El Reino Unido opta por controles aduaneros

04/02/2020 REVISTA TRANSCAMIÓN

El premier británico Boris Johnson ha ido más lejos de lo que se había filtrado, en un discurso patriótico, de los que poco se puede retroceder, ha dicho que liberados de la UE, quieren salir al mundo. Ha apuntado a un modelo de relación como el de Canadá o Australia, este último casi con un Brexit duro. Su visión necesita poder hacer todo tipos de acuerdos sin alinearse con las normas europeas siempre lo que aboca a controles aduaneros, sobre todo de salida del Reino Unido. Ha prometido potenciar su industria. La UE ante el dilema de que si cede Reino Unido puede ver reforzado su comercio e industria en una base barata y sin aranceles para producir. Sería posible que fábricas de Nissan saliesen de Europa y reforzasen las del Reino Unido. En suma el Brexit provocaría más oportunidades industriales y logísticas para los especialistas que quieran arriesgarse a la apuesta de Johnson.

A las 48 horas del Brexit, el premier británico ya ha dado muestras de que no va a cumplir el acuerdo de transición firmado en septiembre con Europa, quiere libertad para firmar acuerdos comerciales sin someterse a las reglas comunitarias ni al arbitraje del Tribunal Superior de Justicia Europeo, TSJE.

Las asociaciones de transportistas se han apresurado a anunciar que el 1 de febrero no pasaba nada con el Brexit, y es verdad pero empieza a pasar. Es decir, con el Reino Unido ya fuera de Europa.

El Brexit va a transformar muchas cosas. La ingenuidad solo es pareja a la intención de algunos de que eso cunda y así aprovechar las oportunidades. El que diga que aquí no ha pasado nada es que tiene un buen Plan B para superar lo que se avecina, o es un incauto.

«No se fíen de los amigables mensajes de despedida», titulaba-advertía Bloomberg hace días. Pensar que perder el 14% del PIB comunitario, el 40% de la fuerza militar, y el 13% de su población no va a costar nada es infantil.

Tanto si el Brexit es un acicate para más integración en la UE, como si no, el Reino Unido seguirá su camino y como acaba de decir su ex canciller, Dominic Grieve, «Johnson no tiene ninguna intención de cumplir el acuerdo con la UE», o al menos si le dejan. En 48 horas el propio Boris ha confirmado las palabras del ex canciller.

Lo que va a necesitar presiones de la UE, en forma de aranceles, o como mínimo controles de su comercio, si es que la UE no quiere que se convierta en un Gibraltar a lo grande.

En cualquier caso para el transporte y la logística el Reino Unido será aún más para especialistas, que ya lo es, y sacudirá a los que no vean la oportunidad o no tengan el tamaño y la técnica para aprovecharlo. Decir los contrario es ofrecer a los lectores o asociados una versión de Alicia en el País de las Maravillas.

El Brexit va a traer cambios. Reino Unido importará las fresas de Marruecos o Egipto directamente, o los melocotones de Turquía o las bananas de Ecuador. Pero esas mercancías podrán pasar o no, manejarse o no por España. Lo mismo que puede convertirse en un exportador paralelo pasado mañana si consigue que Rusia no le aplique el veto comercial.

Por tanto las oportunidades como los problemas van a darse en un constante tira y afloja, que con seguridad Reino Unido va a aplicar con su recién estrenada libertad. Durante unos meses de momento 11, hasta el 31 puede haber tregua y eso si el Reino Unido quiere.

En teoría el Reino Unido en estos 11 meses de periodo transitorio no puede aplicar los acuerdos comerciales que firme por que es parte del Espacio Aduanero, pero vista la forma de interpretar los tratados, y su disposición puede haber alguna sorpresa.

El Club de Exportadores españoles ha animado a mantener un plan de contingencia por que no está asegurada una salida brusca del Reino Unido en algunas parcelas.

Tras la victoria por mayoría absoluta del partido conservador británico en las elecciones generales celebradas el pasado 12 de Diciembre en el Reino Unido, el Parlamento británico aprobó a finales del pasado mes la Ley de salida de la Unión Europea, que no se pudo conseguir aprobar en la anterior legislatura. A su vez, el Parlamento europeo ha ratificado esta semana el acuerdo de separación, en base al preacuerdo que ya se había alcanzado en Octubre entre ambas partes.

En consecuencia, durante al menos todo el año 2020 se mantendrán las actuales condiciones para la libre circulación de mercancías y pasajeros entre la UE y el Reino Unido, por lo que los transportistas españoles podrán continuar realizando servicios de transporte internacional con el país británico sin ningún tipo de limitación administrativa ni restricción aduanera.

El Reino Unido representa el quinto país de destino de los transportistas españoles, representando el 8’1% del total de las toneladas-kilómetros realizados por los vehículos pesados españoles, en concreto unos 8.000 camiones, principalmente dedicados a las exportaciones españolas de productos agroalimentarios, automoción, productos farmacéuticos y mercancía general.

En el Acuerdo de Retirada suscrito por la Unión Europea con el Reino Unido, se fija un período de transición hasta el 31 de diciembre de 2020. Este período de transición, previsto en el acuerdo de retirada, tiene como objetivo proporcionar más tiempo para que ciudadanos y empresas puedan adaptarse. Durante el período de transición, el Reino Unido continuará aplicando el derecho de la Unión, pero sin estar ya presente en las instituciones de la UE. A su vez, dicho período de transición se puede ampliar hasta uno o dos años, si ambas partes lo acuerdan antes del 1 de julio de 2020.

Entre las materias que incluye el Acuerdo de Retirada, se dedica un capítulo específico al transporte por carretera, señalando las partes su compromiso de garantizar un acceso comparable al mercado para el transporte de mercancías y pasajeros por carretera, así como el cumplimiento de las normas sociales y de empleo para el transporte internacional y las normas de circulación y transporte de mercancías peligrosas por carretera.

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