“El sector logístico responderá mejor y con mayor rapidez a esta crisis que otros”

18/03/2020 DIARIO DEL PUERTO

Vicente Pallardó es una de las voces más expertas en análisis económicos a nivel global. Investigador senior del Instituto de Economía Internacional, doctor en Economía por la Universidad de Valencia y Master of Science en Economía por la London School of Economics and Political Science, atiende telefónicamente a este Diario para intentar poner algo de luz a la situación que vive el sector logístico en particular y la economía internacional en general.

Estos días están sirviendo para que la sociedad tome conciencia de la importancia del sector logístico para el mantenimiento de la actividad de la industria y del abastecimiento de los principales centros de consumo. Pallardó comparte esa idea: “si hay un sector que es dinámico, que no para de adaptarse a las nuevas situaciones, que trabaja en una mayor eficiencia y en la reducción de costes, ese es sin duda el sector logístico, que responderá mejora y con mayor rapidez a esta crisis que otros”.

Con todo, advierte que el impacto de la crisis no afectará del mismo modo a todas las empresas. “La preocupación estriba en estos momentos en la respuesta que darán las administraciones a las empresas más pequeñas”, afirma, e insta al Gobierno a “implementar las medidas de estímulo y ayuda empresarial también a las pymes del sector”.

Preguntado sobre si esta situación podría acrecentar la tendencia a una mayor concentración empresarial propia del sector logístico en los últimos años, Pallardó afirma que sí, “sobre todo por una cuestión de capacidad para hacer frente a la nueva situación”. Además, la implantación de nuevas tecnologías -”un proceso que esta crisis va a acelerar”- requiere, y requerirá, una fuerte inversión en medios materiales y humanos que “sólo las empresas con una mayor capacidad financiera van a poder afrontar”.

De un shock de oferta a un shock de demanda
Hace un mes, los análisis macroeconómicos hablaban de un shock de oferta en la economía mundial como consecuencia del parón sufrido por la industria radicada en China. Un mes después, la situación es totalmente diferente. Con China volviendo a producir y a cargar contenedores en sus puertos, es Occidente el que sufre un shock de demanda. “A corto plazo, lo que ocurrirá será una recuperación de los stocks de las empresas”, asegura Pallardó, aunque adelanta que como consecuencia de esta situación “el PIB mundial del primer semestre va a ser el peor en muchos años, incluyendo los registrados en 2008” en plena crisis financiera.

Sin embargo, en la actualidad, hay una diferencia con la crisis de hace once años: “hoy por hoy, las estructuras económicas globales, sobre todo las financieras y las cadenas de suministro, no han sufrido daños, se mantienen en pie”, con lo que la incidencia “es perfectamente asumible” si la situación no tarda mucho en encauzarse.

Competencia
¿Esta situación de mayor concentración no podría derivar en una situación que fuera contraria a las leyes de Competencia?, más teniendo en cuenta el “interés” de la CNMC por el sector logístico. Pallardó cree que no, aunque matiza que todo dependerá del grado de concentración. “Si el número de empresas que quedan operando es significativo, aunque menor que el actual, será bueno incluso para el cliente y consumidor final”, afirma.

Si la reducción en el número de empresas es aún mayor, “es cierto que podrían darse situaciones de prácticas colusorias fuera del ámbito de la legislación de Competencia”, advierte.

“Fracaso absoluto” en una respuesta unitaria

Pallardó se mostró muy crítico con la respuesta internacional que han dado tanto los organismos internacionales como los países en su conjunto, tildándola de “fracaso absoluto”. En su intervención hace un mes en el almuerzo-coloquio organizado por Propeller Valencia, Pallardó ya calificó las previsiones del FMI para el primer semestre del año de “auténtica vergüenza” y de “exageradamente optimistas” en un momento en que la pandemia no se había extendido aún por Europa, y advirtió de la “sobrerespuesta” de los Estados a la crisis actual.

“En estos momentos, el problema no viene tanto por las personas que dirigen estos estamentos internacionales, sino de que los gobiernos nacionales no quieren ceder ni un ápice de su poder de decisión económica”. Esta estrategia, según el economista, se ha demostrado “totalmente errónea” por cuando que el problema es global, “por lo que la respuesta debe ser global”. Pallardó recuerda incluso que la propagación del virus “no entiende de fronteras”, por lo que las acciones de los Gobiernos “deberían haber sido unitarias”.

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