Nuevas restricciones en los puertos chinos

20/03/2020 TRANSPORTE XXI

Mientras China registra sus primeros días sin nuevos contagios por coronavirus y libera prácticamente todos sus puertos de barcos que acumulaban retrasos en cargar o descargar, se abre un nuevo impedimento para el funcionamiento normal de la cadena logística: la obligatoriedad para los extranjeros de cumplir cuarentena en los buques de carga.

La medida se está aplicando, de forma discrecional a los barcos provenientes de los países en los que se mantiene o crece la virulencia de los contagios. El puerto de Beijing ha publicado su serie de nuevas normas restrictivas para buques extranjeros provenientes de las siguientes nacionalidades: Reino Unido, Suiza, Suecia, Bélgica, Noruega, Holanda, Dinamarca, Austria, Corea del Sur, Japón, Irán, Italia, Francia, España, Alemania y EE. UU.

Por otra parte, según informa la agencia Bloomberg, el puerto de Fuzhou también habría dictado nuevas normas restrictivas, aunque en este caso afectaría a Japón, Corea del Sur, Irán, Francia, Alemania, España, Italia, los EE. UU. y Singapur. En ambos casos, las tripulaciones deberán observar una cuarentena de 14 días, a contar desde que se partió del puerto de origen. Un portavoz de la Administración de Seguridad Marítima de China, MSA, recordó anteayer, en una conferencia de prensa, que en los puertos chinos hay al día una media de 7.000 tripulantes de unos 500 buques que están haciendo escala durante el vigente periodo de control de la epidemia.

Este retraso extra no se lo esperaban algunos actores de la cadena logística que contaban con la apertura de los puertos chinos para reactivar algunas las líneas de producción. Sin embargo, los buques procedentes de la Unión Europea o del Atlántico Norte no se van a ver afectados por esta medida, ya que realizan ese periodo de cuarentena, y más, durante el trayecto hacia Asia. Los países más afectados serán los cargadores de los países del sudeste asiático, que no tardan más de una semana en llegar a los puertos chinos.

Sin embargo, muchos fabricantes de Corea, Japón o Singapur, por ejemplo, son proveedores de un sinfín de productos destinados a la industria de la automoción que entregan en China y desde donde se distribuye a América y Europa, entre otros destinos. Aunque las cadenas de producción automovilísticas occidentales se encuentran paralizadas casi al cien por cien, este retraso de, al menos una semana, podría forzar a replantearse la alimentación de la cadena logística o, al menos, a replantear las relaciones entre China y el sudeste asiático.

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