ineco. De hecho, AEFP cifró en su día en un 20 por ciento el sobrecoste por el desvío de los tráficos actuales a través de otras líneas, como Sagunto-Teruel-Zaragoza o Valencia-Alcázar de San Juan-Madrid. Además, el sector alertó de que algunos de los tráficos pasarán a ser directamente inviables, puesto que el mayor tiempo empleado en un recorrido de mucho mayor kilometraje supondrá la necesidad de utilizar más composiciones semanales, afectando a la rentabilidad de los mismos.

Pues bien, “hoy por hoy, la posibilidad de compensaciones está bloqueadas. La petición se ha hecho de forma amistosa y llevamos meses hablando, pero sin resultado positivo, pese a que el propio responsable del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, se mostró partidario de las compensaciones”, confirma a TRANSPORTE XXI el presidente de AEFP, Juan Diego Pedrero. “No veo espíritu negociador sobre este tema por parte del Ministerio”, lamenta.

En este contexto, operadores afectados ultiman la presentación de demandas por la vía contencioso-administrativa en las que reclaman compensaciones, según apuntan fuentes del sector. De salir adelante estas demandas y si no hay acuerdo previo con Transportes, “podría ocurrir que un juez decidiese la paralización de las actuaciones hasta la resolución del conflicto, lo que retrasaría la ejecución del proyecto”, alertan las mismas fuentes.

Mientras mantiene en el olvido las compensaciones por los desvíos obligatorios, el Ministerio parece inclinarse por una política de ayudas a la readaptación de la flota de las empresas ferroviarias. “Probablemente habrá ayudas antes del verano para subvencionar a las empresas ferroviarias para la adaptación de su material móvil” al ancho internacional, según ha puesto de manifiesto el comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira.

Estas ayudas se centrarán en la implantación del eje de ancho variable (OGI) para que las empresas ferroviarias puedan seguir utilizando sus vagones actuales, la totalidad de ellos en ancho ibérico. No obstante, “esta solución se circunscribe a los vagones, pero ¿qué sucederá con las locomotoras?”, se preguntan desde el sector, puesto que este eje de ancho variable no está aún desarrollado para las mismas.