TAPA advierte de un incremento en los robos de carga como resultado de la “vuelta a la normalidad” de los ladrones

03/06/2020 TAPA

La Asociación de Protección de Activos Transportados (TAPA)  ha contabilizado más de 400 robos de mercancías entre el 1 de marzo y el 29 de mayo de 2020, valorados en más de € 16.4 millones. Estos crímenes tuvieron lugar en 37 países de la región EMEA, con un valor medio de 100.000 € y alguno superior a los € 840.000 €.

Solo en abril, la Asociación registró pérdidas de siete cifras, incluyendo robos de dos millones de mascarillas en España, equipamiento deportivo en Reino Unido y teléfonos móviles en Kenia.

Sin embargo, las cifras de 2020 muestran un caída significativa sobre las estadísticas para el mismo período de 2019. A lo largo de 90 días, se notificaron más de 2.500 robos de carga con un valor total superior a 33 millones de euros.

Según explica Thorsten Neumann, Presidente & CEO en TAPA EMEA, el robo de mercancía es un fenómeno 24/7/365, pero el brote de COVID-19 y el bloqueo impuesto por los gobiernos en toda la región, interrumpió las actividades de los Grupos Criminales Organizados y (OCG), que buscarán compensar la pérdida de «ingresos» durante este período, lo que resultará en una mayor amenaza para el transporte y la logística.

En estos momentos, los vehículos son más vulnerables a los ataques debido a la distorsión de las cadenas de suministro, que hace que los criminales encuentran nuevas ventanas de oportunidad; barcos que no hacen escala en todos los puertos, cambio de flujos al ferrocarril de China a Europa, ya sea debido a una menor capacidad aérea y marítima o a tarifas de carga aérea excesivas, y cambios de vuelos de carga programados a fletados. El resultado es que muchos envíos se mueven a lo largo de rutas nuevas y a través de diferentes hubs y centros de cross-docking  donde los riesgos no son bien conocidos o no se han evaluado, y los tiempos de tránsito son más largos.

La congestión en los centros de carga también genera riesgos, ya que en ocasiones las esperas prolongadas hacen que los conductores de camiones no puedan llegar a tiempo a un aparcamiento seguro. Las cadenas de suministro se están alargando, la trazabilidad es más difícil y existe un mayor riesgo de cibercrimen como consecuencia de una mayor exposición de los sistemas informáticos motivada por teletrabajo de los empleados. Estos factores van a poner a prueba la resistencia en toda la cadena de suministro.

Según los incidentes informados a la Asociación, en 2019 se registraron 8.548 robos de carga en 48 países de EMEA, el total más alto en los 23 años de historia de TAPA, y un aumento de 114.7% con respecto al año anterior. Estos delitos por sí solos produjeron una pérdida combinada para fabricantes y operadores logísticos de más de 137 millones de euros, con un valor medio de pérdida diaria de 378.058 euros.

Thorsten Neumann afirma que las empresas deben prever un aumento en los delitos de carga que afectará a todos los modos de transporte durante el resto de 2020, a medida que los ladrones de mercancía “vuelvan a sus negocios”.

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