Artículo – Descarbonización: Una realidad imparable

16/03/2021 NAUCHER

El término descarbonización goza de actualidad en casi todos los estados de las noticias mundiales. La conciencia del cambio climático y la necesidad de acompasar el comportamiento humano a todos los niveles con una mejora de las condiciones ambientales en las que vivimos ponen cada día sobre la mesa iniciativas tendentes a la disminución de los grados de CO2 en la atmósfera. Y eso es la ‘descarbonización’.

En el mundo marítimo, bastantes de los países que cuentan con una potente flota mercante han suscrito y presentado, tanto a la IMO como a la ONU, una iniciativa que pretende dar respuesta a la demanda del secretario general de esta última, António Guterres, para que los estados emprendan una “acción urgente y ambiciosa” respecto del cambio climático. Iniciativa esta que ya se lanzó en 2020 y que propone establecer un ‘IMO Maritime Research Fund’, dotado con 5.000 millones de dólares que se obtendrán mediante la aplicación de una tasa de dos dólares por tonelada de combustible a cada buque. Esta propuesta de tasa (‘mandatory contribution’) la debe de aprobar la IMO y hacerla de aplicación a la flota mundial. De esta forma, se dotaría de los recursos necesarios al International Maritime Research&Development Board (IMRB), que sería el instrumento encargado de desarrollar proyectos y actuaciones tendentes a la descarbonización.

Estas propuestas, asumidas por la International Chamber of Shipping (ICS) y la Bimco, no son unánimes. Un grupo de países del norte de Europa, con el apoyo de sus gobiernos, empujan decididamente por ir mucho mas allá, en pos de una descarbonización total; cero emisiones en 2030, cuando la última decisión de la IMO a través de su Comité de Medioambiente (MEPC) en 2020 fue la confirmación de alcanzar un nivel de emisiones del 50% de las habidas en 2008. A ello se suman las iniciativas del Parlamento Europeo, que propugna la descarbonización total en 2050 y pretende imponer el European Trading Scheme ( ETS), que no es otra cosa que hacer pagar por emisiones de CO2 a los buques que escalen en puertos europeos.

En la senda de las cero emisiones

Todo se mueve. Y no son menos los diferentes proyectos de desarrollo de nuevos combustibles. Baterias de ión-litio para buques eléctricos, células de hidrógeno, biodiésel, metanol, amoníaco, siendo estos dos últimos los que parecen contar con mayores apoyos. Todos ellos con la particularidad de garantizar cero o casi cero emisiones.

A día de hoy, además de las normas de la IMO en cuanto a eficiencia energética en las nuevas construcciones de buques, tendentes todas ellas a reducir los niveles de CO2 que se envían a la atmósfera por parte de los buques, parece que el GNL goza del predicamento de ser considerado combustible de transición hasta 2050 y así bastantes de las nuevas construcciones contemplan equipos de propulsión consumiendo GNL o duales. Siempre con permiso de la otra fuente de combustible fósil y mas tradicional como es el Vlsfo (Very Low Sulphur Fuel Oil) o fuel tradicional (destilado) muy bajo en azufre. Ya ha dicho la OPEP que no ve muchos problemas en los consumos de petróleo en los próximos 10 años

En cualquier caso, la descarbonización es uno de los asuntos estrella en la política marítima mundial y en la de la UE en particular. Tendremos nuevas conclusiones en la reunión acerca del cambio climático que se celebrará en Glasgow en noviembre de este 2021. Y no nos cabe la menor duda de que habrá apuestas muy decididas para llegar a cero emisiones, no ya en 2050, si no en 2030. No olvidemos, por otra parte, que el tráfico marítimo no es ni de lejos un gran contaminador. Su contribución es el 2% del total de emisiones de CO2 en el mundo.

por Felix Martin De Loeches

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